No se pueden garantizar los empleos, no se puede hacer frente a las deudas. El campo andaluz ha colapsado y no hay alternativas desde las administraciones públicas para socorrer a los pequeños y medianos empresarios que viven de la tierra. COAG Andalucía da la voz de alarma: el sector agrario andaluz sufre una dura sequía que "ya se ha cargado la campaña de cereales; del girasol; ha mermado las campañas del olivar, con la peor cosecha del siglo; los hortícolas para fresco; los cultivos forrajeros que impactan directamente en la ganadería, al igual que la falta de pastos...".
Una sequía que ya dura un lustro y que, por segundo año consecutivo, va a impedir que se siembre en el Guadalquivir, uno de los pilares de la industria agroalimentaria andaluza. "Ya no se salva ni el secano ni el regadío", advierten. No es catastrofismo, es que la situación que describe Miguel López, secretario general de COAG Andalucía, es trágica: "Hasta aquí hemos llegado. Ya no podemos garantizar empleos y no podemos hacer frente a las deudas. No podemos más con la sequía, la nueva PAC, la subida de costes y la competencia desleal de las importaciones sin control".
El responsable de la organización agraria declara que “ya sólo nos queda salir a la calle y pedir auxilio al Gobierno, que está de brazos cruzados, y a la Junta de Andalucía, que no termina de concretar medidas”. Para ello, López ya está en contacto con los demás representantes del sector para iniciar, lo antes posible, un proceso de movilizaciones contundente en unidad de acción, que no va a parar hasta que se tomen las medidas necesarias para salvar a este sector estratégico.
La PAC, una maniobra "especulativa"
A la sequía se unen cuestiones como la nueva PAC. "Está enfocada —explica López— a asfixiar a la agricultura social y profesional, que es la que además mantiene vivos nuestros pueblos, destrozando el tejido productivo y no dejando otra opción a los agricultores que el abandono de la actividad. Con esta maniobra especulativa, se favorece la llegada de multinacionales de distintas partes del mundo que se adueñan del agua y la tierra de Andalucía y del resto de España".
A este panorama desolador hay que sumar otra circunstancia que hunde los precios en origen: las importaciones sin control ni garantías sanitarias de terceros países. Tan sólo en 2022 se detectaron más de 600 alertas sanitarias de productos agroalimentarios importados con exceso de sustancias prohibidas perjudiciales para la salud.
Miguel López no duda en lanzar un SOS y advertir de la gravedad de la situación del sector. En este sentido, afirma que "hasta aquí hemos llegado. Ya no podemos garantizar empleos, ni siquiera los nuestros, así como ya no tenemos más capacidad de endeudamiento —el sector requiere de altas inversiones y está híperhipotecado— y no podemos hacer frente a las deudas".
"Arrimar el hombro"
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha llamado este miércoles a "arrimar el hombro a todas las administraciones" ante la sequía y adoptar "medidas importantes" ante "este momento tan grave para nuestros agricultores".
Según ha recordado, "ayer —martes, para el lector— se produjo una reunión de la Mesa de Interlocución Agraria", que "adoptó una serie de acuerdos en los que", como ya se ha "visto durante todos estos días, estamos trabajando", siendo preciso que "se convoque la Mesa Nacional de Sequía", como "parece" que ya se ha hecho, para el próximo "día 19", pero en la Junta, que aprobará este mes su tercer decreto contra la sequía, "no queremos quedarnos a nivel técnico".
Crespo ha considerado que, "en este momento tan grave para nuestros agricultores, necesitamos arrimar el hombro todas las administraciones" y poner en marcha "medidas importantes que tengan que ver con la sequía", y "Andalucía lo tiene clarísimo al respecto".
La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha asegurado que está en "estrecho contacto" con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas para monitorizar la situación de sequía y analizar si es preciso adoptar "medidas tempranas" contra esta situación de escasez hídrica que la ministra de Transición Ecológica ve con "enorme preocupación".
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