Los barcos de cerco de Barbate han decidido este miércoles permanecer amarrados a puerto hasta que alguna administración les ofrezca alternativas para poder salir de nuevo a faenar. Diez barcos de la localidad han iniciado un paro indefinido ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos del gasóil, según recoge La Voz de Cádiz.
El estallido de la guerra en Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia han disparado el precio de los combustibles a su máximo histórico. A pesar de que esta escalada de precios empezó a principios de 2021 -con el aumento de la demanda que trajo consigo la recuperación económica tras el confinamiento- la contienda ha agravado esta situación provocando un aumento más desmesurado.
Desde que empezó la invasión el pasado 24 de febrero, la gasolina se ha encarecido un 10,8% y el diésel, un 14,6%. Una subida que viene impulsada, en parte, por el alza del precio del crudo en los mercados internacionales, que ya cotiza en torno a 120 dólares por barril, de acuerdo con la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos
Según un armador del puerto ha confirmado al mismo medio, los barcos de cerco de Barbate se sitúan a unas 40 millas de la costa para pescar y “mover una embarcación en estos momentos sale por 1.500 euros aproximadamente”.
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