Ir al contenido

¿Qué hacer con 40 millones de kilos de alga invasora amontonados en mitad del campo?

La solución del Ayuntamiento de Tarifa, admitida como irregular, ilustra la dificultad de los municipios costeros gaditanos para afrontar los gastos de retirada, transporte y eliminación de la creciente alga asiática

Una vaca pasea por la estación depuradora de Tarifa con la montaña de algas al fondo.
Una vaca pasea por la estación depuradora de Tarifa con la montaña de algas al fondo. JUAN CARLOS TORO
06 de febrero de 2025 a las 19:59h

Desde las primeras montañas, al otro lado de la carretera de las playas que conecta el mundo y Tarifa, hay una vista del Estrecho de Gibraltar que paraliza la respiración durante unos segundos.

En ese repecho, extremo último y resto Sur de la Serranía de Ronda que Hércules separó del Atlas marroquí con los brazos, está la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Tarifa.

Hay que pasar por varias vallas y por una subestación eléctrica para ascender a la colina. Media docena de coches de operarios, oficinas, naves, aparataje vario y una veintena de vacas o terneros recorren las instalaciones a sus hierbas, con la pausada paz de un viejo profesor de yoga.

Tarifa y Tanger estrecho
El Estrecho de Gibraltar y África, desde la estación depuradora de aguas residuales de Tarifa.  JUAN CARLOS TORO

Si el día es uno de los más luminosos del año -como el viernes 31 de enero de 2025, pleno invierno y viento Norte- la panorámica es tan clara que cualquiera puede contar las ventanas de las fachadas de los edificios de viviendas al otro lado, en África.

En el inicio de esa sierra, parque natural protegido, se levanta un relieve nuevo, un montículo de 10 metros de altura que no estaba hace unos meses. Es natural y artificial a la vez. Procede directamente del mar pero ha sido colocado ahí por la mano del hombre de forma forzada por falta de alternativas.

Junto al recinto cerrado de la depuradora, como el que deja una bolsa de basura junto a un contenedor a rebosar con la buena intención de no tirarla en cualquier parte, pegada a la valla que la limita, aparece la concentración formada por 40.000 toneladas de algas.

Son 40 millones de kilos de las célebres y temidas "invasoras" o "asiáticas" que amenazan con la ruina a pescadores y sector turístico desde hace ocho años. En este caso, son las retiradas de las playas de Tarifa en los últimos cinco.

El Ayuntamiento tarifeño admite que no debieran estar ahí pero se pregunta en voz alta qué hacer con ellas. El Gobierno recuerda que se trata de "residuos sólidos urbanos" por lo que su destino debe ser una planta tipo "punto limpio" o vertedero común, con la finalidad de ser quemadas y esparcidas en la naturaleza.

La situación de Tarifa ejemplifica el embrollo de todos los municipios de la costa gaditana. Hay que recogerlas y retirarlas, por pura conveniencia turístico-estética y pesquera. Tantas como se pueda. Por más que la rugulopterix okamurae aparezca de nuevo y cada vez con más fuerza. Sísifo marinero.

Esa tarea, con cifras crecientes, en progresión, obligatoria y recurrente, anual desde 2018 en el litoral gaditano ya es costosa pero añadir lo que supone el traslado a un vertedero adecuado -en el caso de Tarifa sería San Roque el más cercano- ya resulta inasumible para presupuestos tan limitados.

El Ayuntamiento de Tarifa, a través de su número dos, el concejal Jorge Benítez (de la formación independiente Nuevos Aires) cifra ese coste añadido, el del transporte en "tres o cuatro millones de euros anuales", algo que termina de romper las cuentas locales, "sería volver al pasado reciente, sería ruinoso".

Benítez acusa a Junta de Andalucía y Ministerio de Medio Ambiente de hacerse los tontos y mirar para otro lado, como si la invasión de cada verano fuese a desaparecer por sí misma. "Nos pasan la patata caliente a los ayuntamientos sin aportar ninguna solución".

Este pequeño montículo, aseguran otras fuentes municipales, sólo es "la punta del iceberg, aunque no sea de hielo". Las algas por recoger en otras playas menores de la comarca, desde el límite con Barbate hasta el de Algeciras, se estiman en más del doble, más de 80.000 toneladas.

Carmen Díaz, presidenta de la Federación Nacional de Pesca Artesanal, añade a los problemas de gestión municipales los angustiosos efectos en el sector pesquero. Afirma que han pasado más de "ocho años desde que se detectó por primera vez la presencia de esta alga invasora".

"En este tiempo no hemos logrado que las administraciones busquen una solución definitiva". Más allá del impacto pesquero, el nuevo conflicto radica en qué hacer con las toneladas de algas que cada año salen de las orillas.

Algas Tarifa montaña  1
El montículo de algas asoma tras la estación de aguas residuales de Tarifa.  JUAN CARLOS TORO

Numerosos estudios científicos, y proyectos empresariales, defienden que las algas tienen numerosas utilidades, desde alimenticias a materia prima para la elaboración de numerosos productos, como combustibles, cosméticos, abonos, aditivos alimentarios, calzados, medicamentos o tejidos.

Un equipo de fútbol de Primera División, el Real Betis, presentaba este viernes "una equipación especial realizada de algas marinas y plásticos recogidos del fondo del mar, que utilizarán en el partido ante la Real Sociedad el próximo 16 de febrero".

Más allá de este anecdótico extremo, instituciones públicas y académicas de Andalucía, Asturias, Castilla-León o País Vasco barajan proyectos destinados a dar un uso práctico, una forma de reciclaje útil de este molesto sobrante marino.

En el caso de Tarifa, su Ayuntamiento recibió el pasado 20 de enero la propuesta formal de una empresa valenciana con un proyecto para transformar el alga invasora en abono e, incluso, en fuente de energía eléctrica.

Cualquier medida alternativa puede ser positiva si aporta algún tipo de uso que permita ahorrar los costes de recogida, transporte y destrucción.

El concejal tarifeño Jorge Benítez resalta que la situación será irresoluble mientras no tengan destino las toneladas de algas que producen los "33 kilómetros de playa del término municipal de Tarifa".

Con apenas 20.000 habitantes permanentes, las finanzas municipales tienen escasa capacidad para tramitar estos residuos. Sólo en un mes, agosto de 2024, el Ayuntamiento de Tarifa retiró 15.000 toneladas. "Son unas cantidades inasumibles".

El traslado a San Roque y la destrucción no son alternativa "porque supondría la quiebra del Ayuntamiento de Tarifa. Estamos en un apuro. Ni podemos cumplir con la ley ni podemos arruinar nuestro presupuesto", lamenta el edil para pedir ayuda institucional.

La asociación Agaden-Ecologistas en Acción ha presentado una queja formal ante la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Cádiz por la existencia, durante meses, de la montaña de algas invasoras sin tratamiento adecuado.

Los naturalistas aseguran que estos residuos pueden alterar la salinidad del terreno y trasladar "escorrentías contaminantes" hasta la vecina "playa de Los Lances, espacio protegido de la Red Natura 2000".

Algas Tarifa montaña  6
La parte superior del montículo de algas acumuladas, entre torres de energía eólica en el término de Tarifa.  JUAN CARLOS TORO

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía asegura que está en fase de estudio de "soluciones innovadoras y sostenibles para afrontar esta problemática" de forma permanente. Estos remedios pasarían por demostrar y aplicar alguno de los usos industriales del alga invasora. 

Los ecologistas calculan que cada metro cuadrado de playa produce cinco kilos de alga al año. El resultado del cálculo es aterrador y están demostradas cuatro oleadas anuales de esta especie invasora.

Mientras, las vacas pasean junto a la montaña de residuos en Tarifa, urge buscar soluciones, realistas y baratas, incluso rentables, para una nueva situación ambiental, nunca antes conocida en la provincia de Cádiz.

Sobre el autor

Afot

José Landi

Ver biografía

Lo más leído