En otoño prolifera la colocación de perchas para cazar pajaritos, una práctica que está sancionada con multas que van desde los 60 a los 60.000 euros. Ecologistas en Acción recuerda que es ilegal la caza de aves insectívoras mediante el uso de trampas conocidas como perchas o costillas, pequeñas trampas con alúas (hormigas aladas) para atraer a estas aves.
Esta práctica, pese a estar prohibida, se sigue llevando a cabo de forma ilegal, ocasionando año tras año una merma en sus poblaciones. Las capturas van principalmente al consumo propio o de proximidad (familiares y amigos) y para establecimientos de confianza.
Por estas fechas, miles de aves insectívoras llegan a la provincia de Cádiz desde latitudes más al norte en sus viajes migratorios de invernada hacia África, permaneciendo muchas de ellas en los campos. Sin embargo, algunas personas aprovechan para buscar sus lugares más querenciosos y colocar trampas o redes para capturarlas ilegalmente.
Recientemente, miembros de Ecologistas en Acción encontraron en un pinar de El Puerto varias perchas, en algunas de las cuales habían caído mirlos y papamoscas. Tras ver cómo unos individuos las manipulaban, llamaron a la Policía Local, que se personó en el lugar e identificó a los cazadores furtivos. El atestado debe haberse remitido a la Delegación Territorial de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Cádiz para que proceda a incoar el correspondiente expediente sancionador a los infractores.
Estas aves no solo embellecen y alegran los campos con sus coloridos y cantos, sino que son un instrumento de enorme importancia para el equilibrio biológico en el control de las poblaciones de insectos, muchos de los cuales están proliferando de forma alarmante debido al cambio climático por la prolongación de las altas temperaturas. Estas aves actúan como verdaderos insecticidas biológicos vitales para los seres humanos y los cultivos agrícolas, al llegar a capturar más de 2,5 kilos de insectos al año. Pero a pesar de las importantes funciones que realizan, cada año miles de aves insectívoras (petirrojos, zorzales, papamoscas, colirrojos, currucas, mirlos...) son capturadas ilegalmente para su consumo.
La Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestres prohíbe la captura de estas aves, sancionándola con multas de 60 a 60.000 euros en función de la gravedad de los hechos. Ecologistas en Acción pide a las autoridades locales y autonómica para que incrementen la vigilancia en las zonas rurales, a la vez que solicita la colaboración ciudadana, haciendo un llamamiento para que esté alerta por si localizan perchas o redes, así como su consumo en bares y restaurantes, y, en su caso, lo pongan en conocimiento de las autoridades.
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