El Gobierno andaluz ha definido la sequía como uno de los principales problemas que tiene que afrontar ahora mismo. La situación es delicada y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ya anunció la semana pasada que era probable que las grandes ciudades de la comunidad sufrieran restricciones en el consumo antes de la llegada del verano.
No obstante, desde el Ejecutivo celebran que las últimas lluvias hayan aumentado el nivel de los embalses. Ahora superan de media el 21% de su capacidad. Pese a ello, siguen siendo necesarios 30 días de lluvia ininterrumpidos que puedan alejar los riesgos de que la población se quede sin agua.
La situación ya afecta también a la economía. Tanto el sector agroalimentario como turísticos miran con preocupación la situación actual. Moreno ya advierte de que el PIB puede retroceder en poco tiempo. Por ello el presidente de la Junta de Andalucía acudirá la próxima semana a Bruselas con el objetivo de pedir fondos en la Unión Europea para poder realizar obras hídricas. El Gobierno andaluz ya ha pedido trasvases internacionales y prepara sus puertos para llevar agua en barco de unas provincias a otras e, incluso, desde terceros países.
Cada vez que se habla del tema de agua y las posibles restricciones la oposición apunta a las consecuencias del turismo y la falta de medidas por parte de la Junta para limitar las actividades derivadas. En concreto, una de las más polémicas es el uso de los campos de golf en la comunidad.
Andalucía tiene 109 campos de golf que pueden consumir hasta 300.000 metros cúbicos de agua. Adelante Andalucía es el partido que ha pedido con más entusiasmo que se adopten medidas en este sentido y que no sólo los vecinos andaluces sean los que sufran las consecuencias de la sequía.
El portavoz de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, ha respondido este martes tras el Consejo de Gobierno a estas peticiones y ha vuelto a rechazar que se pueda limitar este riego. En concreto, Fernández-Pacheco ha señalado que es "rotundamente falso que los campos de golf sean el problema" porque "se riegan con agua regenerada no potable que no tiene nada que ver con el suministro". Desde la Junta aseguran que es un argumento que "puede tener éxito en términos demagógicos, pero tiene poca aplicación en el problema".
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