La RAE define taberna como "establecimiento público, de carácter popular, donde se sirven y expenden bebidas y, a veces, se sirven comidas". En lavozdelsur.es nos centraremos en esos locales míticos, imperdibles, de los que hay que probar alguna vez en la vida, que siempre sirven buen condumio y bebidas muy frías.
En este caso, tabernas marineras con ese marisco fresco cocido en la mañana, o esos centros de pescado frito o platazos con pescados a la espalda con unos pimientos asados. Todo ello, acompañado de una cerveza bien o un vino blanco bien fríos.
En la ruta de las tabernas marineras top de la provincia de Cádiz hay una primera parada ineludible, y está en el interior de la provincia, en la campiña, a unos 15 kilómetros de la Bahía: en la barriada de Barbadillo, en un rincón del Jerez proletario, anclado a su esplendor laboral en la industria de las bodegas, se encuentra un clásico entre los clásicos, el Bar Arturo.
Está abierto y está en temporada de mariscos frescos: desde la zamburiña que ilustra esta pieza hasta las galeras, que allí no se sabe por qué saben de otra manera. Cerveza fría, tomate aliñado (imposible no pedir este plato) y pescaíto frito a espuertas. Todo con esmero, con una fritura que sorprende a propios y extraños. Nadie se cansa de recomendar esta tabernita modesta con platos sobresalientes.
Si nos vamos a El Puerto, una parada impepinable es la taberna de Paco Ceballos. Francisco Rodríguez Ceballos fundó en 1946 este negocio familiar ubicado en la Ribera del Marisco que sigue cautivando con su pescado frito y sus guisos marineros de la mano de Mercedes, sobrina de los hermanos Ignacio y Baldomero, segunda generación. “Hemos llegado a vender 8.000 kilos de pavía en un año”, declaraban sus propietarios en un reportaje de lavozdelsur.es. No es de extrañar, es un manjar que preparan allí de una manera muy especial.
Unos kilómetros más metidos en la Bahía de Cádiz se encuentra, en Puerto Real, la Taberna del Puerto, un templo portorrealeño donde “se elige el pescado de la vitrina a dedo”. Fernando Macho y Milagros Mancera fundaron allá por los años 80 este local cerca del paseo marítimo de Puerto Real desde donde llevan casi cuatro décadas ofreciendo pescado y marisco fresco de todo tipo. Su yerno Juan y su nieta Tamara, la sucesora, siguen con la tradición.
Ahora hay dos posibilidades: o tiramos hacia Chiclana, para acudir a la llamada de uno clásico entre los clásicos de la localidad costera, Manguita; o nos adentramos en la vecina San Fernando, para dirigirnos a Casa Bartolo. En ambas tabernas —el Manguita de la Barrosa es ya más restaurante que taberna marinera— se puede degustar pescado fresco y marisco de primera a muy buena relación calidad-precio.
Para rematar, en Cádiz capital, localizamos, más que una taberna, un pequeño quiosquito conocido como el quiosco de Los 12 hijos de Juan, un establecimiento que suma más de medio siglo vendiendo las mejores frituras en la capital manteniendo las recetas tradicionales y unos precios asequibles. De hecho, esa combinación perfecta de buen sabor y precios ajustados le hizo recientemente viral en la red social Twitter, después de que un cliente compartiera la relación de platos que había pedido y el precio final. Un mirlo blanco en la capital gaditana.