El pasado 2 de diciembre de 2020 el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Barbate ha incoado diligencias previas por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente a raíz de una denuncia presentada el 25 de mayo de 2020 por Agaden (Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza)-Ecologistas en Acción y la Asociación de Voluntarios Medioambientales Trafalgar de Barbate.
Esta denuncia ponía en conocimiento del Juzgado que el pasado 26 de abril de 2020, pese a estar prohibida la entrada de vehículos a motor en la zona de arena de la playa de Zahara de los Atunes, tres tractores dotados de ampliaciones en franjas de casi ocho metros de ancho fumigaron el tramo comprendido entre el Hotel Antonio y la desembocadura del río Cachón con una solución de dos litros de lejía por cada 100 de agua (hipoclorito sódico al 2%) ante la mirada atónita de los vecinos. Estos mismos vehículos pesados días atrás se usaron para desinfectar las calzadas y aceras de la localidad.
El paso de los tractores, al acceder a la orilla, arrasaron los espacios dunares, y la utilización de la lejía ha puesto en peligro las especies que habitan o transitan por ellas, causando un grave perjuicio al ecosistema de la zona. Además, estos tractores no sólo actuaron en el kilómetro de playa urbana, sino que llegaron hasta la desembocadura del río Cachón, con lo que afectaron incluso sistemas dunares que en algún tramo del litoral están protegidos como Hábitats de Interés Comunitario 2120.
Tras 40 días sin intervención humana por el confinamiento del primer estado de alarma, y gracias a las mareas y las intensas lluvias de los meses de febrero y marzo, el paraje estaba repleto de actividad, pero tras recorrer la zona afectada por la fumigación y el paso de los tractores no se veía ningún movimiento, ni siquiera de insectos. Además, es probable que tras las mareas esta disolución de lejía haya afectado a las especies que habitan en la orilla del mar.
Además, esta “supuesta fumigación” no contaba ni con la autorización de la localidad matriz de Barbate, ni de las delegaciones territoriales de Salud y Medio Ambiente. Así nos lo indicaba la delegación territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía.
Ahora, será el Juzgado, junto al Ministerio fiscal, quien determine la naturaleza de tales hechos y las personas que en ellos han intervenido, para ello ha requerido al Seprona que informe sobre los daños apreciados en la zona descrita en la denuncia y recabe la identidad de los conductores de los tractores y de las personas que ordenaron dicha limpieza. Y a la Consejería de Medioambiente para que se informe del daño al ecosistema, así como el concreto peligro que pudiera haberse generado para las personas, así como para la flora y la fauna, y si se ha seguido expediente sancionador y consta contra quién se dirige.
Agaden (Asociación Gaditana para la Defensa y Estudio de la Naturaleza)-Ecologistas en Acción y la Asociación de Voluntarios Medioambientales Trafalgar de Barbate, se congratulan por la incoación de estas diligencias, aunque se hayan retrasado demasiado. Y esperan que los responsables de estos hechos sean enjuiciados para que la preservación del medio ambiente sea una prioridad para todos.