Dos de las grandes experiencias turísticas de Andalucía reabren desde este viernes 12 de junio con nuevas medidas higiénicas y de seguridad tras el apagón de la pandemia. ¿El vértigo del Caminito del Rey o la claustrofobia de la Mina Rica hasta llegar a la Geoda de Pulpí? Ambas atracciones naturales vuelven a ponerse en marcha, por supuesto, con aforo reducido hasta nueva orden.
La visita a la geoda, que recientemente ha solicitado ante la Junta su declaración como monumento natural, llevará aparejadas medidas concretas desde el acceso al recinto, ya que todos los vehículos que entren a las instalaciones serán desinfectados mediante un sistema de aspersores. La Geoda de Pulpí, en Almería, va a reabrir tras la remodelación de sus instalaciones, la incorporación de una nueva galería y la adopción de protocolos de higiene y seguridad en el interior de la Mina Rica, que podrá ser explorada por grupos de hasta diez personas si pertenecen al mismo núcleo familiar.
El cierre de las instalaciones fue anterior a la declaración del estado de alarma debido a los trabajos de adaptación y mejora iniciados el pasado 24 de febrero, que tenían como objetivo la instalación de un ascensor y la rehabilitación de un nuevo espacio: la galería de las colas de golondrina, de unos 50 metros de largo y dotada de cristales y huellas —escritas y marcas con herramientas— que datan de 1912.
En todo caso, desde hoy todos los visitantes que lleguen al reciento pasarán a un cuarto de desinfección. "Nadie podrá entrar a la zona segura sin mascarilla o con una temperatura superior a 37,2 grados", explican desde el recinto almeriense. En este sentido, han incidido que en los usuarios deberá llevar de casa mascarillas para poder realizar la visita. En caso contrario, tendrán la posibilidad de adquirir una en la tienda de las instalaciones "al precio estipulado por el Gobierno".
Una vez dentro, los visitantes esperarán en una zona amplia, al aire libre, donde podrán mantener en todo momento la distancia de seguridad. En esta zona esperarán a la llegada de su guía para realizar la visita, que se hará en grupos de siete personas, ampliables hasta diez en grupos familiares. A todos ellos se les proporcionará sus cascos desinfectados en la bocamina.
Las medidas de higiene también se extreman en el interior de la mina, ya que los visitantes contarán con varios puntos de gel hidroalcohólico en diferentes espacios como el polvorín, la escalera, la geoda gigante o el recién instalado ascensor, que conecta dos galerías y facilita el acceso a personas con movilidad reducida. Entre otras medidas, los visitantes también podrán llevar bata, guantes, redecilla y mascarilla. Las superficies de desinfectarán varias veces al día.
El Caminito más higiénico
El Caminito del Rey, en Málaga, también reabre este viernes, dos días antes de que se cumplan los tres meses cerrado debido a la pandemia del covid; y lo hará con un máximo de 550 personas al día y un protocolo de actuaciones que garantiza la seguridad de los visitantes, con medidas que tienen en cuenta la distancia entre las personas, así como la limpieza y desinfección de las instalaciones y de todos los elementos del recorrido.
De momento, se han vendido unas 8.000 entradas de las 11.500 que se han ofertado, lo que supone un 70 por ciento del total; y este viernes se ponen a la venta en torno a 7.000 más para completar el mes de julio. El aforo se reduce al 50 por ciento, con un máximo de 550 personas al día, y las visitas se limitan a los viernes, sábados y domingos durante los tres próximos fines de semana. A partir del 7 de julio, ante la demanda existente, el Caminito podrá volver a visitarse todos los días excepto los lunes, que permanece cerrado siempre por tareas de mantenimiento.
El cumplimiento de esa distancia de seguridad ha obligado a reestructurar los espacios en los que hay más riesgo de concentración de usuarios. Por ejemplo, la zona de entrada y de recepción, los aseos, el puente colgante y el mirador de cristal. En estos casos, se ha reorganizado el flujo de personas con vallado y señalización indicando la dirección y el sentido que se debe seguir en cada caso. También se han instalado carteles recordando la importancia de mantener la distancia de seguridad entre personas o grupos familiares, tanto estando parados —que debe ser de dos metros— como en movimiento —que debe ser de cinco metros—.
Otro de los pilares fundamentales para garantizar la seguridad es el plan de limpieza y desinfección de las instalaciones y los elementos del recorrido, estableciendo los productos a utilizar y la frecuencia con la que debe hacerse la limpieza.
En este sentido, se ha decido usar solo el hipoclorito sódico (lejía) en los aseos e instalaciones de la entrada y salida. Para las demás zonas, como barandillas y elementos de agarre, pasarelas y cartelería, se utilizarán otros productos viricidas con alcohol para minimizar el impacto sobre el medio.
Los aseos para usuarios se limpiarán al menos una vez cada dos horas al igual que los espacios y elementos exteriores, como barandillas. Y los elementos en contacto con los usuarios del puente colgante y el mirador de cristal se limpiarán al menos una vez cada hora. Además, se han instalado en una docena de puntos del recorrido dispensadores de gel para la desinfección de las manos. Y se hará una desinfección de cada casco, junto al que se entrega un gorro de protección higiénica.