Un informe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha tumbado este viernes definitivamente el proyecto de residencial con campo de golf en las marismas de Trebujena, frente a Doñana.
Una inversión privada que viene coleando desde hace veinte años, que no tenía visos de prosperar por proyectarse, entre otras cosas, en una zona de alta inundabilidad a 500 años vista, y sin garantía de recursos hídricos y depuración de aguas, pero que ha vuelto al debate público, en plena campaña de municipales, a raíz de que en abril pasado la Junta de Andalucía emitiese una Declaración Ambiental Estratégica (DEA) informando favorablemente sobre el proyecto, aunque dejando claro que la última palabra quedaba en manos de la CHG.
El Ayuntamiento de Trebujena, que con los votos a favor en el pleno de IU —equipo de gobierno— y PSOE, aprobó provisionalmente en abril de 2019 —antes del actual mandato— por tercera vez la modificación puntual número 4 del PGOU de la localidad, con unos 7.000 habitantes en la costa Noroeste de Cádiz, respira aliviado.
No solo está en contra del proyecto en un momento como el actual, en plena lucha contra el cambio climático y contra la actual sequía estructural que se padece, sino que se aseguró en una de las cláusulas del convenio con la promotora privada, Costa Guadalquivir, que no tendría que responder por los ingresos pertinentes por las unidades de aprovechamiento urbanísticos (1,8 millones ingresados de una previsión global de 5 millones) que recogía el proyecto si este decaía por su inviabilidad ambiental.
El PSOE de Trebujena aprobó en pleno y llevó en su programa electoral de 2019 el proyecto de campo de golf
En declaraciones a lavozdelsur.es, el alcalde de Trebujena, Ramón Galán, ha asegurado: “Lamento profundamente las declaraciones del presidente Moreno Bonilla —dijo en sede parlamentaria que era el Ayuntamiento el que tenía que “cargarse” el proyecto y devolver el dinero ingresado—, fruto de su mal asesoramiento o de que miente a sabiendas, porque ni el Ayuntamiento tiene competencias medioambientales, ni conoce la cláusula que exime al Consistorio de devolver unos ingresos absolutamente legales y estipulados por las unidades de aprovechamiento urbanístico si el proyecto decaía por cuestiones ajenas al Ayuntamiento de Trebujena. Los promotores eran conscientes de que esto podía ocurrir y así ha sido finalmente”.
Del mismo modo, Galán también ha cargado contra el alcaldable del PSOE en la localidad, Miguel Guerra, que ha pasado de llevar el proyecto en su programa electoral de las municipales de 2019 —“seguiremos impulsando el tan sonado campo de golf”— a atacar esta semana a su adversario electoral por supuestamente “sucumbir a intereses urbanísticos”.
Una cláusula del convenio no obliga al Ayuntamiento a devolver los ingresos por unidades de aprovechamiento urbanístico si el proyecto decae por razones ajenas al Consistorio
La propia Junta ya advirtió en abril pasado al Consistorio trebujenero, a través del delegado territorial de Sostenibilidad, Óscar Curtido, de la emisión de este informe, pero en plena campaña de las municipales, y con el telón de fondo de la guerra partidista por la ley que pretende legalizar regadíos en la corona norte de Doñana, dicha DEA fue filtrada. El Confidencial se hizo eco de la misma dando como posibilidad cierta que el proyecto, con 300 casas y un campo de golf, podía retomarse veinte años después de que Bernard Devos, que se autodenominaba el “belga loco” y acabó arruinado, fuera conducido, según relatan fuentes conocedoras de los detalles de la inversión, hasta la localidad procedente de Benalup-Casas Viejas.
En La Janda ya había levantado el resort con villas, hotel y campo de golf FairPlay, con Paco González Cabaña como alcalde de la localidad y presidente de Diputación de Cádiz, pero finalmente, ante la quiebra de los negocios de Devos, fue adquirido por José Manuel Pascual, propietario del mayor holding sanitario privado de Andalucía. Los planes en Trebujena, en aquella marisma cuyos atardeceres enamoraron a Steven Spielberg, nunca llegaron a cristalizar, aunque administrativamente el Ayuntamiento trebujenero, y también la Junta de Andalucía (en 2013, con Juan Espadas en Medio Ambiente, se dio el visto bueno autonómico), tuvo que cursar las demandas urbanísticas que fueron registrándose para levantar un proyecto que en plena edad de oro del ladrillazo se veía como algo hasta cierto punto normal.
Sin disponibilidad de recursos hídricos para las distintas fases del proyecto y para las 300 casas previstas, sin depuradora de aguas residuales —el campo de golf pretendía usar agua regenerada—, y riesgo de inundabilidad, Ecologistas en Acción elevó una queja formal sobre el proyecto a la Unión Europea, dejando claro el Consistorio trebujenero que serían en última instancia las autoridades competentes quienes decidirían su futuro.
Necesidades de agua
El documento de la CHG indica que "sin perjuicio de que se propone un conjunto de medidas para disminuir el consumo humano de agua... Se ha estimado una demanda inicial de agua (primera fase) de unos 50.000 metros cúbicos al año, que en el transcurso de los dieciséis años que se estima durará la consolidación de la actuación, deberá alcanzar los 162.000 metros cúbicos al año".
Al dato del consumo humano se le añaden los cálculos que aporta el informe sobre demanda para riego y campo de golf, de los que apunta que "la demanda de agua para riego de los espacios libres públicos y privados y el campo de golf se ha estimado en 375.000 metros cúbicos al año", aunque seguidamente precisan los cálculos del Ayuntamiento que "al estar previsto el almacenamiento del agua tratada en lagos y considerando la evaporación que se producirá resulta necesario tratar un volumen de unos 700.000 metros cúbicos al año".
“A tenor de lo indicado, el presente informe toma sentido desfavorable, por no estar acreditada la disponibilidad de los recursos hídricos necesarios para el desarrollo de la modificación puntual del PGOU de Trebujena, dado que las masas de agua existentes en la zona no pueden utilizarse como fuente de recurso y aún no existe concesión vigente que depende de la aprobación del trasvase.
Asimismo no existen en la actualidad las estaciones depuradoras de aguas residuales de las que se pretende reutilizar las aguas residuales regeneradas”, recoge el informe de la CHG, al que ha accedido lavozdelsur.es, y que confirma lo que ya avanzó el pasado jueves la ministra Teresa Ribera. “Se concluye que en el presente caso la superficie se ve afectada por la Zona Inundable del Guadalquivir para un periodo de retorno de 500 años y, pese a no estar representada la Zona de Flujo Preferente en el SNCZI, la cota de la lámina de agua de la avenida de 100 años del estudio existente en el SNCZI y sus consecuentes calados confirmarían que también se ve afectada por la ZFP”, añade el apartado del informe relativo a los riegos de inundabilidad de la iniciativa.
Regeneración de los humedales y plantas de algas para biocombutible
“Es curioso como somos el primer municipio de España regenerando una marisma y solo se habla de un proyecto que no se va a hacer”, asegura Jorge Rodríguez, ex alcalde de Trebujena, presidente del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana (CAZG), y coordinador provincial de IU. A día de hoy la única realidad en Trebujena “son los proyectos respetuosos con el medio ambiente puestos en marcha por los diferentes equipos de gobierno de IU”.
Así, en 2011, el exalcalde Manuel Cárdenas inició la tramitación del expediente para la catalogación del Codo de la Esparraguera como reserva ecológica, en base al convenio mixto entre Ayuntamiento y Junta para la puesta en valor y conservación de este humedal artificial. Esta catalogación se suma a la protección medioambiental de Reserva Natural Concertada que tienen las instalaciones de la empresa Piscícola de Trebujena (Pistresa), que desarrolla proyectos de acuicultura en la zona.
En 2020, en marzo, el Ayuntamiento (ya con Jorge Rodríguez en la Alcaldía) autoriza y colabora en el proyecto Misión imposible: Desafío Guadalquivir, de WWF y Fundación Coca Cola para la recuperación e 8 hectáreas de humedales en las Marismas Alventus, a 5 kilómetros de la desembocadura del Guadalquivir. Esta actuación logró la recuperación de decenas de especias de aves, algunas en peligro de extinción, como la cerceta pardilla. El Ayuntamiento organiza numerosas actividades en este entorno, tales como jornadas, visitas, etcétera.
En noviembre de 2020 también, la Junta, con la tramitación del proyecto por parte del Ayuntamiento de Trebujena, declara Reserva Ecológica la finca privada Esteros de Manego; restaurada por una familia para proyectos como la cría de camarones y pescado salvaje, además de ser refugio de aves como la cerceta pardilla.
En agosto de 2021, el Ayuntamiento participa, junto a la Junta de Andalucía, en la presentación del proyecto de recuperación de humedales en el Bajo Guadalquivir, en la Marisma de Gabela Honda, muy próximas a Doñana y a la Zona de Especial Conservación (ZEC) Bajo Guadalquivir, con un presupuesto de 1,6 millones de euros de fondos ITI. En dicho proyecto se moverán 700.000 metros cúbicos de tierra y se inundarían 230 hectáreas para recuperar zonas deprimidas.
En octubre de 2022, ya con Ramón Galán al frente del Ayuntamiento, se anuncia el inicio de las obras de recuperación de humedales de la Marisma de Gabela Honda. “Esta es la única realidad a día de hoy auspiciada y llevada a la práctica por IU desde el Ayuntamiento de Trebujena”, asegura Ramón Galán, quien al mismo tiempo avanza otro proyecto de economía azul que está a punto de arrancar: una planta de algas como materia prima para generar biocombustible que va a poner en marcha la multinacional finlandesa Neste, líder global en combustible renovable y muy considerada por sus buenas prácticas empresariales. Una iniciativa pionera en la marisma trebujenera (también toca un 5% de municipio sanluqueño) que ya cuenta también con el beneplácito del actual Gobierno de la Junta.