Los juguetes estrella son los que se agotan primero dado que ni siquiera el fabricante es capaz de prever el impacto que tendrá en ventas. Es una gran incógnita para este negocio: el misterio de adivinar los deseos de los peques, algo que a buen seguro vuelve locos a los expertos en marketing de las firmas fabricantes y también a los que al final los coloca en sus escaparates.
En ese ranking de hasta diez años y algo más es sorprendente la irrupciòn del Tamagotchi, una mascota virtual creada en 1996 en Japón que causó furor entre la infancia y que regresa gracias a una película infantil de éxito. En este terreno de los favoritos entran asimismo el campo de fútbol de Playmobil —los años que hay Eurocopa o Mundial se intensifica el interés por este deporte—; el juego del Avatar, la Casa de Gabi… En definitiva, son algunas de las pistas de por dónde van los deseos de los pequeños, según nos cuenta la experta en juguetería de Jerez y comerciante del sector Nela García, que lleva 18 años con un establecimiento, Carrusel Juguetes.
Es el único que existe en el centro de Jerez. Casi tomó el relevo la desaparecida y mítica Juguetería Álvarez. Pese a que el consumo está tan diversificado entre las grandes ofertas de los ‘super’, alguna cadena especializada y sobre todo la compra online, sigue ocupando su espacio tras casi dos décadas de seguir adaptándose a la realidad comercial, que obviamente no se queda en abrir las puertas del negocio y esperar a que entre el cliente.
Mantener una juguetería todo el año abierta no deja de ser un reto comercial dada la estacionalidad de las grandes ventas, que es la Navidad. Sin embargo para Carrusel Juguetes el secreto para mantener abiertas las puertas está en adaptarse y reinventarse.
Adaptarse a las necesidades del cliente actual y “trabajar los 365 días del año; haciendo apartados y recibiendo cartas de Reyes Magos desde antes del verano, que se pueda pagar poco a poco; tenemos servicios a domicilio, montamos las bicicletas… es un trabajo de todo el año que se ve reflejado en estos días”. Sembrar para recoger, en pocas palabras, es la filosofía que inspira un negocio de este tipo que ha sabido adaptarse y sortear la gran competencia con un principio: la atención al cliente.
Con toda lógica, estos días previos a la llegada de los Reyes Magos, la tienda está a tope de clientes. Algunos traen la carta de los pequeños para tratar de encontrar lo que piden; otros llegan con rostros desesperados y móvil en mano para enseñar la foto del ansiado juguete, buscado hasta la saciedad.
“Las cartas vienen muy completas, con todos los detalles”, explica Nela García, aunque también, tal vez casi de forma socorrida y como último recurso, los juegos educativos y de mesa también se solicitan mucho. Estos son un clásico que nunca pasan de moda ya sean los destinados para mayores como para pequeños.
Curiosamente, mientras conversamos con la propietaria, una cliente pide un juego, Pisa la caca, lo que sorprende por lo escatológico del argumento; sin embargo, explica Nela, que este tipo de juguetes relacionados con los excrementos son muy demandados.
Aunque no es su especialidad, los juguetes de carácter tecnológico o tecnologías como consolas, videojuegos y otros en esta línea, que siguen siendo las perticiones estrella en las cartas, reconoce que “cada vez los niños entran en ese ámbito a una edad más temprana, sobre todo porque se fija en su compañero de cole, de juegos e incluso en su familia, aunque no sepa lo que tiene en sus manos”.
La cuestión está en la carta de Reyes Magos, si la escribe el pequeño o la hace el adulto: “No podemos descargar en el niño toda la culpa de que lo que elija sea lo correcto para su edad; en ello los adultos tienen mucho que ver sobre todo los que hacen la relación de lo que quiere el niño o niña”. Así que la decisión de los adultos sigue influyendo y mucho.
En cuanto al juguete no sexista, una pelea que mantienen colectivos que promulgan la igualdad e incluso impulsado por las administraciones, tiene una aceptación relativa, “porque, volvemos a lo mismo, al final la toma de decisiones es del adulto. Hay de todo, hay niños que piden carros y niñas que piden balones pero hay personas que siguen insistiendo y discriminando en lo que lo quieren rosa o celeste”.
“Esto irá evolucionando con el tiempo. Como todos los cambios tienen que ir poco a poco porque dependen de los niveles educativos y culturales de cada uno”, cuenta Nela García. Hay quienes buscan juguetes unisex y también los que al comprar un muñeco para niño, el carro no puede llevar nada rosa: “Cada uno le da la importancia a las cosas según su criterio”.
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