Sacar adelante un negocio conlleva un esfuerzo titánico. Y si no, que se lo digan a los que trabajan en el comercio local. Autónomos y autónomas que ponen todo su cariño en sus tiendas para agradar a quienes les dan una oportunidad. Un saludo, un “qué frío hace hoy” o un “cómo llevas la mañana” marcan los días de aquellas que “hacen barrio”, como diría Sonia Romero, la gaditana de la agencia La Vecina.
En una mañana cualquiera en el centro de Rota, tres personas abren sus puertas. Para dinamizar la ciudad en temporada baja y llevar a cabo iniciativas, se implican en la creación de una nueva asociación, que recogería el legado de la antigua Asociación de Empresarios, Comerciantes e Industriales de Rota (Aeciro), disuelta en 2021. En este proyecto también están incluidos los hosteleros.
Son gente joven, con ilusión y buenos deseos. Personas trabajadoras que, desde la nueva asociación, tienen como objetivo crear el primer Centro Comercial Abierto de Rota. Todo ello, de la mano del Ayuntamiento de Rota, también entregado a la causa. Vanesa Romero, roteña de 39 años, es una de las comerciantes del centro que participa en el proyecto. Desde el fin de la pandemia, regenta XK Moda en la calle Alcalde García Sánchez.

“Yo soy artesana. Me dedicaba a fabricar bisutería infantil y la vendía en mercados temáticos, mercados de artesanía o medievales. Con el covid, me vi obligada a parar y, o actuaba o nos quedábamos sin ahorros. Tengo tres hijos y me decidí a abrir una tienda de ropa infantil”, comenta Vanesa.
Después, inauguró el local que pisa y en el que se especializa en moda y bisutería de mujer. “La otra tienda la quitamos porque en la de mujer sale todo muchísimo más rápido y tenía mucha más aceptación”, dice mientras coloca una camisa en una percha. Todo ordenado por colores y temporada.
A la tienda la bautizó XK por Choca, que es el apodo por el que se le conoce a los hombres de su familia en este municipio. Y, de momento, aparcó su trabajo como artesana para dedicarse a la venta de bolsos, pendientes y vaqueros en un local de grandes dimensiones cuyo escaparate llama la atención a las transeúntes.


Desde el año pasado, a Vanesa le pareció buena idea ayudar a que la asociación sea una realidad. “Surge en una de las reuniones que tenemos con el Ayuntamiento”, comenta la roteña, que piensa que “la unión hace la fuerza”. Según transmite, la idea es “llegar al máximo público” y está convencida de que el resultado será positivo. “Lo que no se le ocurra a uno, se le ocurre a otro. Lo suyo es unirnos”, añade.
"La unión hace la fuerza"
En la misma calle, a unos metros de Vanesa, Guadalupe Gallardo está delante del ordenador rodeada de camisetas y sudaderas. Esta onubense, de 41 años, natural de La Palma del Condado, lleva ocho años al frente de Quality, un negocio que en Rota todo el mundo conoce como “la tienda de Levi’s o la de Lupe”. En sus estantes se encuentra ropa de marca, desde Levi's, que es “la insignia”, hasta Pepe Jeans o Petrol.
“También hemos tenido Lacoste, Calvin Klein o Burberry”, dice esta comerciante con desparpajo que no para quieta. Lupe tomó las riendas en 2012, pero la tienda ya llevaba desde 1977 en marcha. Fue una de las primeras que empezó a traer prendas de estas marcas internacionales al municipio gracias a Florencia López, su fundadora.

“Me quedé parada y ella se enteró, y me llamó, yo era clienta”, comenta la onubense que se mudó con cuatro años a Rota por motivos laborales de su padre. “Ella siempre me decía que cuando se jubilara yo me iba a quedar el negocio. Y así pasó”, explica, recordando los showrooms a los que asistía con Florencia para aprender. Realmente, Guadalupe había estudiado un grado superior de estética, pero descubrió que no le gustaba y, cuando vio un anuncio de dependienta para otra tienda, fue a probar suerte. “En esa tiene, de primera me dijeron que no, pero luego, casualidades del destino. Le hablaron bien de mí a esa persona que tenía que elegirme y me eligió”, dice.
La roteña de corazón se puso al frente de la tienda Acuario, su primer nombre y por el que todavía hoy muchas personas la conocen. Pero, cuando llegó su turno, ella le dio una vuelta y la bautizó como Quality, la palabra en la que su marido se fijó un día viendo las etiquetas de Levi’s. “A mí Levi’s es la que me da la vida”, dice.
Desde la histórica tienda, la autónoma comparte que “tengo mucha suerte porque yo tengo una clientela que Florencia creó en su día y que he mantenido”. Desde su experiencia, tras la pandemia, empezó a percibir una mayor afluencia de clientes. “Otra vez la gente está teniendo esa cosita con el comercio local, nos está apoyando”, comenta Guadalupe, que también forma parte del grupo que ha empezado a moverse para crear la nueva asociación.


“Somos gente nueva y con ganas. Sí que es verdad que hay muchos negocios que cerraron. Si no hay gente, pues el negocio cierra. Si el negocio cierra, pues no hay gente”, sostiene la onubense, que piensa que “nos va a compensar muchísimo”.
“Si ponemos una cuota, nos van a dar subvenciones y yo creo que puede haber suficiente dinero para poder hacer sorteos de noches de hotel por ejemplo. También hemos pensado hacer como especie de un pasaporte y por cada x compras, regalar una cena en una pizzería. Hay que reunirse, hay que quedar, hay que pensar y hay que moverse. Yo creo que va a salir algo muy guay”, expresa.
Guadalupe derrocha tanto entusiasmo como Juan Carlos Pérez, roteño de 37 años que, desde julio de 2018 regenta Vanfy, en la calle Castelar, la paralela a sus compañeras. “Mi tienda realmente es un sueño”, comenta desde este negocio enfocado a bisutería, complementos y ropa de mujer. Él mismo diseña trajes de flamenca, novia, madrina, invitada y hace tiaras, coronas y ramos de novia desde su taller, ubicado en el mismo local.

Aunque está especializado en la moda de mujer, defiende que “la ropa no tiene ni edad, ni tiene género, cada uno nos podemos poner lo que nos dé la gana”.
“De pequeño siempre que pasaba por las tiendas con mis padres, les decía que yo quería tener una. Quería ser diseñador y estudiar farmacia y me realicé”, señala. Tras trabajar una temporada en hospitales y en farmacias, descubrió que no era su vocación y empezó a estudiar diseño de moda. Cuando cumplió los 30 años se lanzó a la aventura. “Pedí una excedencia en el trabajo y nada, con el importe que me dieron del paro, del pago único monté mi negocio”, explica Juan Carlos, que ya lleva siete años vistiendo a vecinas y visitantes.
A su “sueño” le llamó Vanfy, una palabra que no significa nada y que creó a base de apuntar en una libreta letras aleatorias cada vez que llegaba a casa de trabajar en la hostelería. Sector en el que estuvo en el periodo de tiempo entre salir de la farmacia y abrir la tienda. “Económicamente, no tenía 30 ni 40 mil euros a disposición para montar un negocio, tenía que trabajar mientras. Creo que muy pocos jóvenes pensamos en el futuro cuando tienes 18 años”, reflexiona.


Juan Carlos está encantado en el comercio local. Con el tiempo, se ha ido adaptando y probando las redes sociales, que considera que es una buena herramienta para darse a conocer. Ahora, espera que la agrupación salga adelante. “Rota es un pueblo durante el invierno muy tranquilo, pero sí que es verdad que entre los compañeros y los comerciantes intentamos siempre hacer actividades, reactivar un poquito”, comenta.
“Estamos intentando promocionar un poco para que los comercios compañeros vean que es algo que es beneficioso para nosotros porque nos aportarían ayudas que vienen fantásticas para hacer iniciativas. Así, todo lo que se organice va a salir de ese fondo económico y no de los propios comerciantes. Y aparte, nos vendría muy bien para unificar horarios de apertura”, expone.