Jerez es ciudad de muchas ‘cunas’, una muy grande en la que caben el flamenco, el caballo cartujano, el jerez… y también el belenismo. Es la otra cara de la Navidad jerezana. No menos importante, pese a que la Zambomba le ha restado protagonismo sobre todo en las calles. Y sin embargo, ahí está como una banda sonora que empieza a oírse desde muchos meses antes de la Navidad, cuando los artesanos ya arrancan a dar forma a sus creaciones.
Es una realidad que la Navidad jerezana ha evolucionado en cuanto a lo que más despierta el interés de propios y extraños. Ahora la Zambomba tiene un enorme protagonismo por el impulso que se le ha dado desde Ayuntamiento, así como por su declaración como BIC. Otro factor ha sido que las hermandades han dejado de involucrarse en el montaje belenista y ha tirado para la celebración en torno a la zambomba y la candela.
Hasta no hace muchos años, un número importante de cofradías instalaban belenes visitables en sus sedes, algo que ha quedado casi en el olvido en cuanto a las prioridades de estos colectivos que se apoyan más en las Zambombas por una cuestión claramente crematística, por los beneficios que dejan.
Ahora esa ‘ruta’ se ciñe a enclaves fundamentales como son Los Claustros, el Museo, la sede de la Asociación, el clásico de la Escuela de San José, González Byass y algunos más. Pero ahí están. Sin temor a equivocarnos, Jerez se sitúa entre las ciudades, no solo de Andalucía y España, sino del mundo, donde el arte belenista es una referencia absoluta en creatividad y técnica; en artesanos y maestros que han hecho posible el surgimiento de un estilo en el que el realismo, la excelencia en el paisajismo, en la creación de figuras y en la innovación en las técnicas han señalado un camino que es seguido fielmente por los artesanos del Belén de aquí y de mucho mas allá.
Dos plantas, un Belén monumental y un exquisito nacimiento napolitano
Cuando llega la Navidad es la mejor época, como es obvio, para comprobar la excelsa realidad del belenismo jerezano. Sin embargo, una institución como la Asociación de Belenistas de Jerez debía de tener un museo o exposición permanente en la que la gran tradición al nacimiento que existe en todo el orbe pudiera ver lo más exquisito; lo mejor de lo mejor. En diciembre de 2011 abría sus puertas el Museo del Belén situado en la calle Circo, un espacio construido en un casco de bodega del siglo XIX que fue remodelado y acondicionado.
El espacio expositivo se divide en dos plantas en algo más de 1.400 metros cuadrados. En la de abajo se enseña la obra maestra, la pieza clave de este equipamiento, el Belén Monumental de estilo hebreo que ocupa 240 metros cuadrados y dividido en seis escenas que van desde La Anunciación hasta la Huida a Egipto.
También se puede ver una muestra de dioramas navideños, belenes de diversos estilos y formatos, una sala de proyecciones y usos múltiples. La planta contiene una serie de belenes 'made in' Jerez, España y el Mundo, junto como un Monumental Belén napolitano, que sigue los cánones de montaje del siglo XVIII y vitrinas con colecciones colección de piezas escultóricas.
Juan Camas es uno de los belenistas voluntarios que se ocupan mantener y abrir el Museo. Manuel Salado es el director de la instalación y cuenta con un grupo que hacen las guías a los visitantes. “Tenemos visitantes todas las épocas del año, principalmente grupos concertados”, señala Camas que incluso cuenta que no son pocos los grupos que cierran visitas en verano: “Por aquí veranea gente de toda España y muchos aficionados al nacimiento que no dejan pasar la oportunidad de visitar el Museo” e incluso de fuera de España, “nos conocen más en el extranjero que aquí”.
El belenismo jerezano llama la atención por las técnicas que se emplean en su creación, “cuando vienen ya saben lo que van a ver y se portan de una manera muy generosa ya que quieren comprar algo, dar donativos, es algo que los diferencia del visitante nacional”.
Un casco de bodega del siglo XIX
Resulta que el continente, el casco de bodega, les llama mucho la atención, “les sorprende entrar en un sitio donde antes hubo vinos y sobre todo lo bien que está estructurada la instalación”. Ahora es tiempo de visitas pero de gente de lugares cercanos de casi toda Andalucía y especialmente de colegios. “Cuando oyes el aplauso que dan al final de ver el Belén monumental, te llena de emoción”.
Ramón García, presidente de la Asociación de Belenistas de Jerez, Reconoce que el Museo del Belén es el eje sobre el que se sustenta la mejor evidencia de lo que es el nacimiento jerezano. “El Museo funciona muy bien en cuanto a su actividad como en visitas; es muy alentador que ocurra esto”. Entre tanto, un numeroso grupo de colegiales entra en la recepción. Es una visita concertada. El lógico charloteo y jolgorio que acompaña la ‘excursión’ de los pequeños se apaga rápidamente cuando el guía, Juan Camas, empieza explicarles qué es lo que van a ver, el Belén Monumental.
Se entra en la oscuridad y empieza a amanecer, todo acompañado de una música clásica apropiada; todo esta informatizado. Poco a poco las formas toman fuerza conforme el ‘sol’ va subiendo en el horizonte: montañas, árboles, palmeras, imaginería, una maravillosa y delicada escena de la Anunciación, un poblado hebreo con colinas y verdor de gran realismo rodeando a los pastores mientras un ángel les anuncia el nacimiento, que se sucede a continuación con gran empaque y sigue con la llegada de los Reyes Magos, uno de ellos subido a un enorme elefante; se alcanza la escena final, la huída a Egipto con la desembocadura del Nilo como fondo, las pirámides en una genial perspectiva y la Sagrada Familia entrando en la ciudad de los faraones con una sorprendente recreación de sus templos y arquitectura.
Si subimos a la primera planta, la admiración también se consigue al contemplar la armonía y belleza de un Belén napolitano que nos retrotrae a esas grandes casas palaciegas donde cada Navidad se vestía su salón principal con un nacimiento de este estilo. Y por todos los rincones, dioramas, exposición de imaginería, de nacimientos de un tamaño mayor, de cuadros que son belenes… todo lo que cabe en la imaginación y creatividad del artesano.
Obras que son referencia en todo el mundo
“Este Museo es sin duda uno de los más importantes de España; aquí se exponen obras prácticamente de primer orden mundial como el Belén Monumental, que no tiene parangón”, apunta Ramón García que no duda en afirmar que “este nacimiento ha creado escuela porque la temática y la idea se ha reproducido en todo el mundo”, un nacimiento que tiene el acento genuinamente jerezano cuyo estilo está creciendo enormemente.
También se refiere al napolitano instalado en la primera planta. En él cambian las tornas, es el estilo elegante y palaciego que imperó en la corte española desde que Carlos V lo importara de la ciudad italiana, entonces de dominio español, cuna de este estilo: “Lo hemos querido crear con un punto especial, acercarlo a aquella época de casas palacio que abrían sus puertas para enseñar sus nacimientos”.
El belenismo en Jerez está en un momento de alza especialmente en su nivel artístico, subraya el presidente, “aunque se crea que estamos a la baja es todo lo contrario. Hay más socios y más belenes a concurso”, explica Garcia, que sobre todo destaca un factor que sobresale: el artístico, “se ha crecido en calidad creativa”.
Los belenistas jerezanos se han caracterizado por su generosidad a la hora ese enseñar los secretos de su arte; lo han exportado convocando cursos en diferentes capitales e incluso editado un libro de cómo se hace un nacimiento jerezano.
La generosidad del belenista jerezano
Esto tiene dos caras, la positiva con el fomento del belenismo, y la otra, que a día de hoy podemos encontrar en otras ciudades nacimientos de estilo jerezano de enorme calidad pero con la firma de otros artesanos que se iniciaron con Jerez de la mano. “Nos sentimos muy satisfechos de que otras asociaciones hayan bebido de la fuente de Jerez y eso les haya hecho crecer”, recalca el presidente pero objeta que “nosotros no nos dormimos en los laureles; seguimos avanzando, seguimos presentado nuevas propuestas, creaciones, estilos y técnicas… Todo eso lo enseñamos en Los Claustros porque en el belenismo entran todos los formatos”.
“El Nacimiento de Jerez es como el vino, el cante flamenco, el caballo… hay denominaciones de origen por todas partes pero lo que nadie discute es que Jerez es cuna y escuela del belenismo andaluz, español e incluso internacional”, subraya Ramón García que pone el ejemplo “de lo que ahora vivimos. En Suramérica existe una corriente muy importante de belenistas que nos están requiriendo para que les enseñemos”.
En definitiva, los belenistas jerezanos “no se guarda ningún secreto”. De hecho todo el que se interesa por aprender, sean particulares o colectivos, “les decimos cómo hacer las cosas”. Ramón García, mirando al futuro, desea hacer crecer el Museo pero en el aspecto documental para que los estudiosos y aficionados tengan una base de datos y imágenes.
También estudian ampliar la zona expositiva para enseñar los otros formatos que se están trabajando en un mundo belenista que, pese a que es pura tradición y talento artesano, no cesa en su empeño de seguir perfeccionándose, algo que va mucho en el carácter del jerezano: buscar la máxima excelencia y no conformarse con una meta ya alcanzada. Hay otras que seguirán saliendo del ingenio de estos artistas para los que el Belén no es algo ocasional y ceñido a una temporalidad, es una forma de vida.