No lo encontrará en los portales más conocidos de reservas de alojamiento on line porque el trato cercano se mantiene desde el primer momento: prefieren la reserva por teléfono. Es la filosofía de Los Tadeos , un hotel rural de Zahara de la Sierra que no deja indiferente a ninguno de sus huéspedes. Ubicado en un rellano antes de subir por las calles de esta bella localidad gaditana, desde sus dependencias se pueden apreciar algunas de las vistas más bonitas de la sierra de Cádiz. A un lado, el castillo de Zahara. Al otro, una reserva de la biosfera: el Parque Natural Sierra de Grazalema.
“En el confinamiento disfrutamos muchísimo. Imagínate”, dice Olga Galván Atienza, que gestiona el alojamiento junto a su hermano Alejandro. Estos dos hijos de la emigración andaluza a Cataluña —nacieron en Barcelona, pero sus padres son de Zahara—, se reparten el trabajo en el complejo hotelero, que cuenta con bar para desayunos, restaurante para almuerzos y cena con terraza, 17 habitaciones y una amplia piscina-balcón con vistas al campo. "Es una maravilla, la tenemos abierta de marzo a noviembre", dice sobre Los Tadeos, cuya denominación obedece al nombre de pila de un antepasado por el que es conocida la familia en Zahara.
Ambos llegaron con 11 y 13 años a Andalucía. Su madre, que tenía una tienda, no se quería venir, mientras que su padre, que trabajaba en la fábrica de la Seat, le tiraba más el terruño. “Ellos se fueron en aquella época que emigró mucha gente, en los años 60”, explica Alejandro. Un año más tarde (1988) su padre decidió emprender la aventura de abrir un hotel en el pueblo. “En los primeros años, los trabajadores del Pantano —que se terminó en 1992— se alojaban y comían aquí. No había ni farolas ni empedrado, las carreteras eran de tierra”, recuerda Olga. Poco o nada tiene que ver con Los Tadeos de ahora, especialmente tras la última reforma de hace diez años.
“En esta parte del pueblo se vive muy bien, está retirado pero muy cerca”, explica la propietaria, que siempre prioriza el trato familiar ante la masificación de otros complejos turísticos. “Preferimos que esté menos lleno y más tranquilo. Es mejor tener una constancia diaria a que haya mucha gente”, explica. Sin duda alguna, esa cercanía se refleja en sus clientes, que repiten año tras año desde puntos muy diferentes de la geografía nacional e internacional. "Vienen de todos sitios. En marzo, abril y mayo hay más europeos y americanos, mientras que en verano hay más españoles. Tenemos una trayectoria: nuestros huéspedes acaban siendo nuestros amigos", añade.
El municipio, que cuenta con un rico patrimonio histórico-artístico y una playita interior que está de moda, ahora es un pueblo de Netflix, gracias a la superproducción Feria, rodada en el pueblo. “Estas Navidades nos hemos mandado WhatsApp. Con algunos de ellos estuvimos viviendo hasta casi dos meses”, dice la hotelera, que alojó al equipo de producción durante el rodaje. De hecho, una de sus integrantes se quedó embarazada en Zahara de la Sierra y ha enviado fotos a Olga. “Hicimos convivencia, fue muy bonito”, recuerda. El caso no es aislado. En Los Tadeos quien viene, repite. Por algo será.