El periodista sevillano Sandro Pozzi ya fue responsable de noticias económicas sobre Andalucía en Bruselas para Europa Press. Después vendrían 20 años en El País escribiendo sobre economía internacional. Por eso, poca gente es capaz de conocer con mayor acierto qué implicaciones tendrán para Andalucía estas elecciones, tras varios años de preocupación en las exportaciones sobre asuntos como las políticas arancelarias. Puedes leer la primera parte de la entrevista a Sandro Pozzi aquí.
¿Qué pasará con una exportación tan importante como el aceite?
En Estados Unidos, los aranceles los decide un órgano independiente al Gobierno, sobre denuncias que plantean los productores domésticos, en base a las condiciones del mercado. Si Trump inicia un expediente contra el aceite de oliva no es que le tenga manía, es porque los productores han denunciado dumping [venta bajo coste para obtener una porción del mercado con el fin de eliminar competidores]. Estas denuncias son anteriores. No porque cambie el inquilino de la Casa Blanca se va a solventar. Trump le mete más retórica y mete más presión, pero porque llegue Biden no van a desaparecer los aranceles. Es independiente del presidente.
¿Y en otros asuntos?
En Andalucía está Airbus, que está en el conflicto con Boeing. Como los aranceles, es un conflicto que atañe a la Organización Mundial del Comercio, abierto ya desde Bruselas. Es un litigio comercial, donde dos se acusan de ayudas de estado a sus compañías aeronáuticas. Tiene que resolverse en el marco de la OMC. Otra cosa es que los gobiernos se sienten a negociar. Eso sí puede cambiar. Quizás si Trump decide que, como no puede presentarse más, tiene menos presión política y puede no ser tan bruto, o así sacar a China. Pero si alguno piensa que tiene que ver con el carácter de cada uno. La cuestión es meter presión a los europeos para que se meta en su campo a la hora de ejercer presión a China.
Las relaciones con la UE son, al final, la clave.
Es una posición complicad, la de un amplio acuerdo comercial con Estados Unidos. Está empantanado y dudo mucho que Biden con la situación de pandemia fuera a retomarla. En campaña no puedes hablar de esto. Si la próxima administración es capaz de reconducir la negociación del tratado comercial, es posible que se solucionen problemas para el vino, la oliva o los propios coches.
Pero Trump es el del proteccionismo, el Make America Great Again.
Biden es más amistoso, conocedor de los valores europeos, pero la tradición choca con la realidad. Si coges un programa político suyo, ves que se llama Buy America, Compra América. Buy made in America, compra lo hecho en América. Es lo mismo que el America first (América primero), pero con otras palabras. Ahí te marca su prioridad, comprar lo que hacemos. Comprar al tío de California que produce aceituna negra. Eso es Buy America. Eso lo puedes incorporar a un tratado. Estados Unidos y Europa pueden negociarlo en un paquete y según qué condiciones. Quizás dices que entra el vino de Jerez en Estados Unidos, pero a cambio entra el bourbon en Europa sin aranceles.
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