Europa contiene el aliento ante las elecciones a la presidencia de Estados Unidos. Kamala Harris o Donald Trump, reedición del triunfo demócrata o vuelta de los republicanos tras el ínterin de Joe Biden. Son las elecciones, al menos en los pronósticos, más apretadas que se recuerdan. Desde Europa se mira con resquemor nuevos aranceles si vuelve a la presidencia Trump y la posibilidad de que haya una nueva guerra comercial, aunque sea de baja intensidad, como ya ocurrió con su primer mandato. El multimillonario ya ha anunciado precisamente un incremento 'universal' del 10%, mientras que Harris, si bien no ha dado a conocer ninguna medida lineal, sí ha hecho referencia durante la campaña a un aumento de las medidas proteccionistas para la industria americana. En principio, se teme lo que pueda hacer Trump –en medios internacionales se habla abiertamente incluso de que algunas medidas podrían estar basadas más en la venganza personal hacia Europa o China que en una vocación real de proteger su producción nacional y al empleo que genera–, pero lo que puede decidir Kamala Harris si gana se ve como una especie de 'página en blanco'.
España exporta a Estados Unidos por valor de 20.000 millones de euros (es su sexto mercado mundial). Andalucía, por su parte, es la tercera comunidad autónoma que más exporta a dicho país, después de la Comunidad Valenciana y de Cataluña. De hecho, Estados Unidos es el principal mercado no europeo con que cuenta Andalucía. En los últimos años, las exportaciones andaluzas no han dejado de crecer. Este año (dato a 20 de septiembre), Andalucía habría exportado mercancías y servicios por valor de 1.941 millones de euros, lo que representa un 8% más que en el mismo período del año pasado.
¿Pero qué exporta Andalucía a Estados Unidos más allá del tradicional aceite de oliva? Pues esos tiempos siguen... pero de alguna manera pasaron. Por ejemplo, en la actualidad están muy bien posicionados, con importantes crecimientos anuales, productos como las manufacturas de fundición, hierro y acero y también bienes relacionados con el sector aeronáutico... Ah, y aceite de oliva, claro, un sector, en general, que lo pasó mal con Trump (hay que recordar el arancel del 36% a la aceituna negra, al entender su administración que las ayudas europeas de la PAC eran competencia desleal para los productores californianos) y que tuvo que realizar distintos equilibrios para seguir siendo competitivo...
Por último, hay que dedicar unas líneas al vino de Jerez, que aunque ve grandes posibilidades e incluso en los últimos años realiza un importante esfuerzo en promoción en Estados Unidos, se mueve en unos 400.000 litros (en los primeros seis meses de 2024), es decir, las ventas no acaban de ser significativas en un mercado, recordemos, de más de 330 millones de habitantes. No obstante, hay que insistir en que se trata de un mercado que evoluciona bien y crece habitualmente año tras año, pero que puede ser muy vulnerable a un encarecimiento como consecuencia de una subida de aranceles.