La patronal bodeguera Fedejerez y CCOO, sindicato mayoritario en el sector, han firmado este lunes un acuerdo, por cuatro años (2024-27), que establece un nuevo convenio de la Vid, el XXVII. La firma del acuerdo supone la desconvocatoria del calendario de paros acordado por los trabajadores en asamblea, que daban comienzo este martes 22 de abril. UGT se levantó de la reunión, no ha suscrito al acuerdo y es una incógnita las decisiones que pueda tomar en los próximos días.
Tras la Semana Santa, las dos partes estaban citadas en el Sercla a primera hora para una intermediación que evitara los paros. Después de una reunión que puede calificarse de maratoniana, las dos partes llegaron a un acuerdo a media tarde, acuerdo muy importante, ya que, a la espera de lo que pueda hacer UGT, prácticamente garantiza la paz social en el sector durante los próximos cuatro años.
La parte social acusaba hace semanas a la patronal de haberse levantado de la mesa de negociaciones –unas negociaciones que comenzaron hace más de un año–, algo que Fedejerez negó desde el minuto uno, aunque es cierto que, en su día, después del cambio en la presidencia, solicitó un período de tiempo para que el nuevo dirigente, Jorge Pascual, se pusiera al día de este y de otros asuntos prioritarios para la patronal. Ese período se prolongó tal vez más allá de lo previsto y la convocatoria de un calendario de movilizaciones por parte de los sindicatos ha hecho que la negociación vaya mucho más lejos de lo que cabía esperar en un primer momento y las dos partes hayan salido de la reunión con un acuerdo bajo el brazo.
Desde Fedejerez se afirmó tras la reunión que era clave "desconvocar una huelga que nadie quería" y se destacó también que se garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores con el acuerdo de que las jornadas sean más flexible, en función de las necesidades de las empresas. Desde la patronal ya se había dicho días antes que "con unos mínimos de adecuación a la industrialización, no habría grandes escollos en lo que se refiere a incrementos salariales". Los atrasos se ha acordado que se paguen en la nómina de mayo.
Fuentes de CCOO, por su parte, señalaron que "solo hemos tratado lo económico" y que "en un acto de resposabilidad hemos traído la propuesta a la asamblea (de trabajadores), que la ha aprobado". El incremento acordado es del 3% para 2024 y 25; para 2026 es el IPC real del año anterior y para 2027 es el 2% con revisión salarial del 1% siempre que el IPC real supere dicho 2%.
A la espera de que UGT explique la disparidad de criterio que le ha llevado a levantarse de la mesa, hay que recordar que la parte social venía haciendo incidencia en la mejora en materia de conciliación; se adapte la jornada a los criterios del Gobierno y la UE, se garanticen los derechos de llamamiento y la regulación del personal fijo-discontinuo, además de incrementos salariales que garanticen el mantenimiento del poder adquisitivo del personal.