Hablar de Hermanos Carrasco es hacerlo de una de las cocinas más perfeccionistas de la provincia de Cádiz. El llamado mesón, con méritos de sobra para ser denominado como buen restaurante, nació en 2009, cuando los hermanos dieron el salto en solitario, después de unos años de aprendizaje y crecimiento en la venta La Carreta junto a su tío Salvador.
En el local de la avenida jerezana Caballero Bonald, con capacidad para 120 personas en circunstancias normales —restricciones de aforo al margen— ofrecen al comensal toda una experiencia gastronómica capaz de satisfacer a los más exigentes paladares.
Nacido por la necesidad de experimentar y de seguir un camino distinto al de sus comienzos, dando a conocer su particular forma de entender la hostelería, en Hermanos Carrasco dan rienda suelta a unos platos tradicionales con el toque particular que aporta el chef Juan Manuel Carrasco, que gestiona el negocio junto a sus hermanos Miguel Ángel y José.
En este mesón se miman las materias primas y no paran de buscar (y encontrar) platos diferentes, siempre respetando el producto. La especialidad de la casa, dicen desde Hermanos Carrasco, es su personal, entregado al 100% con la causa. Las carnes, mayormente de vaca, que sirven de distintos tipos y cortes, también son uno de sus puntos fuertes, aunque no se quedan atrás los pescados y mariscos. Y caldos de la tierra.
La mejor recomendación que se puede hacer a quién entre por primera vez por la puerta es dejarse llevar, aconsejado por el personal de Hermanos Carrasco, con amplia trayectoria en el sector. Una experiencia para los sentidos.