El sector pesquero español (Cepesca) presentará un recurso de anulación en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ante el cierre inminente, el próximo 9 de octubre, de 87 zonas a la pesca de fondo de Francia, España, Portugal e Irlanda.
El sector, tras una reunión mantenida con el resto de las flotas comunitarias afectadas y como integrante de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés), ya está analizando las demandas a interponer ante el órgano judicial comunitario, tras la publicación ayer en el Diario Oficial de la Unión Europea del Reglamento de Ejecución (UE) 2022/1614 de la Comisión, por el que se determinan las zonas de pesca en aguas profundas existentes y se establece una lista de zonas en las que se conoce la existencia de ecosistemas marinos vulnerables o la posibilidad de que existan.
El sector confía en mantener el respaldo mostrado hasta ahora por los gobiernos central y autonómicos en su denuncia de la tramitación irregular de este acto de ejecución, fundamentalmente ante la brevedad de los plazos para su entrada en vigor y para la presentación del recurso, que se podrá plantear a lo largo de los próximos 60 días desde su publicación e imprescindible para solicitar una medida cautelar de suspensión.
Asimismo, el sector buscará el amparo del Parlamento y del Defensor del Pueblo europeos e intensificará su labor institucional para trabajar en la otra vía existente de enmendar la decisión de la CE en la revisión anual de la medida, tras la actualización del informe científico por parte del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) en noviembre. En este caso, la entrada en vigor de cualquier modificación, alerta, se demoraría a los primeros meses de 2023.
El sector denuncia que el reglamento no ha contado con las consultas correspondientes obligatorias ni con un análisis de impacto socioeconómico y se basa, además, en informes con lagunas científicas, como el uso exclusivo de la huella de pesca de los barcos de arrastre, y no de las artes fijas.
El propio CIEM ha reconocido este extremo y, además, como ya evidenció EBFA, ha utilizado en su informe la unidad de base de una CUADRA C de unos 15-25 km2 por celda, que no es representativa de la huella real de un buque pesquero.
Asímismo, no ha utilizado la “mejor información científica y técnica disponible”, puesto que España había aportado datos con una resolución muy superior a la utilizada por el CIEM que no ha sido tenida en cuenta en la evaluación, propiciando que se muestre un impacto muy superior. Por otro lado, en el anexo del reglamento, las coordenadas de las zonas de pesca en aguas profundas existentes incluyen fondos menores a los 400 y 800 metros, generando la perplejidad e inseguridad a los pescadores españoles y europeos.
La zona clausurada
La decisión de la Comisión Europea (CE) de cerrar 87 zonas de pesca agita el sector, que no descarta la convocatoria de paros y concentraciones ante distintos organismos europeos y españoles, y actuará juntamente con otras organizaciones europeas a través de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés), que representa a más de 20.000 pescadores y 7.000 buques europeos.
La zona clausurada abarca 16.419 km2 reservados a la protección de los ecosistemas marinos vulnerables entre los 400 y 800 metros de profundidad, lo que representa el 1,16 % de las aguas comunitarias del Atlántico noreste.
La normativa impactaría muy negativamente en el futuro de la pesca de fondo en el Atlántico y, por tanto, a más de 10.000 pescadores, según el sector pesquero español (Cepesca). El sector se ha visto afectado por el covid y el Brexit, lo que junto a las repercusiones en los costes de explotación para las empresas pesqueras originadas por la guerra entre Rusia y Ucrania –desatada la madrugada del 24 de febrero de 2022–, tienen protagonismo en un exhaustivo informe elaborado por Cepesca, cuyo objetivo es “proporcionar una radiografía económica y social del sector pesquero español, de su papel en el entorno europeo y de su impacto en el mercado mundial”.
La pesca de arrastre
El peso de la pesca de arrastre es muy significativo en el conjunto de la flota comunitaria y, ante la percepción negativa hacia esta arte en el contexto del Plan de Acción que la Comisión Europea planea desarrollar para proteger aún más los recursos pesqueros y los ecosistemas marinos en el marco de la Estrategia europea de Biodiversidad 2030, los pescadores crearon en 2022 la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA).
Dicha alianza une a organizaciones pesqueras de 14 países de la UE que representan a más de 22.000 pescadores y 8.000 embarcaciones –900 de ellas españolas– para defender la viabilidad sostenible del arte de arrastre, que desempeña un papel fundamental para garantizar la seguridad alimentaria tanto a pequeña como a gran escala.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, que participó este pasado lunes, de forma telemática, en los Consejos Consultivos de Política Agrícola y Pesquera para Asuntos Comunitarios, se ha mostrado “muy preocupada por la situación en la que se encuentran los profesionales del arrastre” debido al veto impuesto por Europa a esta actividad en zonas protegidas del Atlántico, una medida que afecta en gran medida a las embarcaciones que faenan en el Golfo de Cádiz.
La consejera ha lamentado que esta decisión unilateral de la Unión Europea se haya tomado “sin tener en cuenta los estudios actualizados del Golfo de Cádiz como ocurrió en el Mediterráneo”. “Vamos de la mano del Ministerio”, ha comentado Crespo, que ha apostado por “seguir peleando” para mostrar a Europa los informes científicos que apuntan a una mejoría de los caladeros tanto en el Golfo de Cádiz como en el Mediterráneo.
Esos barcos arrastreros de la UE aportan anualmente más de un millón de toneladas de pescado sano y sostenible, y generan casi el 40% de los ingresos totales del sector, contribuyendo a la riqueza, el empleo y el tejido industrial de muchas comunidades costeras y periféricas de Europa. En el caso de España, las capturas realizadas con el arte de arrastre están en torno a las 300.000 toneladas de las 800.000 toneladas que se capturan anualmente. En la actualidad, la flota española cuenta con 887 buques de arrastre –779 de ellos barcos de bajura–, lo que representa el 10% del conjunto de la flota pesquera de nuestro país.
Los barcos de arrastre que desarrollan su actividad en aguas españolas operan en el Mediterráneo (578), Golfo de Cádiz (127) y Cantábrico Noroeste (65). Además, hay 117 barcos arrastreros españoles faenando lejos de nuestras costas, tanto en aguas comunitarias como en aguas internacionales y de terceros países.
Entre las especies objetivo de la pesca de arrastre, muchas de las cuales no podrían capturarse de otra manera o en un volumen importante, se incluyen pescados como el gallo, el rape, el bacalao, la bacaladilla, la merluza, el lenguado, la acedía, el salmonete, el congrio, el mendo, la rosada, la raya, la solla o el fletán negro; cefalópodos como el calamar (así como el chipirón, de menor tamaño), la pota o sepia (también conocida como jibia o choco) o las puntillitas; y crustáceos como la gamba blanca, la gamba roja, el gambón, el langostino, la cigala, la galera o el carabinero.
Si bien el acto de implementación todavía no se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) Cepesca manifiesta que a la espera de conocer el texto legal, el sector “no ha contado con las consultas correspondientes obligatorias ni con un análisis de impacto socioeconómico y se basa, además, en informes con lagunas científicas, como el uso exclusivo de la huella de pesca de los barcos de arrastre, y no de las artes fijas”.
El acto de aplicación, que estaba pendiente de terminar el periodo de consultas al Reino Unido, prohíbe todas las actividades pesqueras que conllevan contacto con el fondo marino (arrastre, palangre, enmalle, etc.) en 87 zonas de pesca de Francia, España, Portugal e Irlanda, “lo que tendría, de acuerdo con el sector, unas consecuencias devastadoras” según Cepesca.
El gran mercado mundial
La Unión Europea es el principal mercado mundial del pescado y los productos pesqueros y el cuarto mayor productor del mundo de productos de la pesca y de la acuicultura, por detrás de China, el resto de Asia y América, con datos de 2020, según el informe de Cepesca. De acuerdo con las estadísticas de Eurostat, abarca el 3% de la producción mundial (5,5% en capturas y 1,2% en acuicultura).
Los productos capturados por la flota de los Estados miembros representan más del 80% de la oferta, y el 20% restante está representado por pescado de acuicultura. La UE cuenta con una flota de 81.074 buques (datos de abril de 2021), 1.330 menos que en 2018, cuando disponía de 82.780 barcos.
El mercado europeo de la pesca está dominado por los productos de captura salvaje, que representan tres cuartas partes del consumo aparente total. Según la edición 2021 del informe ‘El mercado pesquero de la UE”, realizado por EUMOFA, el consumo europeo de productos de la pesca y la acuicultura aumentó un 0,5% en 2020, hasta alcanzar los 11,36 millones de toneladas. Lejos aún del nivel máximo de la década, 12,78 millones de toneladas, que se alcanzó en 2016.
Descenso del empleo
Según datos de Eurostat, en 2020 un total de 294.000 personas vivía de la pesca. Comparando esta cifra con la que aporta la FAO en su Informe Sofía 2022, que se remonta a 2018, el sector europeo de la pesca ocupó ese año a 272.000 personas, lo que refleja una ruptura en la tendencia bajista del empleo en esta actividad que, en 2000 contaba con 679.000 trabajadores en Europa y hace solo cinco años proporcionaba 338.000 empleos.
Para España, la era post Brexit arrancó con un augurio de pérdidas de más de 54,3 millones de euros en los próximos cinco años. Las flotas españolas que operan en el caladero británico y en Svalbard iniciaron 2021 con un recorte de capturas de unas 3.455 toneladas respecto a 2020 en especies como la merluza, el gallo, el rape o el bacalao, lo que se traduce en unas pérdidas estimadas de en torno a 9,36 millones de euros ese año.
Teniendo en cuenta que el acuerdo del Brexit prevé la reducción progresiva de las posibilidades de pesca de la flota europea, Cepesca calcula que el impacto al final del período transitorio de cinco años y medio será de unos 54,3 millones de euros, con una pérdida de 4.318 toneladas de las principales especies.
Según el informe SOFIA 2022 sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura de la FAO, la producción mundial de productos pesqueros en 2020 alcanzó los 177,8 millones de toneladas, de las cuales 90,3 millones corresponden a la pesca de captura (78,8 millones de toneladas de pesca marina y 11,5 millones de toneladas de pesca de agua dulce).
Principales productores mundiales
En 2020, los países asiáticos acapararon el 70% de la producción mundial de la pesca y acuicultura, seguidos de América, Europa, África y Oceanía. China se mantiene como el principal productor (11,77 millones de toneladas en 2020 y 15% de la producción mundial), seguida de Indonesia, Perú, Rusia, Estados Unidos, India y Vietnam.
Los siete principales productores de pesca de captura aglutinan el 74% del total de la producción mundial de la pesca de captura. Asia lidera tanto la producción acuícola como la de captura salvaje de todo el mundo. China representa, por sí sola, cerca del 60% de la producción acuícola mundial y el 15% de la producción mundial de capturas salvajes. Por su parte, España, con 800.000 toneladas (1% de la producción mundial), se mantiene en la vigésima posición del ranking de productores.
Comentarios