Buenas noticias para Navantia, a la espera de que también signifiquen buenas noticias para el sector naval de la Bahía de Cádiz. La Corbeta Europea (MMPC) es un programa innovador de buques militares que está siendo desarrollado de forma colaborativa por varias Armadas y Estados miembros de la Unión Europea, bajo la bandera del proyecto Pesco desde 2019.
Cuatro Armadas (Italia, Francia, España y Grecia) se han unido oficialmente al proyecto para definir conjuntamente los requisitos de un buque de combate de superficie de segundo rango de unos 110 metros de eslora y 3.000 toneladas, capaz de remplazar en un futuro a varias clases de buques, desde patrulleros hasta fragatas ligeras. Además, Noruega y Dinamarca están apoyando el proyecto mediante la participación de su industria nacional.
El primer prototipo de corbeta se empezará a producir a partir de 2026-2027 con entrega prevista en 2030. Las corbetas europeas serán patrulleras ambientalmente sostenibles, energéticamente eficientes y muy versátiles. Podrán realizar operaciones de seguridad marítima y policía en alta mar, podrán ser utilizados en la lucha contra el terrorismo y el tráfico ilegal, pero también para actividades de competición anticontaminación y para intervenciones de emergencia en caso de desastres naturales.
Consorcio europeo
En julio de 2022, la Comisión Europea seleccionó la propuesta presentada por el consorcio liderado por Naviris junto con Fincantieri, Naval Group y Navantia para la convocatoria del Fondo de Defensa Europeo (EDF) para el programa Modular and Multirole Patrol Corvette (MMPC). Tras esta decisión, los consejeros delegados de las cuatro empresas han firmado en la feria Euronaval un acuerdo preliminar de consorcio, cuyo objetivo es sentar las bases de la ejecución de la convocatoria.
“El objetivo de la propuesta del consorcio es maximizar las sinergias y la colaboración entre empresas industriales europeas de construcción naval. Al desarrollar juntos un nuevo buque, el EPC, contribuirán a asegurar la soberanía europea en el buque de guerra de segundo rango”.
El EPC será un buque inteligente, innovador, sostenible, interoperable y flexible, diseñado para cumplir una amplia gama de misiones futuras en un contexto global en continua evolución. Basado en tecnologías innovadoras y disruptivas, este programa contribuirá fuertemente a la soberanía europea en el ámbito naval, fortaleciendo la industria europea, aumentando la cooperación, la eficiencia y reduciendo la duplicación en el gasto de defensa.
El proyecto EPC cuenta con el firme apoyo de la Comisión Europea y de los Estados miembros participantes. El Fondo Europeo de Defensa abrió una convocatoria denominada MMPC -Modular and Multirole Patrol Corvette- para la que Naviris coordinó la elaboración de una propuesta reuniendo la experiencia de un consorcio europeo (40 empresas de 12 países) que se presentó en diciembre de 2021. Esta propuesta ha sido seleccionada en julio de 2022 y cuenta con financiación para una fase inicial de dos años de diseño, el desarrollo de ‘technological bricks’ y la definición de metodologías de trabajo, reglas y normas comunes
El proyecto de la corbeta europea es una plataforma común, una base compartida, que se puede adaptar a las necesidades de los estados miembros. El desplazamiento total no superará las 3.000 toneladas, lo que permitirá al buque operar también desde puertos más pequeños. La eslora de la nave, al estar equipada con motores diesel y/o eléctricos, no excederá de 110 metros.
Versiones a medida
Ya se han esbozado dos versiones de la corbeta. Italia y Grecia han acordado la tipología Full Combat Multipurpose. España y Francia, por su parte, están interesadas en el Multipropósito de Largo Alcance.
La necesidad de Italia y Grecia es disponer de un buque patrullero para ser utilizado en el amplio Mediterráneo, con un enfoque específico en el Mediterráneo central y oriental, principalmente para tareas de presencia y vigilancia, equipado con una variedad de sistemas destinados a garantizar una capacidad adecuada para la autodefensa.
Mientras que Francia y España necesitan un buque con autonomía ampliada para poder realizar actividades en territorios de ultramar.
Según un estudio conducido por AIAD, la asociación de empresas italianas del aeroespacial, defensa y seguridad, el siguiente paso será la co-financiación del programa por parte de cada uno de los países participantes en la medida necesaria para la realización de 20 unidades: 8 para Italia, 6 para España, y 6 para Francia, con el comienzo de la producción del primer prototipo en 2025 y término del programa en 2035. Según la Marina militar italiana, el contrato para la realización de las corbetas podría firmarse ya en 2025
Según AIAD, el programa EPC representa una oportunidad enorme no solo para Fincantieri, sino para todo el tejido industrial italiano del sector de la defensa. “El proyecto abre oportunidades de negocio también para empresas como Leonardo, Mbda, Elt y otras, contando con su experiencia en programas importantes desde la Nave Cavour, a los destructores de la clase Orizzonte, a las fragatas multimisión europeas (Fremm IT) y por último a los Patrulleros Offshore Multipropósito (PPA), y con una articulada capacidad de oferta que va desde el campo naval, pasando por los sistemas de combate, la electrónica, hasta los misiles”.
El principal objetivo del acuerdo firmado esta semana será desarrollar el diseño inicial del buque, maximizando las innovaciones, las sinergias y la colaboración entre la industria naval europea mediante la participación de 4 países en el marco del proyecto PESCO (Cooperación Estructurada Permanente) (Italia, Francia, España y Grecia); 6 países que participan en la cofinanciación (Italia, Francia, España, Grecia, Dinamarca y Noruega); 3 grandes industrias europeas de construcción naval (Fincantieri, Naval Group y Navantia) y 40 empresas de sistemas y equipos marítimos de 12 países de la UE. Con su apuesta por la excelencia, el programa pretende crecer gracias a la experiencia de empresas europeas especializadas, alineadas con la estrategia de la Comisión Europea.
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