Lengua bífida, saliva venenosa (son inmunes a su propia saliva tóxica)... hay mucha mitología y mucha ciencia en torno al dragón de Komodo, y no es para menos: es el lagarto más grande del mundo. En Andalucía hay cinco nuevas crías de esto varanos. Han visto la luz en la Costa del Sol malagueña.
El pasado verano, veterinarios y miembros del equipo de Herpetología de Bioparc Fuengirola detectaron que el comportamiento del dragón de Komodo hembra estaba cambiando. Después de una laboriosa cópula con el macho, Ora se mostraba más inquieta de lo habitual y esto tenía explicación: una gran puesta de doce huevos.
Este hecho marcaba un hito en el trabajo de conservación que el parque desarrolla dentro del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) de este gran varano. Ocho meses después y tras una larga y controlada incubación de estos huevos, Bioparc Fuengirola anuncia la primera reproducción exitosa de la especie en el parque, con el nacimiento de cinco crías de dragón de Komodo.
"El éxito de la puesta, la incubación y la esperada eclosión no solo representa un futuro esperanzador para esta especie amenazada, sino que también demuestra lo necesaria que es la labor que desarrollamos en nuestro centro. Desde el primer momento, hemos garantizado el bienestar de ambos reptiles y ahora también de sus crías. Para todos es sin duda un gran logro", ha explicado Milagros Robledo, responsable de Herpetología de Bioparc Fuengirola.
La eclosión de estos pequeños dragones de Komodo sitúa al parque de animales malagueño en un referente a nivel europeo. Se trata del único centro que, en los últimos diez años, ha logrado reproducir a este varano en España y el quinto en Europa.
Durante estos casi ocho meses de incubación, el equipo ha llevado a cabo un control de los huevos casi diario. Todas las semanas tanto la temperatura como la humedad de las instalaciones que los incubaban eran reguladas, garantizando un ambiente adecuado para el desarrollo de los embriones y simulando las posibles variaciones estacionales a las que podrían estar expuestos en su hábitat.
A principios de marzo, este proceso controlado finalizaba con la eclosión de la primera de las crías llamada 'Juanito'. A ella le siguieron Fénix, Embum, Drakaris y Saya.
"Tras la rotura de los huevos, hemos vigilado atentamente a cada uno de ellos para que todo fuese bien. Los más grandotes salieron solos del huevo, los más pequeños han necesitado ayuda para salir porque aún estaban unidos al vitelo. Las crías tienen pesos que van de 50 a 120 gramos, y unas medidas de 30 a 44 centímetros", ha destacado Robledo.
Al igual que sucede en el hábitat natural de esta especie, desde el momento en el que nacen, las crías viven separadas de sus padres y de forma totalmente independiente. Este comportamiento es respetado, manteniendo a los pequeños en terrarios separados. Durante estas primeras semanas de vida, el equipo de cuidadores debe controlar de cerca la alimentación de cada uno de ellos, y su estado de salud.
Bioparc Fuengirola es uno de los 30 zoológicos que forman parte del EEP de esta especie, coordinado por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios. Dentro de estos programas de conservación es esencial la colaboración entre todos los centros participantes, compartiendo experiencias e impresiones sobre procesos como, por ejemplo, esta larga incubación. También la actividad que desarrollan cada uno de ellos pasa por las pautas que indica el coordinador de cada EEP.
"Aunque la puesta inicial era de doce huevos, finalmente solo fueron viables cinco de ellos. Una cifra que coincide con la recomendación del coordinador del EEP. Esta decisión garantiza la variabilidad genética de los dragones de Komodo y fortalece a estos reptiles en el caso de que, en un futuro, sea necesario reintroducirlos en su hábitat", ha explicado Jesús Recuero, director técnico, veterinario y conservador de Bioparc Fuengirola.
Los dragones de Komodo se encuentran en peligro de extinción. Actualmente, tan sólo quedan unos 1.500 ejemplares en todo el mundo, 220 en centros de conservación pertenecientes a la EAZA. En libertad, pueden localizarse en la isla de Flores, Komodo, Rinca, Padar, Nusa Kode y Gili Motang.
Desde 2009, Bioparc Fuengirola y la Fundación Bioparc trabajan en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) del dragón de Komodo tanto 'ex situ' en sus instalaciones, como 'in-situ' en la isla de Flores bajo el proyecto Komodo Survival Program. A través de este, los centros participantes trabajan monitoreando a los ejemplares que viven en la isla, contribuyen a la protección de su hábitat y a la concienciación de la comunidad local.
En los últimos 15 años la población de dragones se ha reducido en un 25% por la queman de gran parte del bosque donde viven y por la caza furtiva. En la actualidad, a todo esto, se le suma la enorme acumulación de residuos que transportan las corrientes oceánicas y que terminan en las islas donde viven estos primitivos y grandes varanos.
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