Polémico programa de Telecinco en la noche de este pasado viernes. Viva la vida, presentado por Toñi Moreno, ha contado con el matador de toros José Ortega Cano, en la primera entrevista en la que ha hablado de su paso por la cárcel tras cometer un homicidio imprudente conduciendo borracho. Fue condenado a dos años y medio de cárcel en 2013 tras ser juzgado por provocar un accidente de tráfico el 28 de mayo de 2011 en el que murió el conductor del vehículo con el que chocó, Carlos Parra.
“No tenía miedo pero sí estaba apenado por todo lo que dejaba fuera (…) Algo tengo que me gano a la gente, enseguida hasta los más fuertes y los más fieros estaban comiendo de la mano (…) Me hice amigo de todos y todos me querían mucho”, ha dicho el torero. El que fuera marido de Rocío Jurado, que también se ha referido al caso de Rocío Carrasco, ha explicado que en el centro penitenciario en el que él cumplía condena había una especie de teatro para el que le propusieron una representación: “Me pidieron que organizara algo taurino pero de música, de ballet, toreo de salón”.
Para sorpresa de Moreno, lo que más duro que le reconoció en la entrevista que se hizi en su estancia en prisión no fue estar privado de libertad o alejado de su familia, sino la muerte de Manzanares. “Lo más duro fue enterarme allí de la muerte de Manzanares, él fue mi padrino en el toreo y fue un gran amigo. Cuando me enteré de que había muerto solo en su finca se me vino el mundo encima, fue muy duro, muy duro”.
Ortega Cano ha tenido al comienzo de su relato una palabras para la familia de Carlos Parra, el hombre que falleció cuando el torero estrelló su coche contra el suyo: “Pasó una cosa a la que todavía no le he encontrado el motivo por el que pasó (…) La familia y esa persona fue un palo muy gordo para mí y... ¿qué te voy a decir?”.
El torero ha reaparecido en Mediaset tras la polémica de la docuserie Rocío: Contar la verdad para seguir viva. ”He querido muchísimo a Rocío Carrasco, porque eso me lo transmitía mi mujer. No quiero dármelas de nada, pero a Rocío Jurado lo que más le gustaba era tener a la familia unida. Eso era con lo que más disfrutaba”, ha dicho, negando que tenga que pedirle perdón porque no le ha hecho nada. Ortega Cano ha asegurado que le sorprendió el testimonio de Rocío Carrasco en el documental: ”Me ha sorprendido el documental, porque Rocío Carrasco no recurrió a mi persona en ningún momento de ese tiempo. Me llevé una sorpresa muy grande, porque era algo que desconocía totalmente”.
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