Se define profesionalmente como “técnico avanzado en vinos de Jerez” pero el sanluqueño Gabriel Raya es lo más parecido a un coach especialista en recuperar manzanillas y viejas soleras, y poner en valor nuevas y antiguas marcas a nivel internacional. Todo un fichaje por parte del empresario José Luis Barrero del que se habla, y mucho, en los círculos empresariales de Sanlúcar.
Hasta hace unos días Gabriel Raya venía trabajando con el conocido empresario de logística y bodegas Francisco Yuste Brioso, con quien ha desarrollado una fecunda carrera de promoción de sus marcas a nivel nacional e internacional, cuestión que no ha pasado desapercibida para Barrero. En una reunión sectorial, tras conocer su marcha de Bodegas Yuste, le realizó una oferta de incorporación inmediata en el momento que decidiese. Y aceptó.
Nacido en Sanlúcar de Barrameda el 18 de septiembre de 1975, afincado en Jerez desde el año 2007, Gabriel Raya cursó estudios de Administración y Dirección de Empresas en Escuela Superior de Técnica Empresarial Agrícola de Córdoba y es Máster en Comunicación Política y Empresarial.
Técnico Avanzado en Vinos de Jerez, presidente de la Asociación Sociocultural ProSanlúcar, socio del Círculo de Artesanos de Sanlúcar, apoderado de la Asociación Profesional de Bodegas de Sanlúcar de Barrameda es miembro de la junta directiva de la Fundación Manzanilla Sanlúcar de Barrameda. Hace siete años Yuste quiso traerlo profesionalmente a un sector al que ha estado vinculado desde que nació, por su padre Gabriel Ángel.
Un reto profesional
“El cambio de Yuste y Argüeso a las soleras de finales del siglo XVIII de Bodegas Barrero lo afronto como un reto profesional, con el claro objetivo de posicionar a medio plazo a Barrero como el principal referente de los vinos de calidad de Sanlúcar y del Marco del Jerez” explica Gabriel Raya a lavozdelsur.es.
Los orígenes de la bodega se remontan a 1798, cuando el Marqués de Casa Arizón, propietario de barcos que comerciaban con las Indias, vendió la bodega San Pedro a la familia Vicario Iñigo. Sus mostos proceden de las 90 hectáreas de las viñas Las Cañas y La Soledad, ambas situadas en el pago Balbaina Alta, reconocido como uno de los mejores del Marco de Jerez por la elegancia y calidad de sus caldos.
Fue en 1986 cuando José Luis Barrero Jiménez compró a los herederos de Miguel Sánchez Ayala la totalidad de las acciones de la sociedad en la que se incluye la viña Las Cañas y los dos cascos bodegueros, con sus botas y vinos, de la calle Banda Playa “San Pedro” y “San Miguel”.
Posteriormente compraría la viña La Soledad en el año 1994. Con el incremento de las ventas se produce también la incorporación a la firma de su actual gerente, hijo del propietario, José Luis Barrero Pérez. En 2019 se produce la compra de los dos cascos bodegueros de la calle Trasbolsa de la histórica firma Pedro Romero, S.A.
Raya tiene claro que su paso por Yuste y Argüeso supone un antes y un después en su carrera profesional de la que se sienten muy orgullosos en su antiguo trabajo. Sacas en rama, como las de Manzanilla La Kika, “que comenzaron en otoño de 2017”.
Blancos con crianza biológica, fermentaciones con hollejos, dulces de Listán Blanco y Listán Negro “que están por venir y como no, Raya Cortada Conde De Aldama. Este último vino ha demostrado que tenemos la obligación de seguir aprendiendo cada día, de ellas, de las levaduras que forman nuestros paisajes bajo velo de flor".
Un antes y un después que cambia los tratados de enología gracias a las condiciones ambientales únicas del Barrio Bajo de Sanlúcar de Barrameda. “Manzanillas seleccionadas a pie de bota que han llegado a la botella para quedarse, como La E Argüeso, 1822 Soleras de Viruta del Casco San León y mi objeto de deseo, la Manzanilla Pasada Conde De Aldama, al límite técnico del pliego de condiciones de la D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda”.
Amontillados eternos, como el 1822 Solera Fundacional de Herederos de Argüeso, mejor vino generoso de España y Portugal en 2020 en los premios Vinduero-Vindouro. “Y como no el Amontillado Conde De Aldama, mejor Amontillado del mundo en International Wine Challenge 2017 y en su versión más extrema, la Bota NO, primer vino en alcanzar los 100 puntos en la Guía Peñín, haciendo historia junto a otro vino perfecto de la bodega más antigua de Andalucía, un Pedro Ximénez viejísimo de Alvear. Un sueño hecho realidad”.
Soleras rescatadas por Francisco Yuste que datan de 1740. “Me voy con el orgullo de haber conseguido posicionar a Bodegas Yuste como referente de la máxima calidad de los vinos de Sanlúcar, Andalucía y España. Y lo más importante para mí, el haberlo hecho con sacrificio, tesón, esfuerzo, leyendo mucho y durmiendo muy poco”, concluye Gabriel Raya.