El 2024 será un año marcado en el sector bodeguero de Jerez, a nivel institucional, por las elecciones en los dos consejos reguladores –Vino y Brandy– y por las negociaciones del XXVII Convenio de la Vid, de ámbito provincial.
Respecto al primer asunto, tanto el Consejo Regulador de las DO Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez como el del Brandy de Jerez, celebrarán elecciones. Los comicios serán, previsiblemente, en septiembre de este año, ya que es cuando concluye el mandato iniciado en el mismo período de 2020, en un momento, por cierto muy convulso debido a la pandemia del covid y el descenso en las ventas que se produjo. Antiguamente, las elecciones las convocaba la Consejería de Agricultura, pero ahora los convocantes son las propias instituciones del Marco.
Todo indica que Evaristo Babé será reelegido presidente del Consejo Regulador del Brandy, puesto que ostenta desde que la institución echara a andar hace más de 35 años. En una entrevista reciente a lavozdelsur.es, el propio Babé señaló que, por su parte, no habría problema en llevar a cabo un nuevo mandato en dicho Consejo, por lo que no se esperan sorpresas. Babé goza de absoluta confianza de las bodegas agrupadas en la patronal Fedejerez –en el pleno de la institución solo tienen representación las bodegas elaboradoras y comercializadoras, no hay productores– como lo demuestra el hecho de que hace unas semanas, el pasado mes de diciembre, fuera reelegido también presidente de la propia patronal bodeguera para un nuevo mandato.
En cuanto al Consejo del Vino, todo indica que continuará César Saldaña, que lleva cuatro años en el cargo, pero mucho más tiempo ostentando distintos puestos en la institución, de la que, de facto, era primer ejecutivo durante el mandato de Beltrán Domecq, más centrado en la representación institucional. Saldaña cuenta con el visto bueno de las bodegas de Fedejerez, pero hoy en día, tal y como están confeccionados los censos a partir de los que establece la composición del pleno de la institución –que tendrá como primera medida precisamente que elegir presidente– no garantiza dicha elección, que forzosamente tiene que llegar del acuerdo con otros subsectores, caso de las cooperativas, los viticultores independientes, las bodegas de Sanlúcar e incluso, en la situación actual, José Estévez SA, que abandonó Fedejerez a mediados de 2020 y tiene vocal propio en el pleno del Consejo.
Pero 2024 será también un año de negociación colectiva en el Marco de Jerez, ya que ‘toca’ a patronal y sindicatos sentarse para sacar adelante el XXVII Convenio de la Vid. De hecho, por calendario, ya deberían haberse producido los primeros movimientos para la constitución de la comisión negociadora entre Fedejerez, CCOO y UGT, firmantes del anterior convenio. Por ahora poco ha trascendido acerca de las plataformas de las partes, pero por ejemplo, Evaristo Babé, en la entrevista citada más arriba, hizo referencia a dos asuntos, uno más de contenido y otro más formal. Sobre el primer asunto, sin entrar en detalle, reclamó una “mayor flexibilidad” para afrontar los retos que tienen el vino y el brandy de Jerez en un mundo y un sector globalizado y, por otro, reclamó que la negociación esté libre de las tensiones de las ediciones justo anteriores, ya que entiende que la convocatoria de distintas movilizaciones fueron desproporcionadas.
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