Una de las patas de la gastronomía andaluza es el desayuno. Lo saben los andaluces, que cuando se marchan fuera unos días de viaje, sienten una gran añoranza de la tierra.
El buen comer empieza bien temprano en Andalucía. La razón, quizás, es que es una tierra muy unida al campo. Existe una enorme tradición de comer contundentemente para echar una 'peoná' donde no falten las fuerzas.
Y el mollete con jamón es uno de los desayunos estrella. Es uno de esos platos que, además, uno va construyendo sobre la propia mesa del bar.
El jamón por un lado, al gusto; el tomate, por otro -o natural o triturado-; el aceite, de la tierra, por supuesto... Y el pan. Los hay quienes son más de miga tierna que cocinada.
Cocinar un buen pan de mollete parece sencillo, pero no lo es. El requemado o no. Que esté bien caliente por dentro. Que se mantenga la harina exterior del pan en las manos...
Todos esos secretos los conocen bien en Algodonales. Este pueblo de la sierra de Cádiz es uno de los más conocidos por el turismo alternativo de montaña, aunque está a apenas hora y media de coche de las playas de la provincia.
Y qué mejor que desayunar un buen mollete con jamón en El Cortijo, ubicado en la carretera de acceso a la localidad, cuenta con un amplio menú de guisos de gran nivel.
Pero para quien viaje desde Cádiz capital, Chiclana o El Puerto, por ejemplo, merece la pena mantener el ayuno un rato y abrir boca con las delicias de la familia Moreno Torrejón. Un lugar obligado para desayunar en la Sierra.