El impresionante jardín del Palacio del Virrey Laserna, en pleno centro del Jerez antiguo, regentado por Asís Moreno Landahl, ha sido escenario en la tarde-noche de este pasado jueves de la presentación de la primera obra del periodista Eugenio Camacho (Jerez, 1973), 60 crónicas a boca llena. Por las dependencias y por el vergel de esta finca pasó muchas décadas antes Francisco Moreno Herrera, VII conde de los Andes (Jerez, 1909), dirigente político con una vida al servicio de la monarquía y, especialmente por lo que simbolizaba en la presentación, reputado gastrónomo que firmó sus artículos con el pseudónimo Savarín. Creó escuela en el país sin hacer sangre.
Esa escuela, caracterizada por ensalzar lo positivo y huir de lo negativo y de la crítica destructiva, es a la que se ha apuntado Camacho —31 años en el oficio de comunicar y contar historias; aprendiz de cocinilla que "ensucio mucho"— desde hace más de cinco años con A boca llena, una marca que comenzó felizmente en estas páginas de lavozdelsur.es y que se ha ido desarrollando posteriormente en la SER y en 7TV. Un periodista todoterreno, curtido y experimentado en prensa escrita y en los micrófonos, que, como buen escribidor, no solo se niega a dejar de aprender, sino que explora, trabaja infatigablemente y es capaz de descubrir lo que ni él mismo pensaba que tenía dentro.
En su puesta de largo, Eugenio volvió a demostrar que si fuera un vino sería, como buen jerezano, un generoso. No solo agradeció a todos la asistencia, a todos los que de alguna u otra manera tuvieron que ver con este feliz alumbramiento —hasta un aplauso pidió para el venenciador, Jesús Rubiales—, sino que entregó una generosa obra —una guía con pistas y recomendaciones para salir a comer sin temor al pinchazo, y una jugosa y entretenidísima sucesión de crónicas periodísticas— editada con todo el celo y el peso del mundo (literal, en papel cuché) por Peripecias Libros.
Antonio Aguayo y Juan Félix Bellido, y Manu Cazalla y David Gallardo en la trastienda, vieron cómo los ejemplares de estas crónicas que han podido publicar desde la pequeñita (pero ambiciosa) editorial jerezana volaban entre los presentes, todos con la dedicatoria y la firma de Eugenio, abrumado por su poder de convocatoria y por la acogida de una obra de consulta y disfrute desde el titular hasta la última palabra de cada uno de los sesenta textos que la conforman.
En el jardín del Palacio hubo muchas caras conocidas para asistir a la presentación y posterior firma de ejemplares, vino fino mediante, de estas 60 crónicas a boca llena. Aparte de los acompañantes en la mesa, entre ellos el delegado de Cultura Paco Camas —campeón del mundo en la modalidad de menudo, por mor de un concurso organizado por el propio Eugenio— o la autoridad gastronómica Paz Ivison, jerezana y Premio Nacional de Gastronomía, hubo muchos hosteleros y restauradores entre los presentes —mencionar a algunos obviando a otros sería un error—, así como compañeros, amigos y conocidos del comunicador jerezano (hasta su endocrino José Antonio Agarrado).
Experto en oratoria —como volvió a demostrar—, un profesional superlativo y un compañero para mojar sopones, Eugenio apenas dio abasto para hablar en la distancia corta sobre este Árbol de la Ciencia gastronómica de la provincia de Cádiz que ha cocinado estos años y que ahora emplata en formato libro.
Entre los asistentes, Evaristo Babé, responsable del Consejo Regulador del Brandy y de Fedejerez; Jose Argudo de González Byass; Javier Durá (lejos ya de la política, a caballo entre Jerez y Conil) y Aurelio Romero; Juanma Romero y Lourdes Acosta, de la Cadena SER en Jerez y Cádiz, respectivamente; Javier Benítez, responsable territorial de Canal Sur en Cádiz; Joaquín Ladrón de Guevara, de Publicaciones del Sur; el galerista José Daza (algún esfuerzo desde lo público habría que hacer por preservar esa galería Daza) y la galerista Carmen de la Calle; la amiga Fátima Ruiz de Lassaletta (un gusto volver a verla tras los años en Patricio Garvey); Paco Benavent (¡ánimo!) y Dolors Vallespi; Antonio Arcas; el interiorista de hostelería, entre otras cosas, Christian Harhoff; Carlos Fontán; Pepe Bastos y Ana Fernández, entre otras decenas de asistentes —más quisieran muchos actos congregar tantísima asistencia— que no quisieron perderse un evento entrañable protagonizado por un periodista de los imprescindibles.
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