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Arcos se pone en pie de guerra: ¿planta de biogás o calidad de vida en peligro?

El alcalde arcense intenta calmar a la ciudadanía diciendo que el proyecto no está aprobado, mientras la empresa Verdalia rebate los argumentos de una plataforma que recoge firmas para impedir su implantación

La zona de Arcos donde se ubicaría la planta de biogás.
La zona de Arcos donde se ubicaría la planta de biogás. Helena Castejón
31 de enero de 2025

La posible instalación en Arcos de una de planta de digestión anaerobia en Arcos está provocando un gran movimiento de rechazo por parte de la ciudadanía. Ya existe una plataforma que incluso está pidiendo firmas en Change.org en contra de su implantación. Desde el Ayuntamiento se manda un mensaje de calma, remarcando que no apoyará "ningún proyecto que sea perjudicial para los vecinos y vecinas de Arcos. Que nadie se preocupe", ha remarcado el alcalde, Miguel Rodríguez.

La empresa que está detrás del proyecto es Verdalia Bioenergy, que tiene la intención de montar en Arcos una planta de biometano, aunque popularmente se está hablando de una planta de biogás. El biometano se obtiene mediante el proceso de digestión anaerobia de materiales orgánicos biodegradables, principalmente residuos orgánicos domésticos, industriales, agrícolas, lodos de depuradora y deyecciones ganaderas, así como cultivos energéticos. "Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y suponer un apoyo para el desarrollo rural, los profesionales agrícolas y los ganaderos, el biometano tiene las mismas características que el gas natural", explican en su web.

Verdalia dice que ha nacido con el objetivo de "liderar la transición energética verde en Europa", pero desde Arcos llegan las quejas de muchos vecinos, que está en contra de esta planta, que iría ubicada en las inmediaciones de la barriada rural de la Junta de los Ríos, a unos tres kilómetros de la localidad arcense.

La plataforma que lidera la queja vecinal asegura en su petición de firmas que supone "una gran amenaza para nuestra calidad de vida y la conservación de nuestros recursos naturales. Si se construye una planta de digestión anaeróbica en Arcos de la Frontera, los impactos significativos se harán sentir en nuestra comunidad. Imagínense viviendo con la aparición de olores desagradables que se extienden por kilómetros. Imagínense enfrentando la posible aparición de patógenos y plagas. Estas instalaciones pueden ser una fuente significativa de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Este no solo es un grave riesgo para nuestro medio ambiente, sino también para nuestra salud".

La posición de la Junta de Andalucía

El Gobierno andaluz firmó en noviembre de 2024 en Jaén una Alianza para el desarrollo del Biogás y Biometano con una hoja de ruta que se elaborará en estrecha colaboración con el sector. "Las energías renovables representan, hoy por hoy, una oportunidad única y extraordinaria para alcanzar estadios de prosperidad, riqueza y empleo", dijo al respecto Juanma Moreno, presidente de la Junta.

Moreno remarcó que las renovables son "una gran oportunidad económica para los Ayuntamientos porque suponen unos ingresos asegurados y porque cada planta garantiza unos dos millones en licencias y tasas por su construcción, y 150.000 euros al año en impuestos".

En el BOJA aparece un acuerdo de 26 de noviembre de 2024, de la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Cádiz, por el que se abre período de información pública con el fin de obtener autorización ambiental integrada, en el término municipal de Arcos de la Frontera, provincia de Cádiz. Consta que el proyecto está promovido por Verdalia Bio Arcos, S.L.

El punto de vista del Ayuntamiento de Arcos

El alcalde de Arcos, Miguel Rodríguez, ha querido dejar claro que el proyecto está todavía en una fase inicial y que si se comprueba que puede suponer alguna molestia para la población, será rechazado. "Este equipo de gobierno va a ir de la mano de todos los vecinos y vecinas de Arcos, de la Junta de los Ríos, de Jédula y de la Pedrosa porque nosotros estamos para servir a nuestra gente y para ayudar a que no tengan ningún tipo de perturbación en sus vidas siempre que nosotros lo podamos evitar. Aléjense del ruido, aléjense de aquellos que quieren utilizar este asunto como una herramienta política. Lo que están consiguiendo es quitaros el sueño antes de que venga ningún tipo de industria a nuestro pueblo. Confiad en nosotros, que no vamos a hacer absolutamente nada que os pueda perjudicar", enfatiza.

El lunes de esta semana se habló del asunto en el Pleno del Ayuntamiento y el delegado de Urbanismo, Salvador Valle, ha informado a este periódico que se ha creado "una comisión de seguimiento donde intentaremos que estén todos los partidos políticos del Ayuntamiento y por supuesto, las personas que se consideran afectadas por este proyecto, que está pendiente de muchísimas autorizaciones y decisiones. La empresa ha solicitado la Autorización Ambiental Integrada, que es la máxima. El proyecto de actuación se pidió a final de noviembre de 2024, porque como es para instalarse en un suelo rústico no industrial, hace falta un proyecto de actuación por utilidad pública o interés social".

Las quejas de los vecinos

"Una planta de este tipo en nuestro término municipal vulnera los derechos de los ciudadanos a un ambiente saludable. Por lo tanto, pedimos que se evite la construcción de la planta. Este es nuestro hogar y merecemos mantener su integridad", señala la plataforma creada para tal efecto.

Pedro Roldán, presidente de la plataforma, señala que se basan en que "en Campillos existe ya una planta de biogás y los vecinos denuncian que el olor es desagradable y también tememos la aparición de las ratas. Hemos empezado a investigar lo que es el proyecto, a ver qué debilidades encontrábamos tanto en el proyecto como en el estudio de impacto ambiental. Conforme íbamos mirando cosas también se nos iban incorporando al equipo más vecinos y tenemos la suerte que tenemos ingenieros químicos, geólogos o topógrafos. Estamos bien preparados".

La visión de la empresa

En Verdalia Bioenergy son conscientes de la postura de rechazo de muchos vecinos de Arcos y responden a algunas de las aseveraciones que ha hecho la citada plataforma que recoge firmas contra la instalación de la planta. "Si fuera verdad todo lo que dicen no superaría la Autorización Ambiental Integrada, que es el mecanismo que garantiza que los proyectos industriales cumplan con la legalidad".

"Este tipo de plantas no genera ningún tipo de vertido. Precisamente, las plantas de biometano están diseñadas para reciclar el exceso de residuos ganaderos y agrícolas que, si se emplean en exceso, pueden dañar los acuíferos de la zona", matizan.

Sobre la aparición de plagas, tanto de ratas como de mosquitos, comentan desde la empresa que "estas plantas son claves para acelerar el proceso de descarbonización del campo, la industria y el transporte. Precisamente son las emisiones de efecto invernadero las que ponen en riesgo la salud de las personas. Y de ahí este proceso de transición energética que los países europeos han iniciado. En cuando a los olores, la planta está diseñada para minimizar los olores que se puedan generar. En todo caso es un olor habitual en el campo".

Actualmente, el biometano se produce en 15 países europeos y es inyectado en la red de gas natural en la mayoría de ellos. En total hay más de 200 plantas depuradoras en Europa.

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Francisco J. Jiménez

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