La matrona Chiqui de Cos te muestra sencillas prácticas y remedios.
Las náuseas y los vómitos son algunas de las molestias más comunes en el embarazo, sobre todo durante los tres primeros meses. Un buen día te levantas y te dices a ti misma: “¡Con las ganas que tenía de estar embarazada y ahora no paro de tener náuseas!”. Por suerte, suelen ceder entre la semana doce y dieciséis de embarazo. A algunas mujeres les vuelven a aparecer al final del embarazo por compresión del útero sobre el estómago. En este artículo trataremos de hacer esas molestias más llevaderas.
Las náuseas pueden aparecer por diferentes factores. Uno de ellos son las hormonas propias del embarazo, pero también pueden acentuarse por factores psicológicos como el estrés, la tensión, la tristeza… lo que hace que se produzcan con más frecuencia durante todo el embarazo.
¿Cómo puedo sobrellevarlo de la mejor manera posible?
Si tienes náuseas por las mañanas, deja en la mesita de noche antes de acostarte una rebanada de pan, dos galletas maría o de las saladas. Al despertar, cómetelas antes de levantarte de la cama y quédate tumbada unos quince minutos, luego levántate despacio.
Desayuna lo que te pida el cuerpo, teniendo en cuenta que las cosas líquidas como el zumo, el café o la leche. Se vomitan más fácilmente, por eso se recomienda evitarlos, sobre todo los calientes, hasta el mediodía. Puedes tomar algo a media mañana como un biscote con mermelada o un yogur desnatado.
Si tus náuseas son más frecuentes a partir de la tarde, aliméntate bien en el desayuno y la comida para hacer una cena ligera, por ejemplo: un poco de queso de burgos con mermelada, jamón de york con pan, un puré de patata o un yogur.
Evita el cansancio y el estrés porque están relacionados con vómitos al final del día, haz pequeños descansos a lo largo de la jornada y relájate media hora después de comer.
Si las náuseas son durante todo el día, trata de comer poca cantidad cinco veces al día, y si empiezas a notar malestar come un pequeño trozo de pan.
Come lo que el cuerpo te pida, ya que a cada mujer le cae mejor un alimento que otro. Aléjate de olores fuertes o que te sienten mal, como el humo, la gasolina, los productos de limpieza, ciertas comidas, el olor a fritos, etc.
Es aconsejable evitar ambientes calurosos y cerrados, ya que pueden favorecer la aparición de las náuseas.
A algunas mujeres les alivia chupar un trocito de regaliz, aunque este remedio es mejor evitarlo si se padece tensión alta. También es recomendable cortar un trozo de la raíz de jengibre y olerlo, o incluso tomar sorbitos de tónica o bebida a base de jengibre.
Existe mucha diferencia entre los alimentos que sientan bien a una mujer y otra, pero por normal general los alimentos fríos se toleran mejor que los calientes y sólidos mejor que líquidos. La leche, si no se tolera bien líquida, se puede tomar mejor en bechamel, purés de patata, yogures o quesos para asegurar el aporte de calcio.
Si algunas verduras no te apetecen por las náuseas las puedes camuflar con patata en forma de puré, por ejemplo con puerro, zanahoria o calabacín. Lo que mejor se tolera, en general, son los hidratos: la patata, el arroz y la pasta.
Si estás embarazada y vomitas mucho o tienes muchas náuseas durante todo el día debes acudir a tu médico. Él es quien valorará si estás deshidratada y necesitas hidratación mediante sueros, y si es necesario, te pautará medicación para las náuseas. Si vomitas el ácido fólico, el yodo o el hierro, intenta tomártelos a la hora del día en la que tengas menos náuseas, con el alimento que mejor toleres o con una cucharadita de leche condensada antes de tomarlos.
Seguro que después de todo esto ya te encuentras mejor. ¿Sabes alguna otra manera de cortar las náuseas?, ¿qué te ha ido bien a ti?
Chiqui de Cos es matrona, especializada en lactancia materna y preparación al parto mediante noesiterapia o autohipnosis
Puedes encontrarla en www.tumatrona.net o www.facebook.com/tumatronajerez