Cinco planes veraniegos para desconectar en la provincia de Cádiz

Bucear entre peces de colores o hacer una ruta en kayak hasta un castillo del siglo XVII son algunas de las propuestas que brinda este enclave con costa y montaña

Wakana, un espacio singular en el Parque Natural de Los Alcornocales. WAKANA

El sol y las temperaturas ya invitan a vivir experiencias refrescantes y a disfrutar de las vacaciones. Desconectar de la rutina y experimentar nuevas actividades es una buena opción para compartir con amigos y familias ese ansiado tiempo libre. La provincia de Cádiz ofrece multitud de posibilidades para todos los gustos, desde la costa hasta la montaña.

Llegar al Castillo de Sancti Petri en kayak

Desde el poblado de Sancti Petri, en Chiclana, se divisa una fortaleza del siglo XVII que mandó construir Felipe II en mitad de un islote. El Castillo con el mismo nombre, en medio del mar, dibuja una bonita estampa que se puede contemplar desde la orilla. Pero también es posible visitar esta joya histórica conocida como el templo de Melkart que esconde leyendas y curiosidades. Remar en kayak hasta el castillo es una experiencia única. Las embarcaciones se alquilan por horas desde el puerto deportivo y es recomendable atender a las mareas antes de emprender el periplo. Otra opción es desplazarse en ferry con una puesta de sol de fondo.

Un chapuzón en las piscinas naturales de Bolonia

Este rincón de la costa gaditana es cada vez más conocido por su encanto. Dos hileras de rocas de la playa de Bolonia, en el término municipal de Tarifa, forman estas piscinas naturales en las que bañarse cuando la marea está baja. El agua cristalina invita a remojarse en esta zona llamada Baños de Claudia a la que se accede a través de la playa, pero tomando la dirección contraria a la gran duna. Un tesoro entre rocas que se ha convertido en el lugar favorito de muchos bañistas que huyen de las olas.

Piscinas naturales de Bolonia.  LUIS MIGUEL COLOMA

Ver la puesta de sol en la playa de La Caleta de Cádiz

El ocaso es un momento especial del día, sobre todo en temporada estival. Es un placer para la vista contemplar el atardecer desde cualquier playa. Por ejemplo, la de La Caleta, en Cádiz capital, brinda un espectáculo por las características de este lugar. Se encuentra  entre los Castillos de Santa Catalina y San Sebastián y fue un puerto natural entre las islas de Erytheia y Kotinoussa, por donde entraban en Gadir barcos fenicios que transportaban mercancías. Sus barcas y su agua tranquila ofrecen una bella imagen.

Dormir frente a un lago en Los Alcornocales

En pleno Parque Natural de los Alcornocales, muy cerca de Benalup-Casas Viejas, se encuentra un espacio natural donde disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad en cualquier época del año. Allí se encuentra Wakana, un glmaping frente al embarse de Celemín en el que pernoctar en mitad de la montaña. Rodeado de fauna y flora autóctona, este lugar ofrece la posibilidad de dormir en tiendas de campaña hechas con pieles y con vistas al lago. Se pueden practicar todo tipo de deportes náuticos o descansar bajo la sombra de un árbol.

Bucear en la punta de la Península Ibérica

La Isla de las Palomas se ha convertido en un punto de encuentro para amantes del buceo. Explorar el fondo del mar es un plan de lo más atractivo en esta zona unida a Tarifa que separa al Mar Mediterráneo del Océano Atlántico. Es el punto más meridional de la Península Iberica y cuenta con distintos puntos de inmersión para poder conocer de cerca el mundo submarino. Se trata de un lugar donde habita la mayor biodiversidad subacuática de Europa, por lo que, durante la actividad, será fñacil deleitarse con todo tipo de especies entre cuevas y paredes. En la zona existen distintas empresas dedicadas a la oferta de esta experiencia con las medidas de seguridad pertinentes.