La Unión Europea ha aprobado este miércoles la primera tanda de aranceles como represalia a los que ha puesto en marcha Donald Trump contra el resto del mundo, tanto sus teóricos aliados como los más alejados de su órbita política. Bruselas ha puesto en marcha un recargo del 25% a importaciones procedentes de Estados Unidos por un valor estimado de 21.000 millones de euros, en respuesta a los gravámenes al acero y aluminio europeos.
Solo Hungría ha votado en contra, un país que lleva años en la ultraderecha, aunque otros gobiernos de su signo como Italia han respaldado enfrentarse a Trump. Los aranceles se desplegarán en tres fases: abril, mayo y diciembre. Afectarán a un abanico muy amplio de productos que van desde bienes de consumo básicos, como el papel higiénico y los huevos, hasta artículos industriales como productos metálicos, textiles, cosméticos y videojuegos. Este paquete de contramedidas representa solo una parte de la respuesta europea. Bruselas trabaja actualmente en una segunda batería de represalias que incluiría aranceles del 20% a todas las importaciones y del 25% específicamente a vehículos y componentes.
Trump dice que las cosas "saldrán bien"
Francia y otros países lograron excluir en esta primera fase productos como el bourbon y los vinos estadounidenses, temerosos de que Trump cumpliera su amenaza de imponer recargos de hasta un 200% a los vinos, champagnes y licores europeos. A partir del 15 de abril, entrarán en vigor los primeros aranceles europeos, que afectan a productos incluidos ya en las represalias de la crisis comercial de 2018. Entre ellos se encuentran frutas, verduras, legumbres secas, tabaco, papel higiénico, acero laminado y motocicletas como las Harley-Davidson.
El 16 de mayo comenzará la segunda fase, que incluye nuevos recargos a alimentos como huevos, carnes, aceites vegetales, margarina, galletas, azúcar y cítricos, además de productos industriales como plásticos, textiles, madera, bisutería y componentes metálicos. Finalmente, el 1 de diciembre se activará la tercera fase del paquete, que afectará a productos agrícolas como la soja y las almendras, tanto con cáscara como sin ella, ampliando el alcance del impacto comercial sobre el sector agroalimentario estadounidense.
Mientras, Trump sigue a lo suyo y hoy ha asegurado que "todo va a salir bien" y que Estados Unidos será "más grande y mejor que nunca". El mandatario ha instado a las empresas a trasladarse al país, destacando los incentivos arancelarios y la eliminación de trabas burocráticas para facilitar su implantación.
Frente común en España
En Andalucía, la Junta ha confirmado su asistencia a la reunión con el Ejecutivo central para coordinar una respuesta conjunta. La consejera de Economía, Carolina España, ha defendido la necesidad de actuar con "lealtad" institucional y ha reclamado un pacto de Estado con el PP, recordando que las comunidades autónomas carecen de competencias en política arancelaria.
El consejero andaluz de Agricultura, Ramón Fernández-Pacheco, ha exigido que los productos agroalimentarios sean incluidos en las negociaciones. En juego, exportaciones por unos 1.300 millones de euros en agroalimentarios, de los cuales más de la mitad (800 millones) son aceites. En total, incluyendo energías, 3.138 millones. Aunque el comercio exterior andaluz es de 40.000 millones, especialmente vendidos en Europa. La clave está en que si llega una crisis a todos los países, también decaerán esas compras.
Hoy entran en vigor los nuevos aranceles de EE. UU. y estamos trabajando para amortiguar los efectos. Somos la segunda C. A. española que más exporta al país estadounidense, aunque de los más de 40.000 M€ que vendimos al exterior en 2024, sólo 3.138 M tuvieron ese destino. pic.twitter.com/rXdhXNHu85
— Carolina España (@CarolinaEspanaR) April 9, 2025
El Gobierno español ha activado un paquete de ayudas por 14.100 millones de euros para contrarrestar los efectos de la guerra comercial, de los que 7.720 millones ya han sido movilizados, dice el Ejecutivo. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha pedido al Partido Popular su respaldo en el Congreso, aunque ha admitido que serán necesarias medidas adicionales para reforzar la respuesta a medio y largo plazo. El PP ha trasladado su apoyo a ofrecer esa respuesta conjunta como país, aunque el diputado andaluz Juan Bravo ha pedido que se aclare cualquier posible pacto con los independentistas en esta materia.