El Marco de Jerez se prepara para comenzar una nueva vendimia, y lo hará en el período máximo de un mes. Cuando comenzará exactamente dependerá, como siempre, de la incidencia final del calor y del levante sobre la uva.
No hay un pronóstico claro en cuanto al inicio del corte de uva. Hay quienes opinan que la vendimia podría comenzar hacia mediados de agosto –digamos que lo que se ha estandarizado como un inicio ‘normal’ de la vendimia, cuando hace poco más de veinte años era una vendimia que se consideraba directamente como adelantada– y hay otros que opinan que, de cumplirse los pronósticos que hablan de que en lo que queda de junio va a haber varios períodos importantes de levante, la vendimia podría comenzar perfectamente en la primera semana de agosto, como por ejemplo el año pasado (en 2022, de hecho, comenzó a cortarse para Jerez ya en los últimos días de julio).
Las precipitaciones durante la campaña siempre son importantes. Se puede decir que pese al tren de borrascas del comienzo de la primavera –la que chafó la Semana Santa, todo hay que decirlo– y otros episodios lluviosos que ha habido en abril y mayo, el año hidrológico (temporada) están en unos 520 litros, que realmente están por debajo de la media cercana a los 600 litros anuales en que tradicionalmente se mueve Jerez. Eso sí, los terrenos de albariza han sacado el máximo partido a toda esa agua y el viñedo de Jerez presenta hoy en día un estado magnífico.
Lo que todas las fuentes consultadas estiman es que dentro de un mes, a mediados de agosto, se está cortando uva con toda seguridad, bien de manera ya generalizada, bien dando todavía los primeros pasos. Cuando se habla de comenzar la vendimia, propiamente se habla de los pagos de interior del Marco, ya que por lo que se refiere a los viñedos más próximos a la costa, con clima más suave y mayor humedad, la uva puede perfectamente comenzar a cortarse tres e incluso cuatro semanas después que en otros más alejados del mar.
Por ahora, las previsiones son buenas, tanto por lo que se refiere a la cantidad como a la calidad de la uva. Hace cosa de un mes, el Consejo Regulador del Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, sin entrar en cifras, se mostró muy optimista respecto a la producción y se habló abiertamente de una gran vendimia. Hoy por hoy, las previsiones del sector siguen siendo buenas pero tal vez han bajado un tanto. Fuentes consultadas tanto entre los viticultores como entre bodegas propietarias de viñedo hablan de un incremento que finalmente podría estar entre el 12% y el 15%, siempre en función de la climatología, de lo que ocurra estas semanas con el calor y levante. Se trata de un buen dato (tampoco espectacular), sobre todo teniendo en cuenta que en 2023 ya se produjo un aumento respecto al año anterior del 12%, aunque es cierto que 2022 fue una de las vendimias más cortas que se recuerdan en el Marco de Jerez.
Poniendo números a estas apreciaciones, teniendo en cuenta que el año pasado la producción se quedó en casi 50 millones de kilos (49,9 millones) estaríamos hablando de una vendimia que podría estar finalmente entre los 56-58 millones de kilos de uva.
En cuanto a las plagas, por ahora todo va bien, ya que apenas se han detectado casos de mildiu y oidio, dos de las más habituales en el Marco de Jerez.