Casi dos años después de que se anunciara la construcción de un centro de producción industrial bodeguera y de interpretación turística en los terrenos de la antigua azucarera de Guadalcacín, José Estévez SA continúa a la espera de las licencias que puedan hacer realidad este ambicioso proyecto, que se dio a conocer prácticamente coincidiendo con el anuncio de que el grupo escocés Edrington (productor de The Macallan, una de las principales marcas de whisky a nivel mundial) se hacía con el 50% del capital del grupo bodeguero jerezano.
La bodega está pendiente tanto de la licencia municipal como de la resolución de un expediente en la Junta de Andalucía. En lo que respecta a Jerez, el acuerdo con el Ayuntamiento estaría prácticamente cerrado. Es una cuestión relacionada con la urbanización de la zona, con la construcción de determinados viales. En lo que respecta a la Junta, la principal cuestión hace referencia a un acuífero, a la recogida y desagüe de posibles aguas pluviales de un arroyuelo que pasa por la zona.
Resumiendo, viales y acuíferos han ido retrasando la puesta en marcha de las obras de este proyecto, sin duda uno de los más ilusionantes de iniciativa privada de los que se han anunciado en Jerez en los últimos años, aunque en absoluto se teme por el futuro del mismo. El pasado mes de septiembre comenzaron unos trabajos preliminares, como el movimiento de tierras y cierre del perímetro en la antigua azucarera de Guadalcacín, lo que hizo pensar en una pronta obtención de las licencias y que las obras propiamente pudieran haber comenzado antes de la pasada Navidad. No ha sido así, lo que pone muy cuesta arriba la idea inicial de la familia Estévez y Edrington en cuanto a plazos, ya que se estimaba que este centro pudiera estar operativo en la primavera de 2026.
El complejo que se va a construir tiene, como se ha señalado, dos componentes diferenciadas: una de producción industrial pura y otra de atracción turística sobre el 'sherry cask', el envinado con jerez de botas (o barricas de roble) en las que completan su proceso de crianza los whiskies de The Macallan. La idea es atraer a miles de visitantes de todo el mundo que estén interesados en ver cómo se lleva a cabo este proceso clave esta prestigiosa marca.
Respecto a la inversión prevista, se habló de unos 60 millones de euros cuando se dio a conocer este proyecto, aunque la cantidad no está confirmada.
El grupo Edrington ha reforzado en gran medida su posición en Jerez desde 2023. A la sorpresiva compra de la mitad de José Estévez SA (sorpresiva en tanto en cuanto precisamente Estévez no tenía intereses en el 'sherry cask' y estaba entre las bodegas del Marco de Jerez que más 'peros' tenía hacia esta práctica), que además supondrá que se ponga fin, según venzan, a los contratos que mantenía con otras bodegas para el envinado de botas para su whisky, hay que añadir la de la tonelería Vasyma, y poco después, su asociación preferente con Tevasa, de la que ya era un cliente de referencia. El grupo propietario de The Macallan ha decidido, en definitiva, con estas inversiones, entrar a controlar directamente todos los procesos de suministro de vino, el propio envinado y la madera en la que terminará de criarse en Escocia The Macallan. Control pleno, en definitiva, de todos los procesos de producción de su gran marca que se realizan en Jerez.