Llegado el mes de noviembre la situación de escasez de precipitaciones no ha cambiado en España. La sequía sigue siendo un problema muy grave en casi todos los rincones del país y a las restricciones de suministro en numerosas poblaciones se suman las medidas de urgencia que deben tomar otros espacios para mantener su viabilidad.
Es el caso del Parque Nacional de Doñana, que ha tomado la decisión de llenar de forma artificial la laguna situada junto al Centro de Visitantes José Antonio Valverde, en el término municipal de Aznalcázar, en Sevilla, para preservar la fauna del lugar, a la vez que se utiliza como elemento dinamizador de las visitas.
Este espacio, inaugurado en 1994, ocupa una superficie total de 64 hectáreas, reproduce diferentes ambientes propios de las marismas y se ha convertido en hábitat y espacio de reproducción de multitud de especies, algunas de ellas en peligro de extinción, por lo que primaba mantenerlo en las mejores condiciones posibles.
La ONG SEO BirdLife ya alertó que se estaba produciendo una pérdida de en torno al 80% de los humedales de este parque natural en el último siglo, lo que podría traducirse en que dejara de ser un refugio natural para las aves acuáticas que actualmente encuentran allí su hogar.