Finiquitada la temporada alta de verano, toca hacer balance de otro año de récord para la industria turística de Cádiz. Millones de pernoctaciones —el dato final de julio y agosto no está cerrado— y rota la barrera de los 60.000 empleos vinculados a la hostelería, nadie duda ya que la provincia es uno de los grandes destinos turísticos de España.
Los datos de geolocalización de los móviles, según una investigación del Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan que Cádiz es ya la primera potencia provincial a nivel turístico de Andalucía: 2,3 millones de viajeros en 2022, un 36,7% más que un año antes, y por delante de otras provincias como Málaga, Huelva y Sevilla.
En este verano, municipios como Chiclana han publicado que, gracias a las mediciones por la recogida de residuos, se situó en la primera quincena del pasado mes de agosto como la cuarta ciudad andaluza en población, con 241.568 habitantes flotantes. Estas estadísticas son tan espectaculares como inquietantes si no son bien digeridas a medio y largo plazo.
Y es que como cara b de lo anterior, situaciones como la vivida (o sufrida) en Tarifa, donde la Subdelegación del Gobierno lanzó una alerta en agosto pasado aconsejando que se evitaran las paradisíacas playas tarifeñas porque “no cabe nadie más”.
De arrasar en El Puerto al gobierno provincial
Germán Beardo, que obtuvo una abrumadora mayoría absoluta el pasado 28M en El Puerto, revalidando ampliamente su gobierno local, ya con mayoría absoluta, pasó a ser desde julio pasado vicepresidente cuarto de la Diputación de Cádiz, en el gobierno que preside Almudena Martínez del Junco. En el caso del regidor portuense, dirige políticamente el Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico, facultada para la Planificación y estrategia de sectores económicos, y fortalecer las políticas dedicadas al sector pesquero, industria naval y aeronáutica. Las competencias en turismo quedan comprendidas en este ámbito y, por lo tanto, se incluyen en esta vicepresidencia el Patronato Provincial de Turismo y Tugasa, la red de hoteles adscritos a la Diputación provincial.
En su primer verano al frente del Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Cádiz, el vicepresidente cuarto de la institución provincial y también alcalde de El Puerto —otra de las ciudades que vive su particular boom turístico en lo que va de siglo—, Germán Beardo, ha hecho balance en lavozdelsur.es del frenesí veraniego recién superado, especialmente, en la costa gaditana y en segundas líneas como Jerez.
Al margen de enorgullecerse por otra cosecha de éxitos veraniegos en materia turística en Cádiz y ensalzar la labor que se ha encontrado en los dos últimos mandatos, con el alcalde de Chiclana, José María Román, a cargo del Patronato, Beardo ya esboza la necesidad de apretar en materia de infraestructuras y, como novedad, a la hora de reclamar al Estado un plus en la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) que ayude a sufragar el incremento del coste de los servicios públicos a los ayuntamientos costeros que multiplican sus poblaciones durante casi cuatro meses al año —de junio a septiembre—.
Futuro: "Vamos a intentar un patrocinio con La Liga"
Cuando me he reunido con los equipos les he trasladado que creo que el trabajo que hasta ahora se ha hecho ha sido puntero, muy exitoso, y por tanto, nosotros no venimos a cambiar la estrategia, todo lo contrario. Vamos a hacer una política continuista, pero continuista en el sentido de que es el sector quien dirige y la Diputación coordina. Lo primero que trasladé a Antonio de María —presidente de Horeca— y a otros representantes institucionales era que planteábamos la estrategia de turismo como una coordinación de lo que necesita o de lo que reivindica el sector. Le dije al alcalde de Chiclana, anterior vicepresidente delegado del Patronato de Turismo, que todo aquello que nosotros consideramos que se había hecho muy bien, como es la conectividad del Aeropuerto de Jerez con Dusseldorf o París y Londres, que están pendientes, vamos a seguir en esa misma línea. O seguir atrayendo a influencers, haciendo fam-trip, seguir ejerciendo la política de posicionamiento de Cádiz en el turismo andaluz en las grandes ferias internacionales y, como novedad, vamos a intentar atraer turismo a partir de la visibilización del turismo de la provincia en eventos de interés público, fundamentalmente deportivos.
Vamos a intentar un patrocinio con La Liga y vamos a mantener la publicidad dentro del Circuito de Jerez. El Cádiz CF en Primera División y las motos en el Circuito de Jerez son dos grandes focos de atención al mundo y, por tanto, hay que seguir buscando objetivos dentro del espacio nacional, pero también en todo el espacio europeo, principalmente en el norte de Europa.
Queremos también ahondar en dos ejes fundamentales: Gran Bretaña y Francia. Junto con Alemania, hacen que los meses que son más complicados, de noviembre a marzo, esos en los que hay que seguir luchando contra la desestacionalización, se fortalezcan a partir de un turismo cultural, patrimonial, gastronómico y deportivo.
Alerta por 'overbooking' en Tarifa: "No estoy de acuerdo en lanzar mensajes alarmistas; los flujos tras la pandemia son parecidos a los que había antes"
Me preocupa la conexión del sur de Europa con la capital. No se entiende. Para un estadounidense, para las personas del norte de Europa, la provincia de Cádiz está a las afueras de Madrid, a tres horas y media o cuatro horas. Eso no es tiempo para una persona que hace movilidad interna en su país de mayor profundidad. Por lo tanto, necesitamos un mayor tráfico de transporte público con la capital de España y, por supuesto, también con otras zonas foco como puedan ser Barcelona. Y luego, las carencias históricas por carretera no ayudan, y ya no es solo el cruce de Tres Caminos, que es terrorífico, es que a un turista que llega a Jerez no le ayuda irse a conocer los Pueblos Blancos si no está desdoblada la Arcos-Antequera. Eso es mucho más complicado que irse un día a conocer Córdoba o Sevilla. Esto nos lo tenemos que tomar todas las administraciones públicas en serio, al igual que toda la banda litoral hasta el Campo de Gibraltar, porque es básico para que ese turismo que llega aquí tenga movilidad y repita.
Yo no estoy de acuerdo en lanzar mensajes alarmistas cuando los flujos poblacionales tras la pandemia son parecidos a los que había antes de la pandemia. Desde hace 20 años Valdelagrana pasa de 6.000 a 18.000 o 20.000 habitantes en verano, eso es así y ocurre todos los veranos. El quid de la cuestión está en que los servicios públicos básicos sean concordantes a lo que tenemos cuando no hay población turística. Si la gente tiene capacidad de estar segura de que podrá ir a su consultorio o a su centro de salud, o si en su calle la basura está recogida.
"Aquí no hay problemas de convivencia ninguno; pero si hay rebosamiento poblacional debe ser por un turismo de excelencia y sostenible"
Aquí no hay problemas de convivencia ninguno. Entre otras cosas porque el turismo es un turismo fundamentalmente nacional que no genera ningún problema. Aquí no llegan ingleses borrachos en el avión, como pasa en Magaluf. Tampoco hay balconing.
Hubo 150.000 personas entre los tres días y no hubo ni un mínimo incidente, más allá de lo que genera la acumulación de personas y de jóvenes que también tienen derecho a divertirse. No es el primer festival que se hace en España, desde Benicassim hasta en todos lados, pero en el ámbito de la repercusión pública no ha habido un problema serio en todo el verano, los conflictos normales. Tenemos un turismo que viene desde el eje central, desde País Vasco, Madrid, Extremadura, Córdoba, Sevilla, Jerez, El Puerto, que son familia, que evidentemente vienen con sus hijos, y disfrutan en la edad que a cada uno le toca disfrutar. Los padres yendo a comer a Ángel León y los más jóvenes saliendo con sus amigos o haciendo deporte.
Yo soy partidario y reivindico que el Estado debe repensar la financiación de las localidades costeras que reciben turismo nacional, sin que sus habitantes estables reciban nada por sufragar el coste de mantener casi cuatro meses al año los servicios de calidad para ese turismo.
Creo que en la financiación de localidades costeras se tiene que dar una vuelta a nivel nacional. No por nada, sino porque 90.000 personas pagan, en el caso de El Puerto de Santa María, para que sus calles estén limpias, seguras, con luz y asfaltadas, y cuando llegan 150.000 personas en esos meses, es verdad que contribuyen a la economía local, al consumo, a los bares, a los hoteles…, pero los ingresos de los ayuntamientos siguen siendo los mismos. Creo que ahí la Ley de Contratos del Sector Público debe ser más flexible, a la hora de permitirnos modificar los contratos en épocas donde hay rebosamiento poblacional, y el Estado, a través de la PIE, debe aportar un complemento de financiación a estas localidades que reciben a personas de Madrid, Bilbao o Sevilla que, en esos meses, vacían sus ciudades de origen. Se trata de mantener el ratio de satisfacción hacia los servicios públicos esenciales del vecino y del visitante todo el año. Esto debería de ser una propuesta razonable y de justicia.
Esa llegada está bien siempre que se apueste por un turismo de excelencia y sostenible; que el que venga, gaste más y deje mayor renta al municipio. Pero eso también debe ser compensado a los ayuntamientos por sostener los servicios públicos esenciales con la misma prestación de calidad, es decir multiplicando recursos y plantillas, con la que se prestan el resto del año.
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