César Saldaña ha sido reelegido este martes presidente del Consejo Regulador del Vino con 19 votos a favor y una abstención. Se ha abstenido uno de los dos vocales de la Manzanilla, el de la bodega Hidalgo-La Gitana. Se puede interpretar como una simple anécdota –como era el sentir reinante en el aperitivo que se ofreció a continuación a los vocales entrantes y salientes en la institución– o como un aviso de las bodegas de Sanlúcar, aunque ahora mismo, una vez solucionado el asunto del 'fino de Sanlúcar', no parece que haya ningún problema de entidad que ataña a la ciudad de la desembocadura del Guadalquivir. El vicepresidente del Consejo será Luis Luengo, director general de Caballero.
Saldaña, en conversación informal con los periodistas, no tuvo ningún problema en ser él mismo el que se pusiera una serie de retos para los cuatro años de mandato recién iniciados. 'Calidad, prestigio y precio' podría ser perfectamente el lema en el que basar este nuevo período, unas veces por convicción –las dos primeras palabras–, otra por la fuerza de los hechos, como es el descenso en el consumo de vino en general, incluido el de Jerez.
En segundo lugar, se refirió al 'sherry cask', con el que el vino de Jerez tiene que coexistir plenamente. "El 'sherry cask' ha venido para quedarse", declaró. Saldaña no tiene ninguna duda de que se trata de algo positivo, win win tanto para el 'sherry cask' como para el vino de Jerez, que sirve para revalorizar el producto –el jerez–, genera valor y relaciona al jerez con grandes marcas internacionales, aunque reconoció que está creando dificultades en el suministro.
A continuación, el presidente del Consejo Regulador se refirió a "los vinos blancos" –evitó en todo momento el término 'vinos de pasto', tan en boga–, aunque no avanzó nada nuevo sobre por dónde podría ir el amparo (hay que recordar que este tema lleva ocho años sobre la mesa) que pudiera dar a estos vinos la institución. Saldaña dijo que no se trata tanto de "una cuestión de volumen" –así es, muchos de estos vinos son pequeñas experiencias– como del hecho de que estos vinos suponen una "entrada natural" de nuevos clientes para el jerez y la manzanilla. "Son nuestras uvas, nuestra tierra... desde ahí solo hay un paso al fino y la manzanilla", dijo.
Por último, Saldaña habló de mirar en mayor medida hacia la viña. Estima que se tiene que acabar la compra-venta de uva atendiendo al único criterio del peso, de los kilos, y que habría que establecer criterios de calidad en la uva. En ese sentido, puso como ejemplo lo que ocurre con el vino y los calificados como VOS y VORS para decir que habría que contemplar la calificación de distintas calidades, atendiendo a distintos criterios y requisitos (sin entrar en tema de precios, que no es competencia del Consejo).
Bien, en resumen, esta es la 'agenda básica' de Saldaña para el período de cuatro años que ahora se inicia. El flamante presidente del nuevo Consejo Regulador dirigió unas palabras también a los nuevos vocales, a los que dijo que "el Consejo Regulador es mi vida, le he dedicado mis mejores años y voy a seguir haciéndolo", dijo. Antes señaló que el sector es depositario de un importante patrimonio, siglos elaborando un vino conocido en todo el mundo, pero que los vocales no están ahí para gestionarlo, al menos no solo, porque "esto de lo que va es de negocio".
A continuación se procedió a la entrega de sendas placas de reconocimiento a su labor a los dos únicos vocales salientes, por cierto, dos personalidades muy significativas en el sector en las últimas décadas, como son Antonio Palacios –el sanluqueño, un referente de las cooperativas del Marco–, y sobre todo, Evaristo Babé, que deja una vocalía de Fedejerez al nuevo presidente de la patronal, Jorge Pascual. Babé dijo que en todos estos años ha habido tiempos buenos y malos y recordó la cita de que "la felicidad se basa en la buena salud y la mala memoria". Expresamente, tuvo un recuerdo muy especial para "el gran Paco Valencia" y también citó a Bosco Torremocha y a Ricardo Rebuelta entre "las buenas personas con las que ha tenido el privilegio de haber trabajado" todos estos años por el vino y el brandy de Jerez.