El programa de citas First dates es un éxito porque muchas parejas encuentran a su media naranja, pero también porque se producen sonadas decepciones, o porque de cuando en cuando hay situaciones grotescas o frikadas increíbles que divierten al más pintado. A veces, incluso cuando todo apunta a que la relación que se ve en el programa acabará finalmente en match, la cosa se fastidia y se rompe el amor sin ni siquiera ser usado.
Es el caso de Gustavo, colombiano de 32 años que reside en Sevilla desde hace tres, y que creía que podía ir en serio lo suyo con la otra invitada al programa de Mediaset, Raquel, una guineana de 28 años a quien se consideraba "guapa, lista y con un cuerpazo". Ni siquiera que ella viva en Toledo le frenaba. Si la conversación durante la cena fue bien, los bailes improvisados de Gustavo funcionaron y conquistaron a la joven.
¿Qué ocurrió entonces? Pues cuando todo parecía encaminado a continuar con el intento de relación, Raquel dejó colgado a Gustavo. "Yo tendría una segunda cita, pero como amigo. Es que tengo un 'standing' muy alto", le reconoció Raquel. "Quiero un hombre más alto, más grande, más fuerte... Pero la verdad es que me has caído super bien", le dijo, ante un cariacontecido Gustavo.
Madre de mellizos, reconoció que solo le falta "un buen trabajo" y "un buen hombre" a su lado. Visto lo visto, no será Gustavo que, como se suele decir, se quedó con toda la cara partida y planchadísimo de regreso a la capital hispalense.