La vendimia está a punto de entrar en su tramo final en cuanto al volumen de uva, aunque, con toda seguridad, se prolongará hasta mediados de septiembre en las localidades con viñedos más próximos a la costa, en los que la uva tarda más en madurar. Decimos que entra en su tramo final ya que está a punto de alcanzarse la producción total que se registró el año pasado.
En la actualidad, según los propios partes del Consejo Regulador de las denominaciones de origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, la uva total recogida a 21 de agosto supera los 49 millones de kilos, por lo que está muy muy cerca de los 49,9 millones de kilos que se recogieron en la campaña de 2023 (aunque lógicamente la tendencia es a irse a la cifra redonda y decir que la campaña totalizó 50 millones de kilos), por lo que con toda seguridad en el próximo parte superará los datos de la vendimia anterior.
La vendimia se ha venido desarrollando con normalidad, término que incluye los contratiempos habituales, ninguno de gravedad. Ha hecho calor y ha hecho levante, pero en ningún caso muchos días seguidos e incluso ha habido parones como consecuencia del descenso de las temperaturas y algunas ‘blanduras’ (que es como se llama en el sector a las neblinas o rocíos mañaneros) que, si bien han refrescado al fruto, también han venido a ralentizar su maduración, por lo que en algunos momentos se han tenido que tomar decisiones sobre la marcha, en realidad nada extraño, ya decimos.
La prueba es que, a estas alturas, a punto de entrar ya en la última semana de agosto, en ninguno de los ocho municipios del Marco de Jerez con lagares operativos (Puerto Real es el que no tiene ninguno), la uva no ha alcanzado los 12 grados baumé (que mide el potencial alcohólico del fruto), cuando el año pasado Lebrija (12,6º) y Rota (12,1º) superaron dicha cifra y Chipiona y Jerez, con 11,9º y 11,8º, respectivamente, se quedaron muy cerca. Con datos también del 21 de agosto, esta campaña son también Rota y Lebrija las que van a la cabeza, aunque ambas se quedan en 11,5º, que lógicamente en los próximos días subirán dichas medias por la sobremaduración del fruto que queda por recoger, aunque difícilmente se llegará a las cifras de 2023.
Se ha hecho mención de que la vendimia encara su recta final en cuanto a producción (todavía no en cuanto a tiempo) porque las cifras son ya las de 2023. Estos datos vienen a confirmar las previsiones con las que arrancó la vendimia, que apuntaban a un incremento entre el 12% y 15% respecto al año anterior. En realidad, llegó a haber previsiones que hablaban de un 20% –y también hubo algunas se quedaban en el 10%... cualquier previsión es un tema complicado que además está sujeto a la evolución del clima, tanto temperatura como régimen de vientos– pero todas coincidían en que este año, al menos, la vendimia sería aceptable por volumen.
Las cuentas respecto al total que nos podemos encontrar a mediados de septiembre, cuando se cierre la campaña, son sencillas haciendo una proyección: 55 millones de kilos de uva por abajo y 60 millones de kilos de cumplirse los más optimistas de los pronósticos, con 57 ó 58 como cifras más probables.
La salud de la uva es buena, aunque se han presentado algunos casos de oídio y mildiu e incluso de botritis, sin que se pueda hablar por ahora de problemas graves.
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