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El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves rebajar en 25 puntos básicos el tipo de interés de los depósitos, situándolo en el 2,25%, en una medida unánime adoptada por el Consejo de Gobierno. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha señalado que “las perspectivas económicas se han nublado por una incertidumbre excepcional”, en referencia directa a las tensiones comerciales globales.

Lagarde ha explicado que el BCE ya no considera restrictiva su política monetaria, tras siete recortes consecutivos del precio del dinero desde junio del año pasado. En esta ocasión, el Consejo no discutió medidas adicionales de estímulo, centrando su decisión únicamente en el ajuste de tipos.

La presidenta del BCE ha subrayado que la guerra comercial impulsada por Estados Unidos bajo la administración Trump está generando una respuesta volátil en los mercados y podría provocar un endurecimiento de las condiciones de financiación, es decir, una subida de los tipos de interés en los mercados monetarios.

Más recortes en tipos de interés

Además de la facilidad de depósito, el BCE ha recortado el tipo de las subastas semanales de refinanciación al 2,4% y la facilidad de crédito al 2,65%, con efectos a partir del 23 de abril de 2025. Estas tres herramientas conforman el núcleo de su estrategia para orientar la política monetaria en un entorno de creciente incertidumbre internacional.

Lagarde ha insistido en que la economía de la zona euro se enfrenta a nuevas barreras comerciales, cuyo alcance aún no está completamente definido, pero que están teniendo un impacto claro en las exportaciones y en las decisiones de inversión empresarial. “Las disrupciones al comercio internacional, las tensiones en los mercados financieros y la incertidumbre geopolítica están lastrando la inversión”, ha dicho.

Los consumidores, por su parte, muestran una actitud más cautelosa, lo que puede traducirse en una moderación del gasto, añadió Lagarde. Por ello, ha hecho un llamamiento a impulsar la productividad y competitividad de las economías europeas como forma de resistencia ante choques globales. Esta nueva rebaja del precio del dinero tendrá impacto en futuras hipotecas y en los hipotecados con créditos de interés variable.

Inflación bajo control

En el frente de precios, Lagarde ha señalado que “el proceso de desinflación continúa avanzando”. En marzo, la inflación se situó en el 2,2%, y tanto la general como la subyacente mostraron una evolución acorde a las previsiones del BCE. También se ha observado una moderación notable en la inflación de los servicios.

La institución prevé que la inflación se estabilice de forma sostenida en torno al objetivo del 2% a medio plazo, uno de los principales mandatos del BCE. Esta previsión, unida al enfriamiento económico, refuerza el argumento a favor de mantener una política monetaria acomodaticia.

Lagarde ha recalcado que el BCE adoptará sus decisiones reunión a reunión y en función de los datos disponibles, sin comprometerse de antemano con una trayectoria específica de tipos. En un entorno marcado por la “excepcional incertidumbre”, cada paso dependerá de la evolución económica y financiera de la eurozona.

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F. Jiménez

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