La celebración del Día Mundial de los Humedales de 2022 tiene este año una importancia especial, porque el 30 de agosto de 2021 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 75/317 y estableció el 2 de febrero como Día Internacional para promover su conservación y restauración.
Con motivo de esta efeméride, el Colegio Oficial de Biólogos de Andalucía (COBA), quiere sumarse a esta celebración, y recordar que, España ratificó en 1982 el Convenio de Ramsar, e incluyó dos zonas en la Lista Ramsar (Doñana y las Tablas de Daimiel). España no ha dejado de contribuir a la conservación de estas áreas y, actualmente, cuenta con 76 humedales incluidos en la lista de Humedales de Importancia Internacional, 25 en Andalucía.
Pero, en este proyecto común, no todo son luces, casi el 90 % de los humedales se han degradado desde el siglo XVIII, y su velocidad de pérdida, es tres veces mayor que la de los bosques. Además, el presente y futuro de los humedales, y en especial los andaluces, están expuestos a peligros, como la sequía y la sobreexplotación de los acuíferos en sus entornos. Sin embargo, no todo está perdido, y los peligros, pueden transformarse en oportunidades de futuro.
Jorge Fariña Garralda, miembro de la Comisión de Medio Ambiente del COBA, recuerda que “los biólogos estamos preparados y dispuestos para colaborar con las Administraciones, en la resolución de los retos que la gestión de los humedales plantean a la sociedad" y, como dice el lema del Día Mundial de este año "actuar por los humedales es actuar por la Humanidad y la Naturaleza”, es vital trabajar para que estos espacios naturales se conserven y se usen de forma sostenible y racional, y los biólogos estamos capacitados para participar de este proyecto".
Paco Zurita es biólogo y trabaja como técnico en proyectos de pesca y acuicultura en la Agencia de gestión agraria y pesquera de Andalucía, dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. Lleva más de 24 años pasando por distintos cargos del sector pesquero, desde la parte comercial, como en la implementación de buenas prácticas en lonjas o proyectos de cooperación internacional con Marruecos, España y Portugal.
El ecosistema desde el litoral mediterráneo de Palmones, en Algeciras, al norte del Alentejo, en Portugal, comparte unas mismas características. "En el caso de Andalucía, hay reconocidos 224 humedales, más de 140.000 hectáreas, de las cuales un 13% corresponde a la provincia de Cádiz. De estas 18.000 hectáreas, unas 16 corresponden a humedales costeros, principalmente en marismas, aunque también hay alguna laguna interdunar como la del Cabo de Trafalgar. En Huelva, la gran mayoría se concentran en Doñana, lo que constituye un 60% de todos los humedales de Andalucía", explica Paco Zurita.
"Los humedales costeros han resistido más la presión humana gracias al mantenimiento de la propia "presión humana", en el sentido de que en estos lugares se ha aprovechado los servicios ecosistémicos que ofrece, en forma de aprovechamiento salinero", añade. "Estas estructuras fueron abandonadas en el momento en el que la sal dejó de ser el principal conservante alimentario (de hecho salario viene de sal). Perdió el valor y se fue abandonando. Sobre los 70 y 80 se recuperan estas estructuras adaptadas al cultivo marino, y gracias a eso se mantiene la lámina de agua. Esta lámina es sustento, protección y sitio para reproducción y nidificación, son paradas para las aves que están en plena migración".
"Las marismas de Cádiz son claves para la protección de las aves"
"El mantenimiento de esta lámina de agua gracias a la actividad salinera y posteriormente a la acuicultura, ha permitido la biodiversidad de la avifauna (aves acuáticas) y esto permite que las marismas continúen con los servicios que proporciona este ecosistema. Este paisaje, de no ser por este uso, hubiera desaparecido por el impacto urbanístico", concluye Paco.
En la provincia de Cádiz, y concretamente en la Bahía de Cádiz, la gran mayoría de los espacios tienen una figura de protección a nivel mundial, pertenecen a una red de espacios naturales de Andalucía. Existen una serie de regulaciones que evitan la degradación, y no solo esto, sino que a través de actividades sostenibles se promueve su conservación.
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