Vinoble: cata disipada de vinos (casi todos) de Jerez

Después de unos días dedicados al 'pasto' y a DO foráneas como Tokaj, Marsala o Pantelleria, llega la hora de afrontar Jerez y Manzanilla, y lo hacemos esquivando grandes nombres, en plan algo más 'underground'

Vinoble 2024. Buen ambiente en el expositor del Consejo Regulador.

La XII edición de Vinoble se despide. Tres días rodeados de ‘vinoblers’ (en realidad cuatro, que el sábado estaban en Jerez ya muchas de las huestes) están bien, pero para muchos ha llegado el momento de coger los trolleys, sin esperar siquiera a la clausura. Mañana de (algunos) trolleys en el Alcázar, mañana también del cierre de al menos un par de expositores, que han decidido largarse antes, que queda un poco raro. Y feote. Se trata de uno de Francia que dicen que se quedó sin vino –que puede ser que no midiera, que es verdad que estaba siempre a tope– y otro de vinos de Canadá que no parece el caso. Un tema a subsanar.

Bonita foto a contraluz en Vinoble. MANU GARCÍA

Total… total, ¿nos vamos a probar unos cuantos vinos o escuchamos ya a César Saldaña, presidente de Consejo Regulador y comisario vicario del salón? Pues vamos por orden cronológico. Primero los vinos y luego la valoración de alcance de Saldaña, que fue a primera hora de la tarde. No se ha seguido ningún criterio, advertimos, salvo que fueran un pelín heterodoxos. Después de que el lunes nos centráramos en los vinos de pasto de Jerez, en el Tokaj y en los vinos de Sicilia, ha llegado el momento de hacer lo propio con vinos del Gran Jerez (Marco… y hasta el infinito) que sean un tanto peculiares, poco conocidos, poco comerciales, etc. Que tengan algo distinto, vaya. Ah, y un número redondo: diez.

'Jerez extreme'

Comenzamos en Carvajal tomando un oloroso muy viejo ‘tocadito’ con Pedro Ximénez, que tiene la particularidad de que se trata de un ‘shipping solera’, es decir, que el cabeceo ya va en el envejecimiento. Se trata, nos dice Jaime Carvajal, el propietario, de una técnica que prácticamente se ha perdido en el Marco de Jerez. Oloroso 93%, Pedro Ximénez 7%, es su composición.

Nos vamos al stand de la Sociedad Jerezana del Vino, donde Luis Flor nos da a probar un vino que está fuera de la denominación de origen (D.O.) Se trata de un ‘Esencia de la Torre’, con viñedo entre Jerez y El Puerto, que es una especie de coupage entre un fino tradicional de palomino (50%) y vino procedente de uva chardonnay en la misma proporción, elaborado bajo velo de flor, eso sí. Está curioso y seguro que dentro de dos o tres años lo ‘clavan’.

En el mismo 'stand' probamos ‘Fresquito Reserva en Rama’, de la bodega lebrijana González Palacios. Este vino de palomino no es Jerez, es DOP Lebrija, una D.O. para una única bodega que además tiene, técnicamente, viñas en Jerez. Me imagino el estado en que quedó el funcionario alemán o polaco que tuvo que tramitar este asunto en Bruselas…

Seguimos sueltos, a por todas, y nos vamos a por manzanillas–manzanillas, tan manzanillas que no parecen manzanillas. Nos ofrecen una manzanilla pasada de Argüeso, ‘1822 Solera de Virutas del Casco de San León’, está bien pero…

… Pero nos pasamos al fino. Probamos un fino de Chipiona que tiene nombre como de película de acción de James Coburn, ‘Peña del Águila’, se llama. Lo hace César Florido. Es evidente que en el Marco de Jerez algo se mueve después de que la zona de crianza se haya abierto a toda la zona de producción.

De ahí pasamos a un pequeño clásico, como es el fino ‘Mantecoso’. Este cronista conoció este vino cuando formaba parte de las bodegas propiedad de Núñez Terriza. Ahora está en Emilio Hidalgo, Jerez. Está bueno, pero no es ese fino tan peculiar, a la antigua, un vino que recuerdo perfectamente que tenía una lágrima impresionante que envinaba todo lo que se le pusiera luego por delante…

Llega la hora de tomar un amontillado. Así que, ¿por qué tomar uno si puedes tomar dos? Le dedicamos unos minutos a ‘Santa Petronila’, la autoproclamada bodega más pequeña del vino de Jerez, que al parecer está en Jerez y todo. Buen trabajo de Agustín y Brita, por cierto. ‘El Tresillo’, qué bueno, viene a continuación, también de Hidalgo, Jerez. A continuación, nos vamos a visitar a Jaime García-Mier y la bodega familiar, ‘Cruz Vieja’. Nos sacudimos un palo cortado y, ciertamente, el mundo va mejor, que es lo que se les olvidó decir a los del reportaje sobre el palo cortado que lo ‘petó’ hace unos años.

¿Nos vamos ya? Sí, nos vamos y lo hacemos tomando un vermú, que para eso es la hora. Qué mejor que ‘Ataman’, en Barbadillo, un vermú que parece salido del túnel del tiempo y está elaborado a partir, sobre todo, de manzanilla…

César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, durante XII Vinoble.   MANU GARCÍA

Primer balance de Saldaña

Después de este repaso a diez vinos de Jerez y lo que podríamos llamar su siguiente círculo, ha llegado el momento del balance de urgencia de César Saldaña. Para el presidente del Consejo Regulador, “ha sido una edición más que digna”, aunque reconoce que falta representación internacional (sobre todo Oporto), algo que podrá subsanarse trabajando con más tiempo en próximas ediciones.

"Es una edición más que digna, en próximas habrá más representación internacional"

No obstante, Saldaña estima que el programa de catas, muy completo, de alguna manera compensa los problemas detectados en la muestra. En este sentido, dijo que es verdad que no ha habido grandes nombres, como por ejemplo ‘Chateau d’Yquem', el mítico Sauternes presente en varias ediciones del 'primer' Vinoble, pero destacó la calidad de los ponentes que han participado en el programa y el éxito que han tenido las catas gastronómicas, novedad en esta edición.

Por último, Saldaña estima que la presencia de algunos productos que no encajan exactamente con la muestra del sake o de hidromiel (también brandy) no supone mayor problema ya que, “al final, estos productos y el vino de Jerez nos encontramos en la sumillería”.