La vieja fábrica de tabacos de Cádiz, reconvertida en Palacio de Congresos, ha sido el primer punto de encuentro del Congreso Mundial del Vino y la Viña que España acoge por sexta vez. En realidad, al margen de las sedes físicas, es el vino de Jerez como idea y mito el que acoge la cita.
Esta denominación de origen, o indicación geográfica protegida, es la más legendaria y reconocida en el mundo dentro de las 144 que tiene España. La célebre cita de Shakespeare, en Falstaff, apareció como involuntario lema de esta apertura: "Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les inculcaría sería abjurar de brebajes ligeros y dedicarse al jerez".
Fue Luis Planas el que la recordó. "El vino del Marco de Jerez es un modelo único en el mundo, con 3.000 años de historia, en una ubicación privilegiada y que crea unos productos excepcionales", destacó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, tras intervenir como presidente de la inauguración. Luigi Moio, presidente de la Asociación Internacional del Vino, y su secretario general, Pau Roca, acompañaron al representante del Gobierno durante al acto de apertura.
"El Marco de Jerez es un modelo único en el mundo, con una ubicación privilegiada y unos productos excepcionales"
Más allá de la lírica, el responsable de Agricultura en el Gobierno, recurrió a la prosa y recordó el peso económico del vino y la vid en España: "Forma parte de la imagen de nuestro país. Forma parte de nuestra identidad. Somos el primer país exportador del mundo, con 27 millones de hectólitros vendidos fuera de nuestras fronteras de los 40 millones que producimos al año. También somos el país del mundo con más superficie de viñedo, 940.000 hectáreas, y el tercer productor mundial".
Canela de San Roque, al cante, y Niño Jero, a la guitarra, protagonizaron una vibrante actuación de flamenco (con cantes de Levante y alegrías) en una inauguración musical muy amena. Concluyó con uno de los brindis más populares del mundo, el "libiamo, libiamo" de La Traviata de Verdi, tarareado por todo el público, mientras el presentador mecía una copa de Palo Cortado al compás.
El ministro Luis Planas recordó el peso del sector en España, primer exportador del mundo y el país con más superficie de viñedo en el planeta
Madrid, en tres ocasiones, Barcelona y Logroño han sido las anteriores sedes españolas del mayor evento que realiza una institución casi centenaria, la Organización Internacional del Vino y la Viña (OIV). Con la convocatoria jerezana y gaditana, el Congreso Mundial alcanza su edición número 44. La próxima será muy señalada. En 2024 celebrará su primer siglo de vida con un amplio programa de conmemoración, en el que destaca la designación como año internacional del vino y la viña.
El reto de la digitalización
La temática de esta edición, que se celebra hasta el próximo viernes 9 de junio, tiene como temática "la digitalización del vino". Pau Roca resaltó que la revolución tecnológica afecta a todos los sectores comerciales, industriales y culturales, por lo que "el vino no es una excepción".
Aseguró el primer español en este cargo que producción, comercialización y estudio han experimentado "el mayor cambio que han conocido en su larga historia" durante este proceso de alianza con el mundo digital. Pronosticó que la tranformación aún será mayor "en los próximos 10 ó 15 años". Analizar y anticipar esta evolución es el objetivo temático de la cita.
Cómo contaminar menos y cómo llegar a los nuevos gustos y hábitos del público son dos de los retos a tratar en la cita
Luis Planas añadió que otro de los objetivos concretos de la cita es avanzar en "la triple sostenibilidad" del sector vitivinícola: necesitar menos agua, provocar menos residuos y precisar de menos maquinaria para producir vinos cada vez mejores. Acercarse a los criterios de salud, a los nuevos hábitos y gustos del público sería el último de los bloques temáticos en los que trabajar, según el ministro de Agricultura.
Un intenso programa de visitas, cursos y catas
Con ese programa de trabajo, el vino de Jerez ya ejerce de anfitrión para 800 inscritos, principalmente productores, enólogos, divulgadores y responsables institucionales procedentes de 50 países. Tras la recepción a los congresistas ofrecida este domingo en Jerez y la apertura de Cádiz, la primera jornada de este lunes tenía como cierre una cena de gala en el Alcázar de Jerez.
Además de los encuentros de trabajo en el Palacio de Congresos de Cádiz están previstas visitas técnicas a bodegas y viñedos del Marco de Jerez, concentradas en la jornada del jueves. La jornada de clausura, el viernes 9 de junio, queda consagrada a la Asamblea General de la OIV y al acto de cierre en el Museo de La Atalaya de Jerez. El programa paralelo aporta numerosas catas y sesiones de maridaje con distintos productos, del vinagre de Jerez al brandy, los quesos asturianos o el jamón de Jabugo.