Los ecologistas tienen opiniones diversas sobre el parque eólico marino. Algunos lo rechazan por su fuerte impacto sobre la biodiversidad y la pesca sostenible, mientras que otros lo apoyan por sus beneficios para la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de la economía. También hay quienes piden que se respeten las zonas protegidas y se minimicen los impactos ambientales.
La eólica marina es una tecnología clave en la UE, donde crecerá desde los 12 GW actuales hasta los 60 en 2030, según los planes de la Comisión Europea. El Libro Blanco de la Industria Eólica Marina de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) señala que esta industria tiene un fuerte potencial de generación de riqueza y empleo.
Según sus estimaciones, durante el periodo 2025-2050 la eólica marina puede tener un impacto en el PIB español de 49.607 M€, de los cuales 40.874 M€ serían contribución directa de los agentes que desarrollan actividad en el sector.
De momento y que se sepa oficialmente, hay un proyecto de parque eólico marino que se pretende construir en la Bahía de Cádiz, entre las playas de La Caleta y La Costilla. También hay otros proyectos eólicos marinos en el Estrecho y el mar de Trafalgar. La provincia de Cádiz cuenta con 72 parques eólicos conectados a red en funcionamiento.
El Consejo de Ministros aprobó este pasado 28 de febrero el real decreto con los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), relativos a las cinco demarcaciones marinas españolas: noratlántica, sudatlántica, del Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria.
Se trata de un instrumento estratégico transversal que permite un aprovechamiento óptimo del espacio marítimo, reduciendo conflictos y potenciando coexistencias y sinergias, que se realiza por primera vez en nuestro país. Los POEM deben garantizar la protección de los ecosistemas, hábitats y especies sensibles y vulnerables, incluidos los protegidos por normativa autonómica, nacional o supranacional. Son un instrumento de planificación que se renueva cada seis años, por lo que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2027.
Los POEM deben servir para garantizar la sostenibilidad de las actividades humanas en el mar y, al mismo tiempo, facilitar el desarrollo de los sectores marítimos y la consecución de los objetivos que dichos sectores se han fijado, con especial atención a aquellos establecidos para cumplir los compromisos del Pacto Verde Europeo, el Acuerdo de París, la Estrategia de adaptación al cambio climático de la UE y la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad a 2030, entre otros.
Proceso de elaboración
En el proceso de elaboración de los POEM se ha usado toda la información generada por las estrategias marinas de España y se ha aplicado un enfoque ecosistémico, mediante el cual no se compromete la consecución del buen estado ambiental del medio marino.
El trabajo se ha basado en la mejor evidencia científica disponible gracias al trabajo de los equipos del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC, del Ministerio de Ciencia e Innovación) y del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX, del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana).
La aprobación de estos planes ha precisado un amplio proceso de coordinación interadministrativa, en colaboración con todos los ministerios, así como con otras administraciones, en especial las comunidades autónomas. De igual modo, se ha fomentado la amplia participación de los agentes interesados y de la sociedad civil, mediante procesos de participación y consultas públicas.
“Se trata de un instrumento estratégico transversal que permite un aprovechamiento óptimo del espacio marítimo, reduciendo conflictos y potenciando coexistencias y sinergias, que se realiza por primera vez en nuestro país. Los POEM deben garantizar la protección de los ecosistemas, hábitats y especies sensibles y vulnerables, incluidos los protegidos por normativa autonómica, nacional o supranacional”, señala el Gobierno. Son un instrumento de planificación que se renueva cada seis años, por lo que estarán vigentes hasta el 31 de diciembre de 2027.
Ecologistas en Acción ha puesto el dedo en la llaga acusando a la administración de mantener una protección del espacio marítimo que entraría en colisión directa con el desarrollo de energías sostenibles e industria en la provincia de Cádiz. Arremeten muy duramente contra los planes de ordenación del espacio marítimo que califican como un paso atrás para la costa de Cádiz
“La regeneración industrial tan necesaria para la provincia de Cádiz, que iría unida al desarrollo de la energía eólica off shore, ingeniería civil, astilleros y construcción naval, industria del metal, logística marítima, industria de la construcción, transporte en buques…, vuelve a pasar por delante de nuestra cara”. Y añaden que “las actividades de fabricación, montaje y mantenimiento en los puertos y astilleros de las dos Bahías, la de Cádiz y la de Algeciras, una verdadera transición energética al servicio del mantenimiento del empleo y del aprovechamiento de los recursos endógenos, al garete”.
La actividad de eólica marina supuso para Navantia un negocio de 900 millones de euros en sus seis primeros años de andadura, entre 2015 y 2021, con 11 proyectos ejecutados en cinco países en solitario o en colaboración con Windar. En 2022, en el plazo de solo un año, se contrató un volumen similar, con siete proyectos para cuatro países.
Una oportunidad perdida para la costa gaditana
Ecologistas en Acción se lamenta que “cuando disponemos del recurso (el viento), la tecnología (los aerogeneradores), el emplazamiento (el borde costero y los puertos) y la capacitación (industria eólica y construcción naval), es inaudita la renuncia al desarrollo ordenado, planificado y respetuoso con la biodiversidad que estos POEMs podrían suponer”.
A su juicio, una de las zonas mejor dotadas para albergar parques eólicos flotantes, la costa gaditana, queda excluida en su totalidad en base a las afecciones para la “Defensa Nacional”. “¿Además de las servidumbres militares que ya sufrimos con la base aeronaval de Rota y la de Gibraltar, debemos renunciar a un recurso renovable óptimo en nuestra costa con restricciones innecesarias?”
La eólica marina es una forma de aprovechar la energía del viento en el mar, mediante aerogeneradores instalados sobre plataformas fijas o flotantes. España es una potencia eólica global, con 27,5 GW de potencia instalada en tierra firme, pero aún no tiene parques eólicos marinos comerciales. Sin embargo, hay varios proyectos de eólica marina flotante en desarrollo en Canarias, Euskadi y Cantabria, y el Gobierno ha lanzado un mapa de zonas donde se podrán instalar parques eólicos marinos en el futuro.
"Disponer de parques eólicos en nuestra costa, bien diseñados y sostenibles, contribuiría a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, potenciar las economías locales y favorecer el desarrollo portuario".
Según los ecologistas, la Declaración Ambiental Estratégica de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo y los POEMs recién aprobados por el Ministerio de Transición Ecológica suponen un estruendoso paso atrás, porque dicho Ministerio se ha doblegado a las presiones de su homólogo Ministerio de Pesca, modificando lo que se han denominado las ZAPERs (Zonas de Alto Potencial para el desarrollo de la Eólica Marina) en favor de las zonas de pesca de arrastre.
Igualmente, los ecologistas critican al Ministerio para la Transición Ecológica, asegurando que se ha plegado a la servidumbre militar del Ministerio de Defensa, imposibilitando contar con una herramienta formidable para la lucha contra el cambio climático y desperdiciando un recurso, el eólico, generosamente activo en nuestro litoral.
“De esta forma, las exigencias del sector pesquero y del valedor de sus intereses, el ministro Luis Planas (PSOE), intentando debilitar las fuertes restricciones de la Comisión Europea a la pesca extractiva de arrastre, se encuentran reflejadas en la zonificación de los POEMs, junto a la sumisión a los intereses militares”.
En un extenso comunicado los ecologistas Daniel López y Lola Illescas señalan que “el carácter de ZUP, Zonas de Uso Prioritario, que inicialmente tenía la energía eólica marina, pasa a ser solo ZAP, Zona de Alto Potencial, una decisión del todo injustificada. “¿Cómo se explica que la extracción de arenas submarinas para la protección costera sea considerada una actividad prioritaria, mientras que las energías renovables, la herramienta más formidable que tenemos para enfrentarnos a la emergencia climática, es considerada como “de alto potencial”, junto al turismo y las actividades recreativas? Un despropósito”.
“Cuando disponemos del recurso (el viento), la tecnología (los aerogeneradores), el emplazamiento (el borde costero y los puertos) y la capacitación (industria eólica y construcción naval), es inaudita la renuncia al desarrollo ordenado, planificado y respetuoso con la biodiversidad que estos POEMs arrastran. Garantizar en los proyectos eólicos el respeto a la Estrategia de Conservación de Biodiversidad europea, a la Directiva Hábitats, a la Directiva Aves, a la Directiva marco de la Estrategia Marina, a la Red Natura 2000 y, en general, a todos los espacios marinos protegidos, es exigible en los futuros parques eólicos marinos, algo de lo que la provincia gaditana estará ausente”.
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