En 22,7 hectáreas, en Zahara de los Atunes, se construirán 107 viviendas de lujo. El Ayuntamiento de Barbate, de quien depende esta ELA (Entidad Local Autónoma), ya ha aprobado en pleno la modificación puntual del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) para continuar con una tramitación que está siendo polémica.
El gobierno de Barbate, liderado por el alcalde Miguel Molina (AxSí), que empuñó este mandato el bastón de Alcaldía gracias al apoyo del PP, prosigue con la tramitación administrativa, "conforme a los requisitos legales", se encarga de recalcar en una nota de prensa.
"Con esta aprobación inicial, el proyecto Sierrezuela Playa continuará su tramitación administrativa conforme a los requisitos legales", dice el alcalde, Miguel Molina, que asegura que "desde el Ayuntamiento de Barbate damos trámite, como es nuestra obligación a los proyectos que se nos presentan; a partir de ahí esta propuesta tiene que seguir los cauces legales y conseguir los permisos oportunos para su ejecución".
El Ayuntamiento ha sido muy criticado por ecologistas, y por el alcalde de Zahara, Agustín Conejo, para quienes este proyecto viene a pervertir el modelo turístico de la zona. "Zahara de los Atunes tiene un nombre propio, reconocimiento y prestigio como lugar turístico, y una identidad como pequeño pueblo marinero con encanto que no debe perder nunca, y menos debido a intereses ajenos a sus habitantes, de promotores foráneos amparados por un alcalde que no los escucha y los abandona", destacaba Enebro-Ecologistas en Acción.
El proyecto abarca 22,7 hectáreas y combina usos turísticos con residenciales, reservando un 35% de la edificabilidad para vivienda plurifamilia y priorizando la conservación de más del 55% del terreno como espacios verdes, señala el Ayuntamiento barbateño, que quiere restarle importancia al impacto ambiental que puede tener en el entorno del río Cachón, donde está proyectado.
El gobierno de Barbate destaca que Sierrezuela Playa contempla la construcción de un parque de 61.051 metros cuadrados alrededor del río Cachón, conectado a todas las áreas urbanizadas. "Con esta configuración, más de la mitad de la superficie del sector permanece inalterada, minimizando el consumo de suelo", incide, insistiendo en la "baja edificabilidad y la generosa presencia de espacios libres".
El proyecto, dice el Ayuntamiento, "generará empleo directo e indirecto, oportunidades de negocio y sinergias entre los agentes locales; además de promover la cohesión social mediante la creación de recorridos para fomentar la actividad física, un parque fluvial y un entorno saludable que contribuirá al bienestar físico y psicológico de los habitantes".
"El proyecto se encuentra en tramitación inicial y para su ejecución deberá contar con el parabién y permisos de todas las administraciones implicadas”, señala el alcalde, Miguel Molina, que solicita “respeto hacia la Administración local y hacia el proceso que deben seguir todas las actuaciones planteadas en nuestro término municipal”. “En nuestro Ayuntamiento hay proyectos que llevan en tramitación hasta 20 años y que no han salido y siguen subsanando expedientes”, recalca.
El regidor barbateño lamenta “las acusaciones vertidas sobre la administración local, por cumplir con su cometido”, así como “las informaciones malintencionadas de algunos sectores que intentan confundir a la población”, ya que “se está diciendo que el proyecto pretende construir una extensión similar a la de Zahara de los Atunes, cuando no es cierto, ya que la densidad de construcción es muy baja” y “para nada supone la extensión de Zahara de los Atunes”.
“El proyecto es una parcela privada, que pertenece a un propietario al que se le expropió gran parte de sus terrenos para el campo de adiestramiento militar de El Retín”, ha añade Molina, quien no entiende “que se den esas citadas informaciones malintencionadas o las que insinúan rencillas políticas dentro del equipo de gobierno”.
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