Feng Shui, de Luis Shi, 'emperador' de La Barrosa: teppanyaki, espectáculo y sabor asiático-gaditano

Hace casi dos décadas que Zhenling Shi, Luis desde que llegó a España con 15 años, inauguró en Chiclana uno de los restaurantes orientales más prestigiosos de Andalucía, donde la materia prima busca el equilibrio con las esencias asiáticas

Luis Shi, cocinando en teppanyaki en el salón central de Feng Shui, en Chiclana.

Feng shui, que ha llegado a nuestra época desde la china imperial, la de los grandes emperadores, significa viento y agua. Pero más allá de lo literal de estas dos palabras, se trata de toda una tradición filosófica y cultural que busca el equilibrio y la armonía a partir de las formas o la ocupación del espacio. Feng Shui es también el nombre que Zhenling Shi dio hace 18 años a uno de los restaurantes asiáticos con más prestigio de Andalucía. 

Allí reinterpreta y adapta este arte chino milenario haciendo fluir la energía a través de los sabores de su cocina, especialmente, a partir de su teppanyaki, una plancha de cocina japonesa que preside el salón principal del local. Una cocina abierta donde los comensales asisten al espectáculo que lidera el que todos conocen como Luis Shi, o Luis Feng Shui. 

Un chef y empresario de 44 años, padre de una familia de tres hijos, que llegó a tener tres restaurantes de comida asiática en Madrid y al que algunos de sus clientes empujaron hace casi veinte años al sur de España. “Veraneaban en Chiclana y me insistían para que abriera aquí y así ellos poder seguir comiendo mis platos en verano”, sonríe Shi, al que apenas le hizo falta echar un vistazo en un viaje a la localidad costera de Cádiz para decidir que quería instalarse definitivamente en uno de los municipios más pujantes de Andalucía. Aquí no solo ha echado raíces, sino que es donde ha nacido el menor de sus hijos.

Luis Shi, en el teppanyaki.   MANU GARCÍA
Gambones con salsa kimchi.   MANU GARCÍA

Bastante tiempo antes, antes de ser Luis, Zhenling Shi se crió en la provincia de Fujian, una provincia del sureste de China, entre Cantón y frente a la isla de Taiwan, famosa por sus montes y sus ciudades costeras. “El clima es parecido a aquí, con mucha costa, con mucho pescado y mariscos”, cuenta. Allí creció y allí estudió, pero a los 15 años puso rumbo a España. “Me acuerdo de aquello, pero el aprendizaje de la vida está en España, llevo más tiempo en España que allí”.

En este país de acogida su padre ya regentaba un supermercado oriental que proveía productos importados a bares y restaurantes chinos. Él dio el salto directamente a la hostelería, de abajo hacia arriba, como friegaplatos, como pinche, como camarero… hasta que llegó a los fogones. Estuvo trabajando en uno de los mejores asiáticos de la capital de España, el restaurante chino Tse-Yang, en el hotel Villamagna, y fue aprendiendo hasta el último secreto de la hostelería y de la cocina oriental.

“Estuve unos ocho años trabajando en restaurantes buenos en Madrid y aprendí mucho, pero ya a principios de 2000 tenía claro que quería abrir mi propio negocio”, recuerda. Desde el éxito de Sake, su primer restaurante en Madrid, pasaron pocos años hasta que encontró que su ubicación ideal estaba unos 650 kilómetros más al sur. En la carretera de La Barrosa, en un chalé decorado con motivos orientales, enormes Budas y una atmósfera tenue y relajada, Luis Shi inauguró hace casi dos décadas Feng Shui.

"Cada vez me gusta más la cocina; buscar nuevos sabores"

Mueve las espátulas a la velocidad de la luz sobre la plancha. Estas lo mismo les sirven para echar cilantro, ajos picadísimos y cebollino sobre lo que dora en la enorme teppanyaki, que para liar unos rollos de carpaccio de vaca gallega con setas shitake. El metal no se inmuta: zamburiñas, gambones, un suculento trozo de foie de pato… “Son ya más de 20 años haciéndolo”, presume Shi cuando se le felicita por su habilidad ante la plancha. Y añade: “Esto te tiene que gustar, tienes que hacerlo para que la gente salga satisfecha. Al principio, cuando esta comida era más de