El turismo es una de las principales fuentes de ingreso para Andalucía. Seguramente eso esté ya fuera de toda duda. No obstante, hay quien empieza a replantearse si el modelo actual es sostenible a largo plazo. De momento, el Gobierno andaluz sigue defendiéndolo a través de su consejero Arturo Bernal.
En sus manifestaciones más recientes, el responsable de Turismo en la Junta de Andalucía señaló que los datos del segundo y tercer trimestre del año "vienen a confirmar" las previsiones, que "se antojaban ambiciosas", y, que apuntaban que 2023 "será año récord", al tiempo que ha valorado el incremento que ha experimentado el turismo internacional, el cual ha aumentado un 15% con respecto a 2022.
Las medidas impulsadas por el Ejecutivo que dirige Juanma Moreno no esconden que van dirigidas a un visitante de alto poder adquisitivo. La propia Junta de Andalucía así lo expresó al lanzar su campaña para atraer a nómadas digitales que pudieran teletrabajar desde cualquier punto del mundo. También con su iniciativa contra la despoblación, donde puso la mirada en jóvenes europeos que quisieran vivier en un entorno rural con todos los servicios cubiertos.
Sin embargo, el modelo turístico ha encontrado un invitado que puede obligar a modificarlo por completo. El cambio climático con la importante sequía que existe actualmente en la comunidad y el aumento de temperaturas puede hacer que Andalucía ya no sea un destino tan atractivo. De hecho ya hay expertos que señalan que este aumento de las temperaturas el norte de Europa se beneficiará de los turistas que pierda el sur debido al insoportable calor.
Las consecuencias económicas que habrá en la comunidad si no se toman medidas es algo que ha manifestado el propio presidente de la Junta de Andalucía. Juanma Moreno insiste en la realización de obras hidráulicas para que la falta de agua no se lleve por delante el sector primario andaluz, pero tampoco el turismo.
Un claro ejemplo de los efectos del turismo lo tenemos en el Parque Nacional de Doñana. En los últimos meses el foco se ha puesto en la agricultura y en los pozos ilegales. Sin embargo, las asociaciones ecologistas advierten de que la actividad en verano que se produce en la macrourbanización de Matalascañas, donde se multiplica la población hasta llegar a los 150.000 habitantes, también contribuye a secar la joya de la corona medioambiental de Andalucía.
Actualmente, los embalses de Andalucía siguen perdiendo agua una semana más situándose al 21,11 por ciento de su capacidad, en concreto tienen 51 hectómetros cúbicos (hm3) menos hasta los 2.358. Este 21,11 por ciento de reserva de agua es casi cinco puntos porcentuales menor en comparación con el año anterior, cuando, con 2.912 hectómetros cúbicos, los embalses andaluces estaban al 26,07 por ciento.
Las tres macrourbanizaciones con campos de golf proyectadas por la Junta
A pesar de las señales, Andalucía mantiene otras cuatro macrourbanizaciones con campos de golf ― otra de las cuestiones polémicas ― en su Unidad Aceleradora de Proyectos, un organismo que sirve para agilizar determinados proyectos ya sea por su interés estratégico o por acuerdo del Consejo de Gobierno. Las tres macrourbanizaciones están en este segundo grupo. No obstante, hay otros cuatro proyectos incluidos relacionados con urbanizaciones e instalaciones hoteleras, uno de ellos se trata de un campo de golf en Mijas.
Los tres grandes urbanizaciones que incluyen campos de golf se encuentran en la provincia de Cádiz: Següesal Golf Resort, en Barbate; Atlanterra Golf, en Tarifa; y Castellar Golf, en Castellar de la Frontera. Esta última, incluso, fue presentada en el último Fitur por el Ayuntamiento. Se trata de un proyecto que comenzó a rodar en 2012 y que el actual Gobierno andaluz espera ver finalizar después de acelerar los trámites.
En total, los complejos turísticos previstos albergarán más de 1.500 viviendas y apartamentos turísticos y otras tantas plantas hoteleras. Un hecho que afectará a la densidad poblacional de la zona y, por lo tanto, al consumo de bienes de primera necesidad como es el caso del agua.
La situación de los campos de golf
La realización de estas obras supondrán tres nuevos campos de golf que se sumarán a los 109 existentes. Estas instalaciones han estado en el centro de la polémica debido al agua que consumen. Su actividad, no obstante, continúa pesea a la actual sequía. La reciente campaña de la Junta solicitando a los ciudadanos que ahorren agua en situaciones como las duchas ha reavivado la polémica.
El consejero de Turismo, Arturo Bernal, quiso cerrar la polémica hace unas semanas en una entrevista concedida a La Razón. "He de pedir en este punto que no se demonice a los campos de golf, porque es un deporte que genera mucha riqueza y que está, no sólo en estos momentos de seria amenaza por la sequía sino históricamente comprometido con la sostenibilidad a partir del usos de agua reciclada para el riego de sus campos. Hay que desmitificar al turista de golf, que además es de un alto poder adquisitivo con un gasto muy superior al de la media".
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