Las olas rompen en la orilla de una playa de arena fina que, en pocos meses, estará abarrotada. Mientras tanto, una pareja pasea con sus perros por este paisaje idílico de Zahora, núcleo poblacional desde donde no solo se reclama agua potable para sus vecinos sino también se realiza acción medioambiental. Divulgación para zarandear mentes en busca de cuidar el planeta.
Raquel Díaz y Raúl Oyonarte son dos de las personas que comparten esa inquietud por aportar granitos de arena a una causa que preocupa: la contaminación. En pleno confinamiento, en 2020, esta sevillana de Alcalá de Guadaira, de 45 años, comenzó a interesarse por temas en los que antes no se había parado a pensar. “Trabajo con muchos químicos, siempre he estado cerca de la industria cosmética y me puse a investigar”, comenta Raquel, que se dedica a la micropigmentación, al maquillaje semipermanente, además de estudiar medicina china.
Desde entonces, empezó a ponerse en contacto con expertos y decidió formar un grupo para transmitir todos esos datos que ella estaba descubriendo por pura curiosidad. Sus ganas de aprender y seguir ahondando en temas medioambientales le llevaron a crear el proyecto Playas Vivas. “Primero me puse en contacto con Nicolás Olea, catedrático de la Universidad de Granada, especialista en disrupción endocrina, y después con Silvia Díaz, científica del CSIC, que hizo un estudio que reveló que en los huevos de las aves en Doñana hay benceno, uno de los principales componentes de las cremas solares”, cuenta la sevillana que hace diez años se mudó cerca del mar para cambiar de aires.
No son asociación, ni organización, tan solo “un grupo de amigos” que ponen en común su energía para grabar entrevistas a personas especializadas en los temas que les interesan que, posteriormente, suben a un canal de YouTube. En total son siete “culos inquietos”, como les gusta referirse a sí mismos, que, de forma altruista, buscan a los expertos en las materias que van surgiendo y, se movilizan, para organizar acciones divulgativas.
“Queremos que nos expliquen muchas cosas”, dice Raquel, que comparte esta actividad con su pareja Raúl, Miriam Borrás y Adrián Izquierdo, biólogo e ilustrador, todos ellos sevillanos. En esta aventura también participan Christiam Übler, alemán afincado en Conil que se encarga de grabar y editar los vídeos, Lola de la Flor, de Zahora, e Isabel López, de Vejer.
“Es algo que nos mueve, es un hobby a la vez que una necesidad”, comenta Raquel mientras siente la arena caliente en sus pies. Están concienciados de la importancia de proteger el medio, sobre todo las playas. Los sevillanos mencionan la invasión del alga asiática 'Rugulopteryx okamurae' que invade la costa gaditana desde hace años. “Fuimos con los pescadores de Barbate, a ellos les afecta, y vimos lo que estaba pasando, mucha gente no lo sabe, pero el 80% del fondo marino entre el Campo de Gibraltar y Chiclana, está invadido. Es brutal, una catástrofe medioambiental”, cuentan a lavozdelsur.es. Para tratar este tema, hablaron con un biólogo marino y con Antonio Begara, profesor de la Escuela de adultos de Tarifa que elabora cremas con este alga.
“También estamos en contacto con personas que hacen comida ecológica... Hicimos una entrevista a la asociación Eurozonte que lucha por que se cumplan las políticas europeas en España en las depuradoras. Estamos viendo cómo se desperdicia el agua, se vierte al mar y a los ríos con la consecuente contaminación que eso conlleva”, explica Raquel.
Playas Vivas investiga y explora temas sobre “todo lo que compete a las personas y a la tierra”. Y no solo realizan video sino también organizan conferencias dirigidas a la ciudadanía, mayoritariamente en Barbate. La última trató sobre la contaminación electromagnética, a cargo del autor Pedro Ledesma.
“Somos unos apasionados del medio ambiente. Realmente, aunque se diga que nos vamos a cargar el medio ambiente, al final lo que nos vamos a cargar es a nosotros mismos. Cada día hay más enfermedades autoinmunes, más enfermedades raras, el medio ambiente es un reflejo de cómo estamos nosotros”, sostiene Raquel, que transmite ese entusiasmo por el cambio.
Un grupo de personas que no se queda quieto ante el devenir del planeta y que sigue alzando la voz desde un lugar recóndito de la costa con la esperanza de ser testigos de actuaciones ante los problemas.
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