Verdemar Ecologistas en Acción ha denunciado ante la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Cádiz las emisiones contaminantes de la fábrica de acero Acerinox, ubicada en el término municipal de Los Barrios.
Las emisiones de humos amarillos procedentes de la planta no son un fenómeno nuevo. La organización ecologista ha presentado denuncias en reiteradas ocasiones ante las administraciones y la Fiscalía de Medio Ambiente, alertando sobre los impactos ambientales de la actividad industrial en la Bahía de Algeciras.
El 22 de febrero de 2025, alrededor de las 8 de la mañana, vecinos de Palmones y Guadacorte informaron al Centro de Coordinación de Emergencias de la Junta de Andalucía sobre la presencia de estos humos. Dependiendo de la dirección del viento, la contaminación puede afectar a diferentes zonas del arco de la Bahía de Algeciras.
Además de la contaminación atmosférica, los residentes han denunciado los niveles de ruido generados por la fábrica, los cuales consideran insoportables. Las partículas en suspensión y los humos amarillos que emanan de la acería están fuera de los parámetros normales, según Verdemar EA.
La legislación española y europea reconoce la atmósfera como un bien común indispensable para la vida y establece el derecho de la ciudadanía a su uso y disfrute, así como la obligación de su conservación. Verdemar EA sostiene que las emisiones de Acerinox podrían estar siendo manipuladas para cumplir con los controles ambientales y de salud.
Los sistemas de aspiración y filtración de los humos generados durante el proceso de producción no estarían funcionando correctamente, lo que provoca la dispersión de partículas contaminantes sobre localidades como Palmones y Guadarranque, en San Roque, dependiendo de las condiciones del viento.
Además, las granallas y polvos de laminación procedentes del vertedero a cielo abierto de Acerinox estarían afectando gravemente a la población. Verdemar EA señala que esta contaminación vulnera la Convención Europea de Derechos Humanos, específicamente los artículos 2 y 8, que protegen el derecho a la vida y la vida familiar.
La organización también advierte que las emisiones de DENOx podrían no estar siendo sometidas a los controles adecuados, permitiendo su dispersión en el entorno y afectando a la población circundante.