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Cuando Thomas Grzib abrió en 2009 su tienda Selva Dulce en San Fernando la gente miraba con curiosidad, pero también con escepticismo, los productos que vendía. Panes de centeno, de espelta, con semillas... Hoy en día se pueden encontrar en otros establecimientos, pero hace 15 años este alemán fue un pionero en tierras isleñas. Y pocos ofrecen su calidad.
Anteriormente ya había tenido una tienda en Chiclana, pero Thomas ha encontrado el lugar ideal para llevar a cabo su trabajo en San Fernando, donde ya cuenta con una clientela fija que valora su labor artesanal y esos productos con los que se han ido familiarizando en los últimos años. Se acerca la Navidad y no pueden faltar los christstollen, speculatius o vanillekipferl, tan sabrosos como impronunciables para la mayoría.
"Tenemos una variedad de productos típicos alemanes con panes de mezclas de harinas, otros sin gluten pero no apto para celíacos, ideales para deportistas o personas que quieren hacer una dieta. También tenemos un pan de calabaza que está hecho con puré de calabaza, que es uno de los que más vendemos. También hay pan blanco como barras, baguettes, molletes o panecillos integrales", explica el artesano.
Pero como no solo de pan vive el hombre, Thomas cuenta con un buen surtido adicional. "Tenemos galletas de avellana, cookies y una amplia variedad de pastas de té". Y, por supuesto, tartas. Cada día ofrece 10 tipos diferentes, que se pueden comprar en porciones o enteras. Hay clásicos como la tarta Sacher o la Selva Negra. Son recetas que he elaborado yo, a mi estilo y no hay nada igual que se pueda comprar en otro lado".
En estos 15 años ya se ha ganado la confianza de un público que al principio se extrañaba al ver determinados productos: "Al principio costó bastante, a verdad. Ya me han descubierto". Su clientela sabe con lo que se va a encontrar, pero este alemán de Rastede, un pueblo cerca de Hamburgo, contiinuamente quiere ofrecer cosas nuevas: "Siempre tenemos lo que quieren los clientes, pero además cada semana tenemos dos tartas diferentes, según la época del año o según la fruta que haya en el mercado. En el pan también tenemos ahora pan de cúrcuma, que está de moda y lo hemos puesto integral para ser diferentes a lo de lo demás. Siempre hay cosas nuevas aquí".
En tiempos en los que los consumidores cada día cuidan más su alimentación en busca de una vida sana, Thomas pone de su parte para endulzar la vida de los isleños, pero con moderación: "Las tartas que hacemos en general llevan menos azúcar que en otras pastelerías. El tema del pan ha cambiado bastante. Antiguamente el pan de semillas no se vendía porque la gente pensaba que eso era para sus animales y no para humanos. Ahora los médicos se lo mandan a mucha gente que tienen problemas con el corazón o que tienen la tensión muy alta. Los panes cien por cien de centeno ecológico, además integral, son muy complicados de encontrar. En los supermercados los puede haber, pero nunca son cien por cien como el mío".
¿El pan engorda o no? El alemán ve pasar por su mostrador a muchas personas que se lo preguntan y ha llegado a una conclusión como experto en la materia. "La típica barra que comemos al mediodía no es muy buena para el cuerpo. La harina blanca no tiene ningún beneficio, pero tiene un sabor bueno. Un pan con semillas integrales tiene muchos beneficios para el cuerpo, por ejemplo para ir al baño porque mejora todo el tema de de digestión. Hay varios beneficios que tienen los panes integrales y seguramente con un pan integral es complicado engordar".
Aunque vive en Medina se siente un isleño más y espera estar muchos años en La Isla, donde se siente como en casa. "Me he integrado muy bien porque la gente de San Fernando me lo ha puesto muy fácil. Ya llevo casi 30 años en España y nunca he tenido problemas, al revés. He sentido mucha ayuda y mucha curiosidad de gente que me pregunta qué hago y de dónde vengo. Me parece que voy a quedarme aquí ya para siempre".
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