Andrea La Brava afronta este unes el reto de sacar adelante su trayectoria en Maestros de la costura, el programa de moda de TVE en el que estuvo a punto de marcharse a la calle tras una actuación complicada. Atiende a lavozdelsur.es en plena vorágine por la emisión. Aunque no nació en Jerez, lleva en la ciudad 17 años, compaginandos los últimos con estancias fuera para estudiar. Ahora, ha puesto en marcha su marca, Brava, con la que pretende dar rienda suelta a su creatividad.
¿Cuándo empezó a decantarse por el mundo de la moda? ¿De dónde le viene esta pasión?
Empecé de rebote, hace seis años. Yo trabajaba y estudiaba fotografía. Debido a la crisis, tuve que plantearme un cambio y decidí probar en la moda, ya que no podía permitirme económicamente hacer una carrera. Así que con casi 26 años me fui a Sevilla sin haber cosido una cremallera en mi vida. La ropa siempre me ha gustado, pero desde el plano artístico y creativo. La necesidad de poder transformar lo que siento en mi interior en algo palpable es lo que me impulso a probar en la moda. Puede que haya sido una necesidad personal y emocional más que una pasión. ¡Y al final resultó que se me daba bien!
¿Cómo calificaría su paso por el programa hasta el momento?
Es una olla a presión sin pitorro en una montaña rusa. Con esto quiero decir que se nota que soy una persona pasional, visceral, entusiasta y luchadora. Sé que no soy perfecta, ni en el programa ni en la vida real, pero intento superarme, poniéndome retos a mí misma, intentando ir más allá de lo que ya sé y salir de mi zona de confort. Creo que se percibe que tengo actitud, que soy alegre, pizpereta, que tengo muy buena relación con mis compañeros y que respeto al jurado. No me rindo, no abandono y quiero demostrar que, además de querer disfrutar la experiencia y aprender de ella, voy a luchar y a pasármelo bien.
¿Le gustaría sacar adelante una carrera en la moda desde Andalucía? ¿O intuye que Madrid es el lugar donde desarrollarse mejor?
Nada me haría más feliz que desarrollarme como profesional en Andalucía. Jerez, Cádiz, Sevilla… Son mi casa, mi hogar. Es donde está toda la razón de mi ser. BRAVA nació en Sevilla. Me gustaría darle la primera oportunidad al sitio donde me siento enraizada. Sé que las oportunidades no son las mismas, pero alguien tiene que intentar crear esas oportunidades en el sur. ¿Por qué no iba a ser yo?
¿Cree que las mujeres lo tienen más difícil que los hombres en la moda?
Creo que no hay distinción de género dentro de la moda. Difícil lo tienen todas las personas que no tienen los medios y recursos necesarios para poder emprender. Es un sector difícil, que está un poco corrompido, pero por fin hay personas, artistas y creativos que quieren cambiar eso y yo soy una de esas personas.
¿Qué le queda de la experiencia con personas como Lorenzo Caprile?
Hay situaciones que no se pueden explicar, son inefables, y mi experiencia con Lorenzo Caprile lo es, por muchos motivos. Es magia. Me quedo con las palabras de ánimo, los gestos de cariño y sus carcajadas sentidas con mis ocurrencias. No se ve todo lo que pasa en el taller y eso son cosas que solo puedo guardarme para mí.
¿Hay algún diseñador o diseñadora que le inspire más?
Hay muchos diseñadores a los que tengo respeto. Otros que me inspiran. Otros que me hacen cuestionarme qué quiero hacer y cómo. La lista sería muy larga. Pero no son solo diseñadores los que me inspiran. Lo son músicos, pintores, películas, artesanos, artistas urbano... Y, sobre todo, las personas que conozco a distancias cortas, que con su esencia terminan transmitiendo algo que me ilumina para crear.
¿Cómo lleva la presencia en medios? ¿Se reconoce a sí misma cuando se ve en TV?
Me da mucha curiosidad percibir cómo la gente me ve o me interpreta. Recibir el cariño y apoyo es algo maravilloso que nunca podré parar de agradecer. Es una sensación vertiginosa. Para mí, desde el momento uno, lo más importante era que la gente que me conoce, mi gente, me reconociera cuando me vieran en acción, que no vieran a una extraña, que me vieran a mí, para bien y para mal.
¿Recomendaría una experiencia como la de Maestros de la Costura?
¡Claro! Es una experiencia única.