Bruce y Robert Stockwell dejaron atrás la costa Oeste norteamericana y decidieron, hace ya más de 30 años, emprender en la costa Noroeste gaditana. Primero arribó Bruce, que había sido periodista en EEUU y lo dejó todo en 1986 para montar un restaurante tex-mex en Cádiz, de los primeros que abrieron sus puertas en España. Al poco tiempo, aprovechando el potencial de clientes que representaba la Base de Rota, trasladó el negocio a la vecina localidad costera y tiró de su hermano Robert, técnico de Medio Ambiente en su país, para que le ayudase a producir algunos de los productos estrella de este tipo de locales, especialmente los famosos nachos (también llamada tortilla chip o totopo en mexicano), hasta ese momento una auténtica rareza culinaria en nuestro país. En ese instante nacía Super-Mex Foods, una empresa familiar que hoy en día, desde su fábrica en El Puerto, elabora a diario unas 15.000 bolsas de nachos que exporta a decenas de países: de Italia a Israel, pasando por Malta, Islandia, Francia o Suiza.
Unos nachos que se encuentran en cientos de restaurantes, tiendas y cadenas de supermercados. "El negocio ha cambiado mucho, hace 25 años no había muchos españoles que supieran lo que era un nacho o una tortilla chip y hoy ocurre al revés, la mayoría lo sabe, y el mercado también, y por eso sabe apreciar la calidad", explica Robert en uno de los stand del Salón Gourmets de la Feria Internacional de Alimentación y Bebidas de Calidad, en Madrid, hacia donde ha viajado con sus productos y algunos de sus galardones —uno de los últimos, el Andalucía Excelente a la Calidad Alimentaria—. Enamorado de "la comida, la gente y la luz" de Cádiz desde hace décadas, este empresario no solo comercializa nachos sino también salsas, sazonadores, latas de chiles con carne y tortillas de trigo. Productos que hace treinta años era impensable encontrar en un supermercado español y que hoy son algunos de los más demandados de los lineales de las grandes cadenas de alimentación.
En una nave del polígono industrial portuense de Las Salinas, con más de 1.000 metros y una veintena de empleados en dos turnos, la empresa de los Stockwell es cien por cien andaluza. Y ahí, reconoce Robert, está la clave de su reconocida calidad. "La gente nos pregunta que por qué estamos aquí, y yo les digo que porque tenemos los ingredientes que nos gustan para hacer un producto de esta calidad. Utilizamos maíz de la zona de Sevilla o Cádiz, nada de transgénicos, ni gluten; el aceite también es de Dos Hermanas; y la sal marina viene también de la provincia". "Son unos nachos andaluces", defiende quien se considera hijo adoptivo de la provincia gaditana sin haber abandonado todavía ese acentillo norteamericano. Las famosas tortilla chips y tortillas de maíz de Super-Mex siguen en su proceso de elaboración una antigua tradición de los indios Aztecas llamada Nixtamal.
Según ésta, "los productos de maíz se obtienen de la cuidadosa cocción de maíz de primera calidad secado al sol. El maíz se muele a piedra para liberar su rico sabor natural. Posteriormente, se fríen en aceite 100% de girasol y aceite de girasol alto oleico; y en el caso de las tortillas chips sabor natural empleamos solamente sal marina". "Es un mercado que sigue creciendo, va madurando, la gente va viendo la diferencia de calidad y, por lo que nos dicen nuestros clientes, somos el mejor nacho que hay en España", afirma el empresario estadounidense. En una enorme freidora con 300 litros de aceite de girasol, los nachos de los hermanos Stockwell se ponen crujientes para salir al mercado. "Como el aceite de oliva, el aceite de girasol alto oleico ayuda a subir el colesterol bueno y bajar el colesterol malo. Este aceite naturalmente tiene un nivel de grasa saturada muy baja y no contiene grasas trans", explican en la web de la compañía, donde ya prácticamente empiezan a tomar las riendas la segunda generación de la familia, los hijos de Robert y su esposa Kate, Yoshua y Sidney.
Autoproclamado "americano-andaluz", el gaditanismo de Stockwell le lleva a que incluso en la web de su empresa se incluya un singular maridaje de sus productos con materia prima de la tierra. En el recetario de Super-Mex Foods, lo mismo pueden encontrarse unos tacos con gambas de Sanlúcar que unas quesadillas con payoyo o un arranque roteño con tortillas chips. Sin parar de crecer, la empresa ya proyecta nuevos lazos comerciales como proveedor internacional, así como ampliar su gama de productos y, en consecuencia, las instalaciones para añadir una nueva línea de fabricación y más espacio de almacenaje.
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