Cada mañana del Sorteo de Navidad, hay alguna anécdota de esas que todos ven porque buena parte del país está pendiente de la televisión.
Cualquier error se multiplica porque todas las miradas están puestas en los niños de San Ildefonso, responsables de cantar cada bola de cada premio.
Una niña, en la mañana de este 22 de diciembre, ha cantado cuatro millones de euros, pero no era así. Porque el Gordo de la Navidad acababa de salir unos minutos antes.
"Pero es que un chico me ha dicho...", se escucha decir al responsable del sorteo, sentado en una mesa justo detrás.
Un error mientras tenía en la mano la bolita de los 1.000 euros, conocidos como la Pedrea.
En redes, como ocurre cada año, hay quien ve tongo y mano negra. Difícil, desde luego, cuando hay tantos y tantos millones de personas pendientes en directo.